Dos argentinos cumplen un mes y medio en prisión por insinuar en redes que la esposa de un gobernador le fue infiel
Los detenidos enfrentan penas de hasta ocho años por “lesionar psicológicamente” a la cónyuge del ahora exmandatario de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, y afirmar que no es padre biológico de una de sus hijas
El profesor universitario Nahuel Morandini y el trabajador independiente Roque Villegas viven en prisión desde el pasado 4 de enero. La fiscalía de la provincia de Jujuy, en el norte andino de Argentina, les acusa de dañar psicológicamente a la esposa del ahora exgobernador provincial, Gerardo Morales, y de “poner en cuestión” la identidad de la hija de dos años. Morandini y Villegas no se conocían, pero a finales de diciembre ambos bromearon en sus redes sociales con que Tulia Snopek le había sido infiel a su marido, que gobernó la provincia entre 2015 y 2023, con un músico folclórico. Snopek...
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El profesor universitario Nahuel Morandini y el trabajador independiente Roque Villegas viven en prisión desde el pasado 4 de enero. La fiscalía de la provincia de Jujuy, en el norte andino de Argentina, les acusa de dañar psicológicamente a la esposa del ahora exgobernador provincial, Gerardo Morales, y de “poner en cuestión” la identidad de la hija de dos años. Morandini y Villegas no se conocían, pero a finales de diciembre ambos bromearon en sus redes sociales con que Tulia Snopek le había sido infiel a su marido, que gobernó la provincia entre 2015 y 2023, con un músico folclórico. Snopek los denunció a principios de enero y ahora, al filo cumplir los dos meses reglamentarios de la prisión preventiva en Argentina, ambos enfrentarán un juicio que los puede dejar en la cárcel por hasta ocho años.
El pasado 26 de diciembre, Morandini escribió en su cuenta X -antes Twitter- una especulación sobre las festividades de carnaval en su provincia. El ingeniero ambiental de 45 años, profesor en la Universidad de Salta, decía que la banda folclórica Los Tekis tenía problemas para llevar a cabo su tradicional fiesta de carnaval a mediados de febrero porque uno de sus miembros “le enseña a tocar la quena [un instrumento de vientos andino] a la mujer del exgobernador”. Una semana después, el 4 de enero, escribió su último tuit: “Bueno, la cana [policía] de Jujuy me acaba de citar, todo indica que es por mi actividad acá. Así estamos”. Está en prisión desde entonces.
La fiscalía argumenta, según documentos a los que tuvo acceso el diario La Nación, que ese día empezó a viralizarse el rumor de que la esposa de Morales le había sido infiel con un instrumentista de una de las agrupaciones folclóricas más populares de la provincia. “Uno tira la piedrita y el vidrio se rompe en mil pedazos”, sostuvo el fiscal Hugo Rondón, de acuerdo al vídeo de una de las audiencias del caso al que tuvo acceso La Nación.
El fiscal afirmó que Snopek, casada con Morales desde 2018, sufrió un “serio estrés” por los rumores que después llegaron a promover la idea de que la hija menor del exgobernador podría ser fruto de la infidelidad. “La virginidad existencial de una menor de dos años no se puede reparar, será una querella, pero el daño es irreparable”, dijo en esa audiencia del 5 de enero el fiscal, y promovió entonces la prisión preventiva. Junto a Morandini fue arrestado Roque Villegas, de 42 años, un trabajador independiente que se dedica a la serigrafía. Su delito fue reproducir otras publicaciones en Facebook que hacían alusión a la infidelidad.
La causa en la que ambos son investigados los acusa de lesiones psicológicas agravadas por violencia machista y del delito de “supresión de la identidad” de un menor de 10 años, un delito cargado de simbolismo en Argentina por los cientos de bebés que nacieron en cautiverio durante la dictadura militar y que todavía son buscados por sus familias biológicas. Las penas de ambos crímenes suman hasta ocho años de prisión.
La reclusión de ambos hombres desde hace 48 días ha indignado a buena parte del arco político argentino y llegó, este jueves, a los grandes medios nacionales. El actual gobernador jujeño, Carlos Sadir, que asumió el poder el pasado 10 de diciembre como delfín de Morales, intentó desligar su novísimo gobierno del caso. “Es una cuestión que maneja la Justicia. Tiene que ver con la afectación de derechos de los niños. Yo no tengo la más mínima participación”, dijo esta mañana en una entrevista radial. El abogado de Morandini, Marcos Aldazabal, le contestó en X: “Es mentira: su gobierno es querellante a través del Concejo Provincial de la Mujer, que suele no presentarse a querellar en casos de abuso sexual, pero se presentó acá”.
Morales, que fue precandidato vicepresidencial en las elecciones del año pasado en una de las fórmulas de la alianza política que lidera el expresidente Mauricio Macri, gobernó Jujuy durante los últimos ocho años con fama de severo. En junio pasado, Jujuy fue noticia internacional por la represión a las protestas de comunidades indígenas, sindicatos y organizaciones sociales que se manifestaban en contra de una reforma exprés a la constitución provincial que preveía suprimir el derecho a la protesta y cambiar la legislación que protege los territorios indígenas. Al menos 170 personas fueron heridas con balazos de goma y gases lacrimógenos durante las protestas. Tras semanas de conflicto, unas 70 fueron arrestadas, muchas de ellas sin justificación, como detalló el informe de Amnistía Internacional.
Ese mismo junio, Morales fue el foco de otra polémica. El gobernador había invitado al cineasta y activista ambiental James Cameron a visitar un parque solar tras una serie de conferencias en Argentina. Al día siguiente, Cameron convocó a varios medios -incluido EL PAÍS- para denunciar que el Gobierno jujeño lo había “emboscado” y lo estaba usando para “limpiar la imagen de la extracción del litio”. Tras su reunión con Morales, comunidades locales le informaron al director de Avatar y de Titanic que las empresas mineras de la zona atropellaban sus derechos sobre sus tierras. “En un conflicto entre la industria extractiva y las comunidades indígenas, yo siempre voy a estar del lado de las comunidades”, dijo Cameron en una entrevista con este periódico.
Organizaciones de Derechos Humanos como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) buscan desde hace semanas que organismos internacionales presten atención a la detención de Morandini y Villegas. “La justicia de Jujuy le prohibió hablar del caso a familiares y allegados de Nahuel Morandini. También obligó a Nahuel Villegas a la realización de un tratamiento psiquiátrico por supuestamente ejercer violencia de género. Todos estos métodos representan la utilización del derecho penal para criminalizar la libertad de expresión”, denunció el CELS en un comunicado del pasado 8 de febrero.
A finales de enero, el tema incluso llegó al Congreso Nacional. Mientras los diputados debatían, sin éxito, la gran ley de desguace del Estado del presidente Javier Milei, dos de ellos denunciaron la detención. Alejandro Vilca, un conocido activista jujeño y diputado del Frente de Izquierda, solicitó la libertad de ambos en “repudio al régimen policial de Morales”. Le acompañó un peronista de su provincia. “Cayeron los más débiles para dar el escarmiento de lo que puede pasar si hablan de lo que hizo el exgobernador Morales”, afirmó Guillermo Snopek, hijo de un antiguo senador nacional y hermano de la exprimera dama jujeña que denuncia los agravios de ambos hombres.
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