Ricardo Lagos, Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín se unen para alentar un espacio de debate común en América Latina
Los intelectuales publican el resultado de las conversaciones por videconferencia que mantuvieron cada viernes entre julio de 2020 y abril de 2022
Fue una iniciativa de Ricardo Lagos, el socialista que gobernó Chile entre 2000 y 2006. Arrancaba la pandemia de la covid-19 cuando convocó al mexicano Héctor Aguilar Camín, figura clave del mundo intelectual de su país y de la región, para conversar sobre un asunto que al chileno le inquieta: la falta de un espa...
Fue una iniciativa de Ricardo Lagos, el socialista que gobernó Chile entre 2000 y 2006. Arrancaba la pandemia de la covid-19 cuando convocó al mexicano Héctor Aguilar Camín, figura clave del mundo intelectual de su país y de la región, para conversar sobre un asunto que al chileno le inquieta: la falta de un espacio común de conversación para América Latina, un lugar que alguna vez ocupó el Grupo de Río, donde quizás no se lograban grandes acuerdos, pero se discutía sobre los principales problemas de la región. Aguilar Camín aceptó la propuesta –”no puedo decirle que no a Lagos”–, y decidieron convidar a un tercero: Jorge G. Castañeda, que fue secretario de Relaciones Exteriores de México entre 2000 y 2003 y acababa de publicar Estados Unidos: en la intimidad y a la distancia. Lo que resultó de estos diálogos por videoconferencia de cada viernes entre julio de 2020 y abril de 2022 –desde Santiago de Chile, Ciudad de México y Nueva York, donde vive Castañeda– fue el ensayo La nueva soledad de América Latina (editorial Debate, disponible en libro electrónico). El libro fue presentado el pasado jueves en la capital chilena por sus tres autores y la coordinadora, la politóloga Mireya Dávila, académica de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Chile.
El socialista chileno Luis Maira, reconocido experto en relaciones internacionales, que fue embajador en México y Argentina, contó que ha leído mucho sobre el impacto de la covid-19 en el sistema internacional y en especial en América Latina y que tiene “la completa certeza de que este libro se trata de lo mejor” que ha tenido entre manos. Maira apuntó al corazón de la problemática que trata el texto: la pandemia volvió a cambiar el sistema internacional y encontró al mundo sin nada sólido, por lo que “el desorden internacional está en el primer lugar de la agenda”.
Dávila abrió la conversación con dos preguntas estimulantes: ¿Podemos hablar de una nueva Guerra Fría? ¿Y de una sola izquierda en América Latina? “¿Colombia de Petro, Fernández en Argentina y Boric en Chile, son la misma izquierda?”, se preguntó la politóloga chilena en una presentación realizada en el Centro de Estudios Públicos (CEP).
Aguilar Camín recogió el guante de las izquierdas, un asunto que se trata profundamente en el ensayo. “Hay quienes dicen que América Latina está llenándose de Gobiernos de izquierda, pero si uno compara los Gobiernos, difícilmente cruzan por cualquier análisis que exija conceptualmente lo que es un Gobierno de izquierda. Hay tres dictaduras puras y duras que no tienen nada que ver con la izquierda –Cuba, Venezuela y Nicaragua– y luego hay sí, unos atisbos de izquierdas democráticas que están en condiciones de ver el mundo moderno sin una visión anacrónica”. Para el escritor, historiador y periodista, estos nuevos gobiernos de izquierda no tienen el boom de commodities que tuvo la marea rosa a comienzos del siglo XXI, “por lo que tienen que inventar otra cosa”, diferente a “los programas de entrega de dinero en efectivo” a la población.
De acuerdo al autor de La guerra de Galio, como “el espíritu de la historia es lo inesperado” no hubo viernes de encuentros en que los hechos no se les adelantaran a gran velocidad en las conversaciones que sostuvieron entre julio de 2020 y abril de 2022: la pandemia misma, el fracaso de Trump, la esperanza Biden, la invasión rusa a Ucrania y la política misma latinoamericana, con el hito de la crisis chilena. Entonces, se preguntó el mexicano, ¿qué preocupaciones quedan por encima? “La preocupación original de la necesidad de un sitio donde conversar en América Latina y hacerse oír, la complejidad de la geopolítica del nuevo mundo y un asunto crucial: la noción de que la democracia es una materia muy frágil ante las nuevas condiciones del mundo digital”.
Es un libro de 230 páginas con un título que hace un guiño evidente a la novela de Gabriel García Márquez y que sugiere que hoy en día, ante la falta de espacios comunes de conversación, al margen del signo de los gobiernos de turno, América Latina y sus países sufren de soledad. Castañeda se refirió a esta nueva soledad o silencio que tiene esta región frente a los grandes temas: la pandemia, el cambio climático, la corrupción, la violencia… Concordó con Lagos sobre las causas: se debe a un “proceso de ideologización de la política exterior de distintos países de América Latina desde finales de los noventa y comienzos de siglo”.
De acuerdo a Castañeda, “hoy en día esta idea de dispersión y división producto de la ideologización está más presente que nunca, más allá de la retórica” y ejemplificó con resoluciones en el marco de la OEA o la ONU sobre, por ejemplo, la invasión de Rusia a Ucrania, que no contaron con los respaldos de los países de mayor importancia de la región, que se restaron por diferentes motivos.
Lagos, en un tema que lo obsesiona, contextualizó la discusión: a comienzos de los 2000 las coordenadas del mundo seguían siendo las de la revolución industrial, mientras que las de hoy son las coordenadas de la revolución digital. En este nuevo mundo, por lo tanto, ¿cómo nos vamos a entender los latinoamericanos, cuando el mundo planetario se nos achica y del Estado Nación pasamos al Estadio regional, porque solos nadie nos escucha? Puso el ejemplo de la Unión Europa y a los acercamientos China-India. “¿Y nosotros queremos pesar cuando no hablamos entre nosotros? Éramos más eficaces antes, cuando hablábamos por teléfono”, reflexionó Lagos el jueves.
Lagos insistió en que nos encontramos en una época diferente y que en América Latina nos estamos tardando mucho en darnos cuenta de la nueva matriz, que posiblemente estará marcada por la importancia del Asia-Pacífico. En este cuadro, el entendimiento regional resulta fundamental, aseguró Lagos, pero para este entendimiento existe una condición clave: las credenciales democráticas. “¿Cómo una región se pone de acuerdo para ser escuchada en el mundo, porque el tiempo de las soberanías individuales de cada país está quedando atrás? Tenemos que dar paso a un nivel muy superior para lograr ser escuchados” en temas tan relevantes como la migración y el narcotráfico, aseguró Lagos, en una conferencia que se puede encontrar hoy en Youtube.
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