Un helicóptero, una red y una cárcel de máxima seguridad: Argentina investiga la fuga frustrada de un capo narco
La justicia indaga a Esteban Lindor Alvarado tras desbaratar su plan de huida de una cárcel de máxima seguridad
Esteban Lindor Alvarado, de 43 años, es uno de los principales líderes narcocriminales de la ciudad argentina de Rosario. El pasado junio fue condenado a prisión perpetua por encabezar desde la cárcel una asociación ilícita destinada a cometer homicidios, extorsiones y amenazas entre 2012 y 2018. El pasado viernes planeaba protagonizar una fuga de película desde el penal de máxima seguridad donde cumple condena a cadena perpetua. Un helicóptero tenía planeado acercarse al área de recreo de ...
Esteban Lindor Alvarado, de 43 años, es uno de los principales líderes narcocriminales de la ciudad argentina de Rosario. El pasado junio fue condenado a prisión perpetua por encabezar desde la cárcel una asociación ilícita destinada a cometer homicidios, extorsiones y amenazas entre 2012 y 2018. El pasado viernes planeaba protagonizar una fuga de película desde el penal de máxima seguridad donde cumple condena a cadena perpetua. Un helicóptero tenía planeado acercarse al área de recreo de la cárcel de Ezeiza a primera hora de la tarde, donde lo estaría esperando el capo narco para abordarlo y escapar junto a otro reo, cuya identidad se desconoce.
El plan fue desbaratado tras un trabajo de inteligencia que culminó con el secuestro de la aeronave, una Robinson R44 valorada en cerca de 250.000 euros, y la detención de cuatro personas. Los datos aportados por un testigo de identidad reservada, que reveló que el helicóptero partiría desde un campo situado unos 250 kilómetros al norte de Ezeiza, fueron claves para frustrar la fuga y también para recabar evidencias en los celulares intervenidos por la Justicia.
En la conversación entre Alvarado y el piloto del helicóptero discuten sobre la conveniencia de poner o no una red en la parte inferior de la aeronave para facilitar la maniobra, según chats difundidos por medios locales. Pese al diálogo en poder de la Justicia, el capo narco rechazó las acusaciones y se negó a responder preguntas al ser indagado este lunes de forma virtual.
“Alvarado tenía pensado ejecutar un plan de fuga desde hace aproximadamente seis meses”, dijo en rueda de prensa el director general de Narcocriminalidad de la Policía Federal, Guillermo Cidre. “Si se le ocurre una fuga cinematográfica quiere decir que no le quedó otra alternativa”, agregó Cidre al destacar la seguridad perimetral de la cárcel de Ezeiza, situada a unos pocos kilómetros del principal aeropuerto internacional de Argentina y a más de 300 de Rosario.
De ladrón a jefe de sicarios
Alvarado está considerado uno de los cabecillas de las redes narcocriminales que se expanden cada vez más por Rosario y su periferia, con una violencia que está fuera de control. Su banda está enfrentada a la de Los Monos, del clan Cantero, la más conocida y sanguinaria de esta ciudad argentina.
Antes de convertirse en narcotraficante y disputar poder territorial al clan Cantero, Alvarado dirigió una banda que robaba automóviles de alta gama, un delito por el que fue condenado a seis años de prisión en 2012.
Los teléfonos celulares están prohibidos en las cárceles argentinas, pero aún y así son habituales. Varias investigaciones judiciales han concluido que los celulares permiten que los jefes criminales retengan su poder tras las rejas. En el caso de Alvarado, incluso se acrecentó. En el último fallo contra Alvarado, la Justicia lo encontró culpable de haber ordenado desde prisión el asesinato del prestamista Lucio Maldonado en 2018. Maldonado fue secuestrado y su cuerpo apareció dos días después con las manos atadas a la espalda y tres tiros. Junto al cadáver, los asesinos habían dejado escrito el mensaje “Con la mafia no se jode”.
Rosario, la tercera ciudad más poblada del país sudamericano, atraviesa este año una crisis de seguridad inédita incluso para sus índices de violencia, que quintuplican el promedio de Argentina. En lo que va de 2023, al menos 67 personas han sido asesinadas, casi una por día. El problema traspasó las fronteras y se convirtió en noticia mundial a principios de marzo, cuando uno de los habituales tiroteos contra negocios tuvo como blanco el supermercado de los suegros de Lionel Messi y dejaron una amenaza contra el astro del fútbol argentino.
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