Javier Milei pide a los empresarios de Argentina que “pongan el hombro” para convertir el país “en una potencia”

El presidente ultraderechista celebra en su presentación en el coloquio de IDEA el éxito “del ajuste más grande de la historia de la humanidad”

Javier Milei, durante una conferencia en Maryland, Estados Unidos, en 2024.Anna Moneymaker (Getty Images)

Javier Milei advirtió a los empresarios “que están en la trinchera” que es momento de invertir en Argentina. Con un tono más moderado que de costumbre, apenas salpicados por sus habituales insultos, y un discurso estructurado, celebró lo que consideró el éxito del “mayor ajuste fiscal de la historia de la humanidad”. Evitó, dijo, una “inflación del 17.000%” y consideró una gran proeza el despido de “50.000 empleados del Estado” y la suspensión de la obra pública. “Para nosotros, el que gana dinero no es un malvado, es un héroe. Lejos de perseguirlo lo vamos a aplaudir”, dijo, y el que recibió aplausos fue él. Para cerrar, lanzó una arenga con espíritu motivacional. “Argentina es un excelente caso de negocios y en 40 años puede ser una potencia. Es ahora [el momento de invertir] porque esto nunca pasó en la historia argentina. Pero esto será exitoso hasta que ustedes decidan poner al hombro en su rol de emprendedores y salir a ganar mercados. Viva la libertad, carajo”, gritó para cerrar el 60º coloquio de IDEA, que reúne cada año a representantes de 560 empresas responsables del 50% del PIB de Argentina.

Milei pidió que el público hiciese honor al lema “Si no es ahora, cuándo” elegido este año por IDEA. “Nunca se les devolvieron tantas libertades en tan poco tiempo. Si no se ocupan de ustedes, la pregunta es qué son. Son los que crean riqueza, los que tienen la llave para hacer a Argentina otra vez grande. Les estamos dando el marco, pero la creación de riqueza va a depender de ustedes”, los arengó desde el escenario. El clima entre el millar de asistentes fue de apoyo, pero no de euforia. En los paneles previos primó la preocupación por el parón que el ajuste fiscal supuso para la producción y el consumo interno. Milei les pidió confianza en el futuro: “No se dejen asustar por economistas que se murieron con los dinosaurios, resucitaron y mantienen las mismas ideas que los dinosaurios”.

Durante tres días se escucharon reclamos para que bajen los impuestos y reglas claras, con un moderado optimismo en los resultados de las reformas estructurales que promueve Milei. No es la primera vez que Argentina transita un proceso de políticas liberales radicales, pero sí que el déficit fiscal cero parece ser una bandera irrenunciable de un Gobierno. “Mi programa no es negociable, como habrán visto cuando me animé ante los degenerados fiscales”, dijo Milei, una referencia al veto a las leyes de financiamiento universitario y subida de las pensiones que aprobó la mayoría opositora que controla el Congreso.

Javier Milei durante una conferencia en el coloquio de IDEA, en Argentina, en octubre de 2024.IDEA

“Se tomaban a risa cuando tomamos una motosierra. Decían que era imposible y logramos el equilibrio fiscal en el primer mes de gestión, algo que no se había hecho en 123 años. Nosotros también nos sorprendimos. Creo en la motosierra, pero [el ministro de Economía, Luis] Toto [Caputo] lo hizo mejor. En lugar de reconocer que se habían equivocado, los econochantas mandriles dijeron que había mucho de licuadora y tijerita. Pero reducimos ministerios y eliminamos la obra pública, porque es de ahí que roban los políticos. También eliminamos las transferencias discrecionales a las provincias, que se usaban para robar. ¡Afuera! Decían que no podíamos echar empleados públicos y echamos a 50.000″, celebró. “Teníamos claro que el impacto más fuerte se sentiría durante el primer trimestre. Por eso era importante hacerlo durante las vacaciones [de enero y febrero], para que la gente no se enterara tanto”, dijo con una sonrisa.

La relación de Milei con los empresarios es ambivalente. El presidente considera que durante décadas han vivido del Estado, en el marco de una economía cerrada y muy controlada. Desde los empresarios, el pedido recurrente es menos burocracia, una reforma laboral y, sobre todo, una menor carga impositiva que haga más competitivas sus exportaciones. El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, considerado por Milei “un coloso” que “todos los días desregula algo”, dejó clara en su presentación en IDEA cuál es la estrategia oficial. “Cuando interactúen con el Gobierno, nunca más nos pidan bajar impuestos. Si nos piden bajar impuestos, y el gasto se mantiene igual, ese impuesto que bajo a alguien se lo tengo que cobrar a otro. Destierren pedir bajar impuestos que es un privilegio para un sector”, dijo Sturzenegger. Una fuente del Ejecutivo presente en el coloquio subió más tarde la apuesta. “¿Ustedes creen que todos los que están sentados acá están de acuerdo con lo que dijimos?, se preguntó dándola por contestada con un gesto de desaprobación.

Milei pasó la prueba ante los empresarios. Hace un año, cuando aún era candidato a la presidencia, se ausentó sin aviso y organizó un encuentro paralelo en un restaurante. No parecieron quedar heridas de aquel desplante. Tras casi 11 meses de gestión, presidente e inversores se necesitan ahora mutuamente.

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