Estados Unidos da un mes a Chevron para suspender sus operaciones en Venezuela
El Departamento del Tesoro ha puesto fin a las licencias aprobadas por la Administración Biden. La salida de la petrolera puede implicar un duro golpe a la economía del país sudamericano
La amenaza de Donald Trump de terminar las licencias que permitían la operación de la petrolera estadounidense Chevron en Venezuela se ha concretado. Este martes el Departamento del Tesoro actualizó la norma para dejarla sin efecto y ordenar un “cese gradual” de las actividades en el país que tendrá como límite el 3 de abril; es decir, dentro de un mes deberá desmontar sus operaciones en país. Hasta la medianoche de ese día podrán hacerse transacciones d...
La amenaza de Donald Trump de terminar las licencias que permitían la operación de la petrolera estadounidense Chevron en Venezuela se ha concretado. Este martes el Departamento del Tesoro actualizó la norma para dejarla sin efecto y ordenar un “cese gradual” de las actividades en el país que tendrá como límite el 3 de abril; es decir, dentro de un mes deberá desmontar sus operaciones en país. Hasta la medianoche de ese día podrán hacerse transacciones de la empresa y sus subsidiarias, pero nada relacionado con el pago de impuestos, regalías y dividendos a PDVSA. El chavismo ha acusado a la oposición de haber influido en esta decisión.
El escenario es mucho más estrecho que lo que se preveía cuando Donald Trump publicó en un mensaje en su red social Truth que revocaría las licencias. Y lo hizo mientras la dirigente María Corina Machado conversaba con su hijo Don Trump Jr en su podcast. Ante la falta de los documentos oficiales de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos que han aparecido hoy, la licencia se renovó automáticamente el 1 de marzo, como lo establecía su mecanismo oficial. El Gobierno de Nicolás Maduro fue cauteloso en su reacción al anuncio y aseguró que la medida afectaba más Chevron que a Venezuela. Los analistas esperaban un margen de seis meses para el final de las operaciones, en el que también fuera posible una renegociación de la medida. El lapso se ha reducido a menos de un mes.
En un comunicado, el Gobierno de Venezuela ha señalado a la oposición de hacer lobby con la Administración de Donald Trump, con la que Nicolás Maduro creía entenderse luego de recibir a su enviado especial Richard Grennel y haber intercambiado presos estadounidenses por vuelos con deportados venezolanos. “El nuevo Gobierno de los EE UU ha sucumbido a la presión de sectores opositores fracasados y derrotados de Venezuela al sancionar definitivamente a la empresa estadounidense Chevron”, dice el comunicado. “Hoy gracias al extremismo venezolanos, Chevron ha sido apartada de sus operaciones en el país”.
El señalamiento directo a la oposición, más que a la Casa Blanca, tiene implicaciones A finales de 2024, la Asamblea Nacional aprobó la Ley Simón Bolívar contra el Bloqueo Imperialista en la que impone severas penas a quienes, desde el punto de vista del chavismo, “promuevan, invoquen, respalden o participen en la imposición de medidas coercitivas unilaterales y otras medidas restrictivas o punitivas, así como de acciones contra la seguridad de la Nación”. Esta ley, han advertido defensores de derechos humanos, podría ser una nueva palanca represiva a usar por el Gobierno chavista. Un sector de la oposición, en particular el que orbita en torno Machado, han abogado por la aplicación de este tipo de presión internacional al chavismo y cuando Trump lo anunció dijo que era “un gran paso contra Maduro”.
Las licencias dadas durante la Administración de Biden a Chevron, en 2022, en un marco de negociaciones con el chavismo, permitieron a Venezuela salir de la postración. La actividad de Chevron estuvo autorizada para pagar deudas de PDVSA con la multinacional, pero a la larga permitió reactivar la industria petrolera venezolana, desmantelada por años de malos manejos.
Chevron se hace determinante para el trazado de escenarios económicos en Venezuela. La salida implicará seguramente un aumento de la inflación, porque el Gobierno tendrá grandes dificultades para contener el tipo de cambio. Por ahora, Maduro ha ordenado la activación del “Plan Independencia Productiva Absoluta”, como tantos otros con los que ha intentado reactivar el aparato económico y el chavismo ha adoptado un nuevo lema: “No esperemos nada sino de nosotros mismos”, que atribuyen al prócer José Gervasio Artigas. Está por verse qué pasará con las cartas de conformidad que el año pasado se otorgaron a otras empresas como Repsol y Eni en el marco del reajuste de las sanciones que hizo Washington en respuesta a las violaciones al Acuerdo de Barbados por parte del Gobierno por la prohibición de la candidatura de Machado y otros obstáculos impuestos al proceso electoral del pasado 28 de julio.