Rosanna Costa y Stephany Griffith-Jones: dos economistas mujeres lideran por primera vez el Banco Central chileno
De distintas miradas, lideran el órgano autónomo que decide sobre la política monetaria y la regulación financiera del país sudamericano
La economista Stephany Griffith-Jones (76 años, Praga) ha sido electa este jueves vicepresidenta del Banco Central chileno. Sus pares consejeros la designaron de forma unánime para hacer de segunda de Rosanna Costa (66 años, Viña del Mar), la presidenta del órgano autónomo. Es primera vez en la historia que se da una dupla femenina en el liderazgo del instituto emisor que decide sobre la política monetaria y la regulación financiera de Chile. Griffith-Jones lleva medio siglo alertando sob...
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La economista Stephany Griffith-Jones (76 años, Praga) ha sido electa este jueves vicepresidenta del Banco Central chileno. Sus pares consejeros la designaron de forma unánime para hacer de segunda de Rosanna Costa (66 años, Viña del Mar), la presidenta del órgano autónomo. Es primera vez en la historia que se da una dupla femenina en el liderazgo del instituto emisor que decide sobre la política monetaria y la regulación financiera de Chile. Griffith-Jones lleva medio siglo alertando sobre los problemas que aquejan al sistema financiero, particularmente en América Latina y Europa, como la deuda excesiva y mal administrada, los flujos de capitales volátiles y las crisis financieras. Tiene sintonía política con el presidente Gabriel Boric, a quien asesoró en materia económica antes de que llegara a La Moneda.
Once días antes de dejar la presidencia, Sebastían Piñera propuso a Griffith-Jones como consejera del Banco Central para que reemplazara a Mario Marcel, quien asumiría el ministerio de Hacienda del Gobierno de Boric. Entonces ejercía de profesora en la Universidad de Sussex y la Universidad de Columbia. Ahora llega a la vicepresidencia del órgano en reemplazo de Pablo García Silva, hasta diciembre de 2025. Por antigüedad en la institución no le correspondía el cargo. El consejo, sin embargo, se inclinó por la reconocida académica a nivel internacional, experta en finanzas y en políticas de estabilización con economías emergentes.
Stepanka Novy Kafka, su nombre de nacimiento, es sobrina nieta del célebre escritor Franz Kafka. Cuando era todavía un bebé sus padres se mudaron de República Checa a Chile. Creció en el país sudamericano y estudió ingeniería comercial en la Universidad de Chile antes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). A comienzos de la década del setenta, trabajó en el Banco Central y el golpe de Estado la pilló realizando un diplomado en Cambridge, donde se quedó y doctoró en Economía. También se casó con el matemático inglés Robert Griffith-Jones, con quien tiene dos hijos.
Incluida en la lista de los 100 economistas más influyentes del mundo por la revista especializada Richtopia, Griffith-Jones es afín al pensamiento socialdemócrata de izquierda y ha abogado por agilizar y desburocratizar las ayudas del Fondo Monetario Internacional (FMI): menos condiciones y mayor escala. Es una gran promotora de la banca del desarrollo, que ofrece a los países tasas de interés y plazos más amigables para proyectos y reformas que impulsen el desarrollo económico. Uno de sus últimos temas de estudio fue la transformación verde.
Sobre Boric ha dicho que representa una “izquierda joven, muy verde”, que le da gran espacio a la economía sustentable y más inclusiva, más feminista. “Yo me siento muy identificada con esos valores”, sostuvo. Griffith-Jones se desempeñará ahora como segunda a bordo de Rosanna Costa en el Banco Central. La presidenta socialista Michelle Bachelet la propuso para consejera del organismo en 2017 y el Gobierno de Boric la postuló para presidirlo a comienzos de 2022, la primera mujer en ocupar el cargo. Había roto otro techo de cristal en el primer Gobierno de Sebastían Piñera, de derecha, cuando ejerció de directora de Presupuestos del ministerio de Hacienda (2010-2013), un puesto que solo habían desempeñado hombres.
Durante casi dos décadas fue parte del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), un centro de estudios conservador donde investigó sobre política fiscal, laboral y modernización del Estado. Fue subdirectora, directora del programa económico y asesora legislativa. En 2017 recibió el Premio Ingeniero Comercial Distinguido de la Universidad Católica, su casa estudio, y el 2021 fue reconocida como la mujer más influyente del mundo económico.
Costa también tenía un pasado en el Banco Central. Uno bastante robusto. Entre 1984 y 1992 se desempeñó como economista en las áreas de cuentas nacionales, estudios y en el área monetaria. También fue integrante de las Comisiones Presidenciales para el estudio de la Reforma Previsional en 2006, Trabajo y Equidad en 2008, y del Consejo Asesor contra los Conflictos de Interés, Tráfico de Influencias y Corrupción en medio de diversos escándalos protagonizados por diferentes sectores políticos y empresarios en 2014.
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