Protestas y bloqueos de carreteras en Bolivia contra la eliminación de los subsidios a la gasolina
El presidente Rodrigo Paz llama al diálogo, pero descarta la derogación del decreto
La presión contra el presidente Rodrigo Paz por eliminar la subvención a la gasolina se extiende por Bolivia. Manifestantes contra el decreto 5503, que entre otros puntos suprime ese subsidio, bloquearon carreteras en seis de los nueve departamentos que conforman el país, según la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). En ciudades como La Paz o Cochabamba se registraron manifestaciones que cerraron calles y en Santa Cruz el transporte público entró en su cuarto día de paro. El presidente Rodrigo Paz llamó al diálogo, pero aseguró que no retrocederá en una medida que considera esencial para reducir el déficit fiscal, que supera el 12% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el Banco Central.
Más de 3.000 mineros de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia descendieron por la mañana desde la ciudad de El Alto hasta la sede de Gobierno, en La Paz. La marcha fue secundada por la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor confederación sindical del país. El secretario general de la entidad, Mario Argollo, aseguró a su llegada al Palacio de Gobierno que los sectores más vulnerables serán las principales víctimas del efecto dominó que causará la subida del precio del combustible. “Tienen que gobernar para todos los bolivianos; quitaron el impuesto a las grandes fortunas y le dieron perdonazo a los millonarios. Los empresarios y banqueros no votaron por Paz, votaron las grandes mayorías, a las que ahora les están dando la espalda”, afirmó.
En Cochabamba, en tanto, llegó al mediodía una marcha de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico, cuyo presidente es el exjefe de Estado Evo Morales. El líder indígena no acudió a la protesta, al pesar sobre él una orden de aprehensión por no presentarse a declarar en un caso de trata y tráfico de personas, pero se mostró activo en X criticando otro de los artículos del decreto promulgado el pasado miércoles: “Se dispone la total liberación de las exportaciones de maíz, sorgo y otros productos, sin establecer mecanismos alternativos que garanticen el abastecimiento interno, lo que puede generar mayor presión inflacionaria sobre los alimentos básicos”. En la misma ciudad, fabriles y vecinos cerraron calles exigiendo la abrogación de la medida.
También se esperaba para este lunes un paro laboral anunciado por la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, pero el domingo por la noche llegaron a un acuerdo con el Gobierno. En la reunión, el Ejecutivo llamó a coordinar entre conductores y gobiernos municipales la nueva tarifa del transporte público. Sin el apoyo financiero estatal, el precio de la gasolina pasó de 0,54 dólares por litro a 1 dólar. No obstante, la mayor parte del parque automotor de transporte público utiliza diésel —que subió de 0,50 a 1,40 dólares— y gas natural, que ahora cuesta 0,39 dólares, un 64% más que antes. Durante el fin de semana, los precios del pasaje subieron de forma arbitraria, llegando a duplicarse. Lo mismo ocurrió con los boletos para viajes interdepartamentales.
Paz mantiene firme su postura de no modificar el decreto, aunque sostiene que “todo es mejorable”: “El Estado es una garrapata para el pueblo (…) nos está doliendo porque estás sacando al que te estaba chupando la sangre”. Para aminorar el impacto social de la quita del subsidio, la medida incluye un aumento del salario mínimo del 20%, la subida de la renta para adultos mayores y un incremento del bono Juancito Pinto, destinado a estudiantes de primaria.
Después de la marcha de los mineros al Palacio de Gobierno, la Fencomin mantuvo una reunión por horas con el presidente que acabó por la noche con un acuerdo de siete puntos. El Gobierno se comprometió a controlar los precios de los productos de la canasta básica y agarantizar combustible al sector minero.
Una de las principales críticas a la ley fue su implementación “de shock” y no de forma gradual, como sostuvo el vicepresidente Edmand Lara, en constante desencuentro con Paz: “El levantamiento del apoyo debía realizarse conforme se iba reactivando nuestra economía, aún muy golpeada”. El presidente respondió que “no hay recursos para hacerlo de forma gradual”: “Yo quisiera hacerlo de manera progresiva para ayudar a la gente e ir entrando a una normalidad, pero no tengo cómo. Nos han dejado un país quebrado”, afirmó en referencia al anterior gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), al que responsabiliza de la crisis.
Para el mandatario, la medida de “shock” era la única salida para una economía en recesión hasta 2027, según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), y cuya inflación interanual en noviembre fue de alrededor del 20%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE).