Escala el enfrentamiento entre Milei y la vicepresidenta Villarruel: “traición” y “espionaje”
El mandatario argentino la acusa de violentar la división de poderes. Villarruel se defiende diciendo que no participa “de ningún armado político” contra el Gobierno
Más de 100 altos funcionarios nombrados por el Gobierno de Javier Milei ya fueron despedidos o renunciaron en el primer año que acaba de cumplir la Administración ultraderechista. En la Casa Rosada no ocultan que desearían poder incluir en esa lista a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, pero al haber llegado al cargo por el voto popular, su mandato se extiende hasta diciembre de 2027, al igual que el del presidente. La creciente enemistad entre Milei y Villarruel escaló en las últimas horas. El mandatario acusó a la vicepresidenta de violentar la división de poderes entre el Ejecutivo y el Congreso. Villarruel se vio obligada a asegurar que no está “participando de ningún armado político” contra el oficialismo y aludió al posible espionaje del que sería víctima.
La última batalla de la guerra fría que sostienen las más altas autoridades de Argentina tuvo como detonante la sesión del Senado realizada el jueves pasado. Ese día, mientras Milei dejaba el país rumbo a Italia, la cámara Alta removió de su banca al senador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por el presunto contrabando de 200.000 dólares. Si buen fue electo como parte de las listas del peronismo opositor, Kueider se convirtió en un aliado clave para el magro bloque parlamentario del Gobierno y, por eso, el oficialismo buscó suspenderlo, en lugar de destituirlo. En su reemplazo debe asumir una senadora kirchnerista y el Ejecutivo perderá una banca.
La sesión del Senado, como todas, fue presidida por Villarruel. Una vez consumada la expulsión de Kueider, finalmente votada por amplia mayoría, desde la Casa Rosada comenzaron a circular versiones sobre la supuesta irregularidad de la sesión. El viernes, desde Italia, Milei se ocupó de hablar con medios de prensa locales para asegurar que la reunión del Senado fue “inválida”.
“Argentina tiene un sistema republicano de gobierno [...] el Poder Ejecutivo no se puede meter con el Legislativo ni viceversa, y lo mismo con el Judicial”, dijo Milei, en diálogo con radio El Observador. “En el momento en que entro de viaje se produce la acefalía transitoria y queda a cargo del Ejecutivo el vicepresidente. Si preside la sesión del Congreso, está trabajando en el Poder Legislativo, pero al mismo tiempo es presidente interino. Está ocupando dos cargos y eso violenta la división de poderes”, acusó a Villarruel. Con esos argumentos, los abogados de Kueider hicieron una presentación judicial para reclamar que se le restituya la banca de senador.
Los colaboradores de la vicepresidenta aseguraron que Villarruel fue notificada formalmente el mismo jueves del viaje de Milei y que recién firmó el acta de asunción del Ejecutivo a las 19.00 de ese día, cuando había concluido la sesión del Senado. De ser cierto, la sesión fue válida, pero el Gobierno estuvo acéfalo desde que Milei salió del país, pasado el mediodía, hasta la caída de la tarde.
Como es habitual, las acusaciones de Milei contra Villarruel fueron replicadas y multiplicadas por los seguidores del presidente en las redes sociales. Ante los ataques, la vicepresidenta se pronunció con un mensaje difundido el domingo a través de la red X. “No estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el presidente Milei me lo pida. Soy parte del espacio que gobierna nuestro país desde su misma fundación y aquí me quedaré”, expresó.
Las respuestas que recibió el mensaje de Villarruel derivaron este lunes en una nueva intervención de la vicepresidenta, que dejó expuesta la creciente tensión dentro del Gobierno. Un seguidor de Milei celebró la “victoria absoluta de las fuerzas del cielo” y que para obtenerla “ni siquiera hicieron falta los dos carpetazos” [información comprometedora en manos de los servicios de Inteligencia]. “Por favor publiquen los ‘dos’ carpetazos”, retrucó Villarruel. “Estoy ansiosa por saber en qué hacen inteligencia sobre mí y mi familia. Voy a estar esperando la difusión de eso para hacer las correspondientes acciones legales”.
El presidente no volvió a referirse al tema, aunque también este lunes difundió una imagen de su bastón presidencial, donde están representados sus perros, y una frase que concluye: “Roma no paga traidores”.
La relación entre Milei y Villarruel está quebrada desde hace tiempo. Las diferencias vienen creciendo desde la asunción del Gobierno, en diciembre pasado, cuando Milei decidió romper el compromiso de campaña de darle a Villarruel el control de los ministerios de Defensa y de Seguridad. Sin espacios para gestionar, la vicepresidenta quedó limitada a su función como cabeza del Senado y comenzó a desarrollar una agenda de recorridas por el país que, en Casa Rosada, fue interpretada como una traición, como una apuesta a publicitar su figura lejos de Milei. A partir de entonces, los choques comenzaron a hacerse habituales, también la exclusión de Villarruel de actos oficiales, los desaires públicos y las desautorizaciones del presidente. Hace algunas semanas, Milei admitió que ella “no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones” y la relacionó con “la casta”, el cambiante conjunto de sus enemigos políticos. Ahora, de un lado y del otro coinciden en que la disputa llegó a un punto de no retorno.
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