Argentina asegura que está en “conversaciones” con el FMI para un nuevo programa que incluya fondos frescos

El ministro de Economía, Luis Caputo, dice en Washington que “sería lo más normal” nuevos aportes del Fondo para reforzar las reservas internacionales

Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina, llega a una reunión con el FMI y el Banco Mundial, en Washington, DC. En una fotografía de archivo.Andrew Harrer (Bloomberg)

Argentina necesita con urgencia reforzar las reservas del banco central, hoy con saldo negativo. Las necesita para salir del cepo, como llaman en el país sudamericano a las restricciones cambiarias que lastran la llegada de nuevas inversiones. El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo este miércoles que esperan que ese dinero llegue del Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien ya están “analizando” un “nuevo programa” que reemplace al vigente, que vence en diciembre. “Eso sería consolidar lo que estamos haciendo y el dinero adicional podría aliviar las reservas del banco central. Estamos empezando a debatirlo, pero es un largo proceso”, advirtió Caputo en Washington tras recibir el premio a “mejor ministro de Finanzas del año” de manos de la revista LatinFinance. Sobre la posiblidad de que efectivamente el Fondo, además de refinanciar una vez más la deuda de 45.000 millones de dólares de Argentina, sume fondos frescos, Caputo dijo que “sería lo más normal”, aunque “es difícil predecir cuánto dinero habrá”. “Dependerá del tipo de programa” que se acuerde, dijo. Las negociaciones formales comenzarán recién en 2025.

Argentina es el principal deudor del Fondo, y el Fondo es su principal acreedor. En junio pasado, Caputo ya había adelantado su intención de negociar un nuevo acuerdo con el FMI. El vigente se fimó en enero de 2022, durante la gestión del peronista Alberto Fernández. Argentina logró desembolsos periódicos para cumplir con el pago de intereses de las deuda contraída en 2018 por el presidente Mauricio Macri. A cambio, el país sudamericano se compromtió a metas de déficit fiscal, emisión y acumulación de reservas. Entre 2026 y 2032 Argentina deberá devolver el capital.

Milei sobre cumplió todas las metas en el primer trimestre de 2024. En estos momentos está en marcha la novena revisión del acuerdo y resta una décima, prevista para fin de año. La intención del Gobierno ultraderchista es lograr un nuevo refiunanciamiento que incluya un desembolso extra de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares, los que considera que necesita para levatar el cepo y sostener el plan de ajuste y reducción del Estado.

En julio, el ministro Caputo se reunió con la directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva, en el marco de la cumbre del G-20 celebrada en Río de Janeiro. Desde entonces, lo que parecía una negociación en marcha está paralizada. La situación llegó a un punto crítico a mediados de septiembre, cuando Rodrigo Valdés, director del Hemisferio Occidental del multilateral, se apartó de la supervisión de las negociaciones con Argentina. Valdés llevaba meses resistiendo los ataques directos de Milei, que lo acusaba de “izquierdista” y de tener “mala intención” con Argentina. El caso argentino está desde entonces en manos de Luis Cubeddu, subdirector del departamento del Hemisferio Occidental, y a Ashvin Ahuja, jefe de la misión en Argentina, bajo suprevisión directo de Georgieva, y su número dos, Gita Gopinath.

Argentina no tiene mucho tiempo. El año que viene tiene vencimientos de deuda por 20.000 millones de dólares y sus reservas en dólares están en rojo. “Estamos avanzando” con el FMI, dijo Caputo este miércoles. “No nos desviamos del camino correcto, este es el periodo para hacer las cosas y los inversores lo percibe, somos muy optimistas”, concluyó.

El Fondo celebra que Milei haya alcanzado superávit fiscal primario y secundario (después de pagar los intereses de la deuda) y haya reducido la inflación mensual desde el 25% en diciembre al 3,5% en septiembre. Pero exige que también se libere el tipo de cambio y el fin de las restricciones a la compra y venta de divisas. El temor de la Casa Rosada es que un cambio libre, en un contexto de escasez de reservas, acelere otra vez la inflación. Bajar el IPC es la base del modelo económico de Milei y lo que hasta el momento le garantiza una popularidad que ronda el 40%, aunque ha perdido 12 puntos desde mayo, producto de las consecuencias sociales del ajuste.

El martes, el FMI mantuvo en un informe previo a su asamblea anual las previsiones macroeconómicas para Argentina: una caída de 3,5% del PIB y una inflación del 230% para 2024 y un subida del 5% del PIB con un IPC del 62,7% en 2025. Y aunque celebró la dirección de las políticas, sobre todo las relacionadas con el ajuste del gasto público, advirtió que falta mucho por hacer.

“Nuestras proyecciones para Argentina no han cambiado desde julio. Nuestro equipo está hablando con las autoridades de allí en medio de las negociaciones, pero las cifras son las mismas”, afirmó en una rueda de prensa el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. “Lo que está sucediendo en el lado de la inflación, creo que el progreso ha sido muy sustancial y eso es algo que reconocer”, señaló el economista. “La esperanza” es que las medidas “sigan mejorando la situación en ese frente”, dijo.

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