Petro elige al exmagistrado César Julio Valencia Copete como nuevo ministro de Justicia de Colombia
El abogado caleño, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, será el remplazo de Eduardo Montealegre
El exmagistrado Cesar Julio Valencia Copete (Cali, 72 años) será el nuevo ministro de justicia de Colombia. El presidente Gustavo Petro ha elegido al experimentado abogado en reemplazo de Eduardo Montealegre, quien hace un mes dejó el cargo en medio de diferencias con el ministro del Interior, Armando Benedetti, y con el procurador general Gregorio Eljach. “En honor a los magistrados perseguidos, será ministro de Justicia el exmagistrado César Julio Valencia Copete”, ha escrito el mandatario, en alusión al tiempo en el que Valencia, como presidente de la Corte Suprema de Justicia, encabezó un duro enfrentamiento con el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
Valencia presidió ese tribunal entre 2007 y 2008, una función de vocero que fue parte de su trabajo como magistrado de la Sala de Casación Civil y Agraria de la misma corporación. Juez de carrera, llegó a la máxima instancia de esa jurisdicción tras de 30 años como juez municipal, juez civil del circuito de Bogotá y magistrado del Tribunal Superior de Bogotá. También fue procurador delegado para la Contratación Estatal durante la procuraduría de Edgardo Maya Villazón. Estudió derecho en la Universidad Externado de Colombia, la misma de Petro y Montealegre y un claustro reconocido por su influencia en la rama judicial y su filosofía liberal. Especialista en derecho comercial, derecho procesal civil y derecho de familia, durante las últimas décadas ha sido profesor en distintas universidades de Colombia y el exterior.
Durante su paso por la Corte, el ahora ministro en ciernes se convirtió en un ícono de la resistencia institucional frente a las presiones del presidente Uribe Vélez. Bajo el liderazgo de Valencia Copete, la alta corte se enfrentó al poderoso expresidente y tuvo un papel determinante en la investigación del escándalo de la parapolítica, que dejó sin curules y en la cárcel a decenas de congresistas por tener vínculos con los grupos paramilitares. La Corte fue víctima de grabaciones ilegales y los poderes Ejecutivo y Judicial vivieron uno de sus mayores choques de la historia de Colombia.
Valencia Copete, además, denunció públicamente que Uribe lo había buscado para incidir en el proceso judicial contra Mario Uribe, exsenador y primo del expresidente, que fue condenado por paramilitarismo. Ese hecho convirtió la ruptura institucional en un choque personal entre quien era entonces un muy popular presidente de derechas, y el magistrado. La pelea llegó a los estrados judiciales porque el expresidente a través de su abogado Jaime Lombana denunció penalmente a Valencia por injuria y calumnia. Valencia se ratificó en sus denuncias. El caso llegó a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Finalmente, el proceso se archivó, pero las relaciones entre ambos quedaron deterioradas.
El caso, además, se tomó los titulares de los principales medios de comunicación. Durante el momento más álgido de la disputa, Valencia Copete insistió a través de un comunicado público en que Uribe sí lo había llamado para saber detalles del proceso de su primo y no solo para indagar por el caso del ex paramilitar José Orlando Moncada, alias Tasmania. “Falta a la verdad el expresidente Uribe cuando afirma que jamás informé a la Sala de Gobierno de la Corte Suprema de Justicia de la llamada telefónica en la que me trató el caso Tasmania (...) Expresamente le informé al presidente encargado de la Corporación, Sigifredo Espinosa, que en la citada llamada, el expresidente Uribe no sólo habló del caso Tasmania, sino además de su referencia a su primo Mario Uribe”, escribió en una carta pública el exmagistrado Valencia..
Ahora, el nuevo ministro tendrá la difícil tarea de mejorar las relaciones entre el presidente Gustavo Petro y la rama del poder judicial. En concreto, con algunos magistrados de la Corte Constitucional, a quienes Petro ha acusado de querer oponerse a sus reformas sociales. También deberá rediseñar la política de paz total para el final del mandato de Petro mediante el trámite de una ley en el Congreso que busca establecer normas claras para lograr el desarme, la desmovilización y la reintegración de los grupos armados ilegales. Valencia Copete tendrá un papel clave en la construcción de mejores relaciones con Estados Unidos en un momento de crisis y deberá enfrentar la violencia y el hacinamiento carcelario que se ha agudizado en los últimos años.
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