Milei habilita el acceso a los mercados aéreos de operadores nacionales y extranjeros y libera tarifas de vuelos

El presidente argentino reduce por decreto el control estatal sobre el sector aerocomercial

Un avión de Aerolíneas Argentinas despega desde el aeropuerto de Buenos Aires, en junio de 2022.Matías Baglietto (Getty Images)

La motosierra de Javier Milei comenzó a recortar las alas del Estado en el sector aerocomercial para despejar “una política de cielos abiertos”. Con tres decretos, el presidente ultraderechista liberó el acceso a los mercados aéreos, desreguló las tarifas, la fijación de frecuencias y los servicios en aeropuertos. También eliminó las prioridades con que contaba Aerolíneas Argentinas. El Congreso no aprobó que Milei privatizara a la aerolínea de bandera, per...

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La motosierra de Javier Milei comenzó a recortar las alas del Estado en el sector aerocomercial para despejar “una política de cielos abiertos”. Con tres decretos, el presidente ultraderechista liberó el acceso a los mercados aéreos, desreguló las tarifas, la fijación de frecuencias y los servicios en aeropuertos. También eliminó las prioridades con que contaba Aerolíneas Argentinas. El Congreso no aprobó que Milei privatizara a la aerolínea de bandera, pero el mandatario avanza en el achicamiento de la empresa. Los sindicatos del rubro denunciaron que, con la desregulación, el Gobierno atenta contra la soberanía nacional.

Aunque los decretos llevan las firmas de Milei, de su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro de Economía, Luis Caputo, el Ejecutivo se encargó de difundir que las medidas “fueron impulsadas por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que conduce Federico Sturzenegger”, la cartera recién creada por Milei. De hecho, las nuevas disposiciones reglamentan las reformas introducidas en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, elaborado por el mismo Sturzenegger y presentado con pompa en diciembre pasado.

“Modernizar y desburocratizar”, fue la consigna con la que la Secretaría de Transporte lanzó las medidas. Dentro del habitual discurso contra el Estado del Gobierno argentino, la promesa consiste en que darle vía libre al mercado fomentará la transparencia, una “mayor conectividad, más frecuencias y nuevas empresas aéreas”, así como “tarifas más competitivas para que más personas puedan volar”.

Mantas en contra de la privatización de Aerolíneas Argentinas en las calles de Buenos Aires, el 9 de mayo.Anita Pouchard Serra (EL PAÍS)

Milei retoma así iniciativas similares a las que había ensayado el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), luego desandadas por la Administración del peronista Alberto Fernández (2019-2023). Centralmente, el decreto publicado este miércoles habilita el ingreso de nuevos operadores, nacionales o extranjeros, para la prestación de servicios de transporte aéreo local e internacional de pasajeros o de cargas. Al reducir las exigencias y controles para otorgar rutas, el Gobierno publicitó que a pequeñas aeronaves se les facilitará hacer vuelos comerciales entre ciudades y provincias.

La normativa también desregula el servicio de rampas en aeropuertos, que incluye las actividades ligadas al ascenso y descenso de pasajeros, carga y descarga de equipaje, señalamientos, remolque y limpieza de aviones, entre otras. Hasta el momento, la empresa pública Intercargo realizaba la mayoría de esas tareas; desde ahora se permitirá el ingreso de más operadores.

Además, los decretos instruyen a la Secretaría de Transporte elaborar un Reglamento de Asignación de Capacidad y/o Frecuencias para servicios nacionales o internacionales. La aspiración del Gobierno es quitarle la prioridad a Aerolíneas Argentinas en el uso de los aeropuertos, en la asignación de posiciones y horarios de vuelo.

Los principales sindicatos de trabajadores del sector cuestionaron la desregulación. Tanto el secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, como el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, advirtieron que el decreto implica “una entrega de la soberanía del espacio aéreo a empresas extranjeras”. También alertaron sobre los riesgos en seguridad que traerá la merma de controles y exigencias.

Al margen del naciente conflicto por la desregulación, los pilotos de aviones están reclamando un aumento de sueldos porque, según denuncian, perdieron el 60% de su poder adquisitivo ante el avance de la inflación. Este viernes, último día de clases en gran parte del país, antes de las vacaciones de invierno, APLA realizará medidas de “acción directa”, con cancelaciones de vuelos incluidas, para exigir que las autoridades de Aerolíneas Argentinas acepten negociar una mejora salarial.

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