Ricardo Mewes: “Se requiere un acuerdo político y el llamado a liderarlo es el presidente Boric”

“Recaudar por la vía de alzas tributarias o nuevos impuestos no es el camino adecuado”, planteó el 20 de junio pasado, a través de una declaración pública, la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), el principal gremio empresarial chileno. La frase cayó como un balde de agua fría en el Ministerio de Hacienda, comandando por Mario Marcel, que apostaba por que los empresarios mantuvieran su d...

“Recaudar por la vía de alzas tributarias o nuevos impuestos no es el camino adecuado”, planteó el 20 de junio pasado, a través de una declaración pública, la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), el principal gremio empresarial chileno. La frase cayó como un balde de agua fría en el Ministerio de Hacienda, comandando por Mario Marcel, que apostaba por que los empresarios mantuvieran su disposición para subir en 1% la tasa de impuesto corporativo de primera categoría, actualmente en 27%.

“Aquí hay un cambio de posición y actitud”, acusó el ministro. Luego suavizó el tono y, a través de una carta, instó a los empresarios a alcanzar lo que se ha llamado el pacto fiscal, una suerte de consenso sobre lo que Chile debe hacer para financiar cambios sustanciales, como las pensiones.

Esta semana, ambos volvieron a encontrarse. En la cita, el ministro de Hacienda presentó 36 propuestas para apuntalar el crecimiento, la inversión y la productividad. El presidente de la CPC, Ricardo Mewes (Viña del Mar, 60 años) dice que se trata de un “reinicio de las conversaciones”, pero descarta que se trate de una negociación. Prefiere hablar de “un trabajo técnico” entre las partes.

El dirigente lleva poco más de seis meses al frente del CPC. Recibe a EL PAÍS en las oficinas de la confederación, en una antigua casona del municipio de Providencia. Es un hombre recatado, sobrio, que muy rara vez se sulfura cuando habla, pero que en las últimas semanas, con su tono amable y sin aspavientos, obligó al Gobierno a cambiar de estrategia con miras a su anhelada reforma tributaria.

El giro de Mewes fue criticado por figuras públicas como Andrés Velasco, exministro de Hacienda del primer Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), quien planteó que “el empresariado cometió un gran error al desechar la conversación tributaria”. En la misma línea se expresaron algunos investigadores, como el profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Dante Contreras, que planteó a EL PAÍS hace algunas semanas que “no es sano que los empresarios en Chile se resten de una reforma tributaria”.

Pero el empresario considera que hay otros caminos para aumentar la recaudación, entre ellas empujar el crecimiento y hacer más eficiente el gasto público, y reafirma que hoy no están las condiciones para un alza impositiva. El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo arrojó una caída de 2% frente a igual mes de 2022, su peor desempeño en el año.

Pregunta. ¿Fue esa realidad lo que los hizo cambiar de postura y descartar un alza tributaria?

Respuesta. Una parte se explica por el drama que están viviendo muchas empresas. Pero lo segundo es que hubo un cambio que planteó el propio presidente Boric en su cuenta pública del pasado 1º de junio ante el Congreso, donde le colgó a la reforma tributaria una serie de proyectos y de iniciativas, como el CAE (condonación de la deuda del Crédito con Aval del Estado de la educación superior) o la deuda histórica de los profesores. Y no hay, no existen los recursos para eso.

P. ¿Cuál es su propuesta?

R. Lo que planteamos es ir a buscar recursos a otras fuentes. Que exista mayor eficiencia en el gasto público, redirigir recursos. En algún minuto tenemos que tomar la decisión como sociedad de dejar de lado aquellas cosas que se están haciendo mal. Son 5.400 millones de dólares que calculó el BID respecto de eso. ¿Podremos ser capaces con un acuerdo político de recuperar al menos la mitad para que el Gobierno lo destine a otros proyectos? Uno como empresario lo hace todos los días, siempre estás viendo dónde recortas gastos sobre todo cuando no estamos creciendo en ventas.

P. Pero las dinámicas políticas ¿no son distintas a las dinámicas empresariales?

R. Estoy de acuerdo en que en una empresa se toma la decisión y ya está. Aquí se tiene que sentar el mundo político, pero creo que bien planteado debiera hacer sentido si realmente queremos el bien superior para el país. Se requiere un buen acuerdo político y el llamado a liderar esto es el propio presidente Boric. Estamos en una situación de crisis importante.

P. ¿Considera que es necesario un mayor liderazgo del presidente en estos temas?

R. El tema del crecimiento no estaba en el programa de Gobierno. Y en regiones te encuentras con varios Seremis [los representantes de los ministerios en el territorio] que hablan del decrecimiento económico como algo esperable. Creo que esos nombramientos deben ir alineados con lo que dice el presidente, si él es quien gobierna. Hay Seremis que además son activistas ambientales. Cada uno puede tener sus opiniones, las respeto, pero quien ejerce un papel como autoridad tiene que estar en línea con lo que el Estado necesita y no con lo que él cree o piensa. Creo que aquí el presidente Boric tiene una gran oportunidad de lograr un acuerdo político transversal. Ya lo hizo con la Comisión de Paz y Entendimiento en La Araucanía, donde convocó a todos los partidos políticos.

P. El ministro Marcel y varios otros economistas han planteado que solo con mayor crecimiento y eficiencia en el gasto no es suficiente para financiar las demandas que el país requiere.

R. El crecimiento por sí solo, y en eso no me pierdo, no es suficiente. Pero hay estimaciones de que durante los próximos dos o tres años Chile va a tener importantes recursos producto del litio. Con eso, más reducir la evasión y la elusión, evaluar mejor los programas estatales y otros mecanismos sí se puede recaudar.

P. ¿Qué otros mecanismos proponen?

R. Cuando hablamos de la informalidad a través de plataformas tecnológicas, cuando se permite hacer importaciones sin prácticamente pagar ningún impuesto hasta ciertos montos, todo eso ayuda a la informalidad y le resta dinero al Estado.

P. Si todo avanza en esa línea de mayor eficiencia, crecimiento y productividad, ¿podría la CPC revaluar un alza de impuestos?

R. Hoy estamos en el promedio de los países que pagan impuestos corporativos más altos de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico]. La pregunta entonces es, ¿por qué tenemos que tener más impuestos que la OCDE [23,7%]?. Tenemos que competir con los países con los cuales tenemos un intercambio comercial. Distinto es el caso de los impuestos personales, pero eso materia de una discusión que no nos compete a nosotros. La propuesta que nos hizo ahora el ministro es reducir el impuesto de primera categoría a 25% [desde el 27% actual] en la medida que se incremente la productividad. Hay que ver bien las componentes, pero esos son los mecanismos que uno esperaría para avanzar.

P. ¿Qué están dispuestos a entregar ustedes?

R. Es que cuando uno va sumando, resulta que la reducción de la jornada laboral a 40 horas tiene un impacto en la empresa, el sueldo mínimo también tiene un impacto [que será de 620 dólares de manera gradual]. Con el royalty estamos por sobre los países con los cuales competimos en temas de minería. Y viene por delante la discusión de pensiones, que es un 6% más de cotización con cargo a las empresas. Vienen, además, los impuestos a las emisiones que no los conocemos, los impuestos correctivos. En el proyecto de 40 horas quisimos participar, nos llovieron tomates, nos dijeron cómo se les ocurrió llegar a esto, y bueno, llegamos. Entonces sí, hemos entregado cosas.