Argentina recupera los próceres y elimina los animales de sus billetes
El Gobierno imprime una nueva serie que por primera vez mantiene la paridad de género
Eva Perón vuelve al billete de 100 pesos argentinos y el libertador José de San Martin, al de 1.000. En el de 200 pesos, el gaucho Martín Miguel de Güemes comparte espacio con Juana Azurduy, heroína de la independencia. El rostro de Manuel Belgrano, creador de la bandera, aparece junto al de María Remedios del Valle, “la capitana”, en los billetes de 500 pesos. Estos héroes y heroínas nacionales reemplazarán antes de fin de año a...
Eva Perón vuelve al billete de 100 pesos argentinos y el libertador José de San Martin, al de 1.000. En el de 200 pesos, el gaucho Martín Miguel de Güemes comparte espacio con Juana Azurduy, heroína de la independencia. El rostro de Manuel Belgrano, creador de la bandera, aparece junto al de María Remedios del Valle, “la capitana”, en los billetes de 500 pesos. Estos héroes y heroínas nacionales reemplazarán antes de fin de año a las figuras de animales que el Gobierno de Mauricio Macri estampó en 2016 en los billetes de curso legal de Argentina. Ya no habrá ballenas ni yaguaretés. “No tengo nada contra los animales”, dijo el presidente Fernández, pero “que un animal reemplace a figuras de la talla de San Martín y Belgrano me parecía imposible”.
El Gobierno argentino quiso que la presentación de los nuevos billetes de curso legal fuera un acto político. Una docena de gobernadores participaron del acto, organizado para unas 200 personas en el Museo del Bicentenario, un recinto ubicado en los subsuelos de la Casa Rosada recuperado de los vestigios de una aduana que daba al Río de la Plata. “La moneda es un instrumento de soberanía a la que nunca vamos a renunciar, aunque algunos quieran eso”, dijo, en referencia a los planes de dolarización que algunos círculos de la derecha liberal proponen como solución al derrumbe del peso.
Esos mismos pesos son lo que el Gobierno ha querido revalorizar, aunque solo sea desde los símbolos. Es que no le ha ido bien a la moneda argentina durante las últimas décadas, producto de una inflación crónica que perdura. Cuando la dictadura entregó el poder en 1983, circulaba entre los argentinos un billete de un millón de pesos. Desde aquel año, la moneda ha perdido 10 ceros: un hipotético billete de mil millones de entonces, ahora vale uno.
El billete actual de 1.000 pesos, que llevará a San Martín, seguirá siendo el de más alta denominación. Cuando salió a la calle en diciembre de 2017, ilustrado con un hornero, podía canjearse por casi 60 dólares. Menos de cinco años después, solo alcanza para comprar ocho dólares en el mercado oficial o menos de cinco dólares en el mercado negro, el único al que tienen acceso los ahorristas privados. El presidente Fernández aclaró que no está en los planes emitir un papel de mayor denominación, como reclaman bancos y otras entidades financieras para facilitar la logística. A cambio, la Casa Rosada pretende desalentar el uso de billetes físicos con la promoción de las operaciones electrónicas.
El reemplazo de los animales por héroes y heroínas no cayó bien en el macrismo. El expresidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dijo que con la impresión de billetes con animales autóctonos en 2016 “se quiso pasar de la solemnidad a una alegría más vital”. “Se buscaba enfatizar, además, la vitalidad de una sociedad que se conectaba de manera concreta con sus problemas actuales y futuros”, agregó.
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