La crisis de Argentina golpea al turismo de invierno con una caída del gasto total del 22%

El número de turistas en las vacaciones de julio desciende por debajo de los cinco millones por primera vez desde el fin de la pandemia

Dos mujeres turistas visitan un mercado gastronómico en Buenos Aires, Argentina.ruizluquepaz (Getty Images)

El sector turístico de Argentina ha tenido unas vacaciones de invierno para el olvido, en especial en las ciudades costeras. Por primera vez desde el fin de la pandemia de covid-19, el número de turistas que se movilizaron por el país latinoamericano en las últimas dos semanas cayó por debajo de los cinco millones y el gasto total se desplomó un 22% respecto a un año antes, ...

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El sector turístico de Argentina ha tenido unas vacaciones de invierno para el olvido, en especial en las ciudades costeras. Por primera vez desde el fin de la pandemia de covid-19, el número de turistas que se movilizaron por el país latinoamericano en las últimas dos semanas cayó por debajo de los cinco millones y el gasto total se desplomó un 22% respecto a un año antes, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicados este lunes.

Con Argentina sumida en una nueva crisis económica y la pobreza y el desempleo al alza, la mayoría de familias argentinas permaneció en casa durante las vacaciones escolares de invierno. Quienes optaron por viajar, redujeron el tiempo de su estadía —pasó de 4,5 días a 4,1 días— y gastaron, en promedio, un 3% menos diario.

Según los datos publicados por CAME, el número de turistas fue de 4,9 millones, casi un 12% menos que el año pasado, y el impacto económico total fue de 1,2 billones de pesos (unos 1.250 millones de dólares), un 22,2% menos que en 2023 a precios constantes.

El Gobierno de Javier Milei intentó activar el turismo a última hora con el lanzamiento de promociones bancarias, pero su efecto fue inferior al de los descuentos lanzados por su predecesor, el peronista Alberto Fernández, con el programa PreViaje.

La costa, a medio gas

El golpe más duro fue para las ciudades costeras. Mar del Plata, el balneario más popular de Argentina, registró una ocupación hotelera de tan sólo el 55%, y datos similares se registraron en otros centros turísticos de la costa atlántica como Pinamar, Villa Gesell y Cariló.

Los parques nacionales situados en el norte de Argentina, como las Cataratas de Iguazú y los Esteros del Iberá, resistieron mucho mejor el impacto de la crisis, con ocupaciones hoteleras superiores al 85%, y la atracción de la nieve funcionó también en las principales ciudades patagónicas. En Bariloche, uno de los destinos favoritos de las vacaciones de invierno, la ocupación hotelera fue del 70%, frente al 95% del año pasado. mientras que en San Martín de los Andes y Villa La Angostura, la ocupación fue del 80%.

A diferencia de 2023, cuando Argentina estaba barata para los visitantes internacionales, este año se ha encarecido también en dólares y se siente el efecto en la caída de turistas extranjeros. Según datos de Migraciones, entre abril y junio llegaron a Argentina un 25% menos de turistas que en esos meses de 2023 y la merma se sintió también durante las vacaciones de invierno en los destinos favoritos del turismo internacional, como Buenos Aires, los parques naturales, la Patagonia y Mendoza.

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