El Gobierno cubano retoma las excarcelaciones de presos políticos con la concesión de libertad condicional al menos a 11 personas
El Ejecutivo de Miguel Díaz-Canel puso en pausa las liberaciones tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca
Las últimas semanas apuntaban a que el Gobierno cubano había puesto fin a las excarcelaciones iniciadas en el mes de enero, con la intermediación de El Vaticano y la breve salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Aunque el Ejecutivo de Miguel Díaz-Canel no ha hecho un anuncio oficial, se conoció a través de activistas y organismos en defensa de los derechos humanos que al menos 11 presos políticos fueron excarcelados entre el jueves y el viernes de esta semana. Las autoridades cubanas —que no reconocen a estas personas como presos por motivos políticos— han aclarado antes que no se trata de una amnistía o un indulto, sino de “beneficios de excarcelación anticipada” y que, por tanto, no están exentos de volver a prisión.
A solo seis días de que Biden le cediera el cargo de presidente a Trump, trascendió que un total de 553 presos iban a ser excarcelados, aunque el Gobierno de Díaz-Canel nunca admitió que se tratara de una decisión que llegaba después de la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. El papa Francisco calificó la acción como “un gesto de gran esperanza”. No obstante, bastó con que Trump retomara su política hostil hacia la isla para que el gobierno detuviera la excarcelación que en enero alcanzó la cifra 172 presos políticos, aunque se desconocen el número total que incluiría a otros presos.
A pesar de que en las últimas semanas el nuevo secretario de Estado, el cubanoamericano Marco Rubio, ha dictado una serie de medidas que asfixian económicamente al gobierno de La Habana —como la emisión de visas a funcionarios cubanos o las sanciones a empresas de envío de remesas—, ahora Cuba excarcela a más de una decena de presos políticos que vuelven a casa con ciertas advertencias, como la prohibición de participar en manifestaciones públicas, o hacer declaraciones contrarias al régimen en la prensa o las redes sociales.
Es por eso que muchos abogados y activistas insisten en que no se trata de una liberación, sino de una excarcelación. El abogado cubano Raudiel Peña Barrios, miembro del grupo de asesoría legal Cubalex, confirmó a EL PAÍS que hasta el momento las excarcelaciones que registran se han llevado a cabo a través de la libertad condicional, “una de las figuras que se usó a principios de este proceso”.
Hasta hoy es una interrogante el porqué el Gobierno decide retomar las excarcelaciones, que tienen lugar en la misma semana que llega el segundo vuelo con más de cien deportados cubanos por la administración de Donald Trump, a pesar de que La Habana se reserva la decisión de aceptar o no a los deportados, desde que firmara con Barack Obama un acuerdo para recibir ese tipo de vuelos.
Yaxys Cires, director de estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, insiste en que probablemente nada es gratuito y que “el régimen siempre ha usado a los presos políticos como instrumento para obtener concesiones internacionales o para enviar algún mensaje político”. “No hay razones para pensar que esta ‘reactivación’ de las excarcelaciones sea por otros motivos, el régimen está haciendo malabarismos políticos ante la gran incertidumbre internacional, en especial con respecto a las relaciones con Estados Unidos y ante la decepción de varios gobiernos europeos por las violaciones al Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con la Unión Europea”, sostuvo.
Hasta el momento se conoce la identidad de algunos de los presos políticos que permanecen tras las rejas, la mayoría por su participación en las protestas masivas del 11 de julio de 2021, que dejó un saldo de más de mil detenidos en todo el país. Entre ellos se encuentran Iván Arocha Quiala, condenado a 10 años de prisión salir a las calles hace casi cuatro años; Ohaurys Rondón Rivero, miembro del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR); Brusnevis Adrian Cabrera Gutierrez, que se mantenía cumpliendo condena en la prisión del Combinado del Este; Yaquelín Castillo García, que permanecía en la Prisión de Mujeres de Occidente, en El Guatao; la joven de Yunaiky Linares, quien se manifestó en las protestas antisistema de julio en La Habana; el presos político Lázaro Antonio Rodríguez Jeréz, que cumplía una condena de 10 años o Andy Alexis Martín Pérez, quien estaba sentenciado a la misma cantidad de tiempo.
Desde que se anunciaron las excarcelaciones a inicios de años, familiares, activistas y organizaciones internacionales han reclamado la liberación de todos los presos políticos en el país, algunos rostros muy conocidos como los del artista Luis Manuel Otero Alcántara o el rapero Maykel Osorbo. Recientemente Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, denunció que este proceso de excarcelaciones “ha estado lleno de irregularidades y falta de transparencia estatal”. También insistió en que las autoridades cubanas “no han hecho un reconocimiento de la existencia de personas detenidas por razones políticas, no se ha publicado un listado de nombres de quienes se incluirán en este proceso y no han tenido la voluntad de garantizar una libertad inmediata e incondicional de presos de conciencia”.