Venezuela aprueba un “tratado de asociación estratégica” con Rusia en plena crisis militar con Estados Unidos
El chavismo también ha exhibido cazas equipados con misiles antibuques
La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada ampliamente por la bancada chavista, ha aprobado, en primera discusión, la que ha llamado Ley Aprobatoria del Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación entre Venezuela y Rusia, como rezaba en el orden del día. Esta alianza surge en plena escalada militar con Estados Unidos, que ya ha pulverizado tres embarcaciones salidas de costas venezolanas y ha repetido en varias ocasiones que Nicolás Maduro, su presidente, deberá responder ante la justicia estadounidense por liderar, supuestamente, un cártel de la droga.
La medida supone un instrumento legal que ampliaría el campo para la cooperación política y económica con el gigante euroasiático, país con el cual ya existen importantes acuerdos en materia militar. Por ejemplo, en Venezuela opera una fábrica de fusiles AK-103 Kaláshnikov con licencia nacional.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo venezolano han tenido este año un par de encuentros personales, en los cuales el exagente de la KGB ha celebrado la presencia de Maduro en el poder, ha elogiado el estatus actual de la cooperación entre ambos países, y ha manifestado la voluntad de ambos gobiernos de profundizarlas.
El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela adelanta esta iniciativa mientras aumenta la tensión militar y política con Estados Unidos. Algunos de los miembros más importantes del Gobierno de Donald Trump —como el secretario de Estado, Marco Rubio— no esconden su animadversión a Maduro y al resto de la nomenclatura chavista. Rubio ha sido muy enfático a la hora de pedir el derrocamiento del presidente venezolano, que el 28 de julio del año pasado cometió un fraude electoral para reelegirse. Putin se ha mantenido en silencio en medio de este duro intercambio verbal que mantiene Caracas con el Gobierno estadounidense de Donald Trump, que se ha traducido en una inédita crisis política.
Las acusaciones a Maduro como líder del Cártel de los Soles y promotor del Tren de Aragua, organizaciones criminales venezolanas, son negadas diariamente por los dirigentes de la revolución bolivariana, quienes aseguran que el país es territorio libre en materia de cultivos, y sostienen que estos señalamientos buscan producir un incidente que busque forzar un cambio de régimen en Venezuela.
El chavismo ha querido este jueves exhibir su poder de fuego. La Aviación Militar Bolivariana (AMB) ha difundido imágenes de aviones de caza de fabricación rusa, los Sukhoi Su-30, equipados con misiles antibuque. En unas imágenes en Instagram, los cazas están alineados en una pista y toman vuelo. A su vez, 2.500 efectivos de élite de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y parte importante del material bélico de la armada venezolana, han sido convocados a la isla de la Orchila, en el caribe venezolano. Allí se van a ejecutar una serie de ejercicios militares de tres días en estado de alerta, que estaría previendo escenarios hostiles en alta mar. Se trata de la operación que el chavismo ha bautizado como Caribe Soberano 200.
Son semanas de máxima agitación en Caracas ante el temor de una invasión. Maduro instaló lo que ha llamado el Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, un foro integrado por actores civiles chavistas e independientes (igualmente chavistas), empresarios vinculados al régimen, universidades privadas y públicas, sindicatos y políticos opositores tolerados por el Gobierno, en la cual se hizo un nuevo llamado a procurar la paz y defender la integridad de la patria.
Mientras, Trump negó ayer ante la prensa a bordo del avión presidencial Air Force One que haya mantenido conversaciones con miembros de su Gobierno para planear “un cambio de régimen”, informa Efe.
Como suele suceder en momentos de presión, el liderazgo chavista adoptó un discurso plural y unitario. Al mismo tiempo, el PSUV hace un enorme esfuerzo por vincular a la población al problema, y ha organizado múltiples jornadas políticas con el argumento de la defensa nacional.
Maduro y Diosdado Cabello, los dos jerarcas del chavismo en el poder, han advertido en varias ocasiones que “una agresión a Venezuela”, traería consigo “un escenario de lucha armada, bajo el criterio de la resistencia permanente prolongada”. Un escenario en el cual las exigencias militares podrían desbordarse sobre la cotidianidad civil.
Cabello ha hecho algunas alusiones muy específicas a sus adversarios en el marco político venezolano actual: “Los enemigos de la patria que están dentro, los caballos de troya, tiene que saber que serán tratados como tales en un escenario de agresión extranjera. Yo no sé dónde se van a meter”. Rubio y senadores republicanos han advertido a los dirigentes chavistas que emprender alguna acción contra María Corina Machado, la líder de la oposición, sería fatal para ellos.