El Gobierno interino de Perú prepara un estado de emergencia en Lima ante la crisis de violencia
El presidente del Consejo de Ministros anuncia la medida tras una marcha contra el Ejecutivo y el Congreso en la que un policía mató a un manifestante
El Gobierno interino de Perú se prepara para declarar el estado de emergencia en la zona metropolitana de Lima argumentando el incremento de la criminalidad en la ciudad. Así lo anunció el jueves por la noche el presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, nombrado esta semana por el presidente de transición, José Jerí. La medida, además, estará acompañada, según indicó, por un paquete de acciones orientadas a reforzar la seguridad ciudadana.
Álvarez, desde Palacio de Gobierno y acompañado de otros ministros, aseguró que no se trata de una decisión meramente retórica: “Vamos a anunciar la decisión del Gobierno de declarar en emergencia, por lo menos Lima Metropolitana, pero esto a diferencia de otras ocasiones no puede ser simplemente una declaratoria etérea, subjetiva, que no sirva al ciudadano común. Tiene que venir acompañado de un paquete de medidas concretas y eficaces”.
La medida, en cualquier caso, todavía no ha sido oficializada la mañana de este viernes. El ministro explicó que deben analizar qué otros recursos van a implementar. “El presidente de la República nos ha encomendado preparar ese paquete de medidas, someterlo al debate técnico, en el menor tiempo posible. Por eso, los ministros nos encontramos en sesión permanente”, sostuvo.
Esta medida, cuando se formalice, afectará a más de 10 millones de personas que viven en Lima. Con esta, el Gobierno queda facultado para enviar a los militares a las calles a patrullar. Durante este período, se pueden además restringir derechos constitucionales como la inviolabilidad de domicilio, la libertad de tránsito, reunión y seguridad personal. La decisión ha sido ampliamente criticada por la ciudadanía, ya que esta no es la primera vez que un Gobierno declara el estado de emergencia para combatir la inseguridad. Ninguno ha tenido mayor efecto.
En los últimos días, los asesinatos en la vía pública no han cesado. La misma noche que el Gabinete emitió este comunicado, en el distrito de Lurín, al sur de Lima, un bus del transporte público fue interceptado y atacado a balazos. El conductor y el cobrador murieron ahí mismo. Algunos pasajeros también fueron heridos. Por ello, este viernes, los transportistas han decidido hacer un apagado de motores simbólico, de tres minutos de duración, en honor a las víctimas.
En ese sentido, Álvarez no descartó que una de las medidas sea instaurar el toque de queda. “El toque de queda, así como la limitación de la libertad individual de los motociclistas, ya son medidas recurrentes que se han establecido antes, pero que, por la especificidad de la criminalidad violenta, no siempre han logrado un resultado efectivo, real”, dijo. Y añadió: “Toda medida que limita la libertad debe tener proporcionalidad y racionalidad. Por eso vamos a tomarnos algunas horas en revisar y medir la posible efectividad de la declaratoria de emergencia”, enfatizó.
Esta medida llega, además, el día después de la marcha nacional del 15 de octubre que tuvo lugar en diferentes ciudades del Perú. En Lima, la marcha tuvo episodios graves de violencia, uno terminó con el asesinato de un joven por parte de un policía; además, más de cien personas resultaron heridas. Esta situación ha generado aún más descontento en los ciudadanos, quienes al día siguiente de la muerte de Eduardo Ruiz, un artista de la escena del hip hop limeño, hicieron una vigilia en donde fue asesinado. Desde el Ejecutivo, han criticado la actitud de los manifestantes y han defendido el actuar de los agentes policiales durante la manifestación.
El Tribunal Constitucional (TC) de Perú se ha pronunciado en ocasiones anteriores sobre los estados de emergencia. Indicó que esta medida debe entenderse como un mecanismo extremo y temporal, así como un último recurso.