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Petro desafía a las entidades que buscan regular sus alocuciones: “Eso se llama golpe de Estado”

El presidente denuncia censura por parte de la Comisión de Regulación de Comunicaciones y del Consejo de Estado, que exige que las intervenciones que frenan la parrilla en los canales públicos y privados, sean más cortas y solo para emergencias

El presidente Gustavo Petro no piensa dejar que nadie mida sus palabras. Después de que tanto el Consejo de Estado como la Comisión de Regulación de Comunicaciones impusieran, en la última semana, frenos y reglas a las alocuciones presidenciales, el jefe de Estado ha decidido salir a la ofensiva en la televisión pública. Petro promocionó en sus redes sociales una entrevista suya en Señal Colombia, el canal de noticias de la empresa de medios públicos, RTVC. Allí lo entrevistó el gerente del lugar, y su amigo de hace varios años, Hollman Morris, sobre lo que el jefe de Estado considera es una censura. “Es una censura contra un presidente que la sociedad actual eligió”, dijo el presidente. “Eso se llama golpe de Estado”, añadió.

El presidente primero se fue contra el Consejo de Estado, el alto tribunal que la semana pasada exigió, en un fallo de primera instancia, que se regule el “uso indebido” que ha hecho Petro de ellas. Deberían ser solo para emergencias, dice la sentencia, y más cortas, porque su larga extensión afecta la pluralidad de la información en los medios, que deben congelar su parrilla por horas para el jefe de Estado. Los magistrados respondían así a una tutela que interpusieron hace meses ciudadanos críticos, entre ellos el asesinado senador Miguel Uribe Turbay, en la que argumentaron que estas transmisiones violaban su derecho a la información, pues unificaban el contenido de todos los canales. El presidente aprovechó que hubiera miembros de la oposición entre los tutelantes para alegar que el fallo viene de sus enemigos políticos, no de una deliberación justa de los jueces. “La oposición censura al presidente”, aseguró el mandatario, quien ya ha denunciado varios golpes de Estado ‘blandos’ durante su mandato.

El miércoles, en obediencia del fallo, la Comisión Nacional de Comunicaciones, una entidad del Estado que hace veeduría los medios, negó una solicitud del presidente para hacer una alocución presidencial sobre el tema de cultivos de coca. La Comisión consideró que dicha intervención no cumplía con los criterios de urgencia, uso excepcional ni delimitación temática, que son los que exige el Consejo de Estado.

Allí, en los estudios de RTVC, el presidente atacó el punto más sensible del fallo del tribunal, que ya ha sido incluso impugnado por la Comisión Nacional de Comunicaciones: ¿quién determina qué es una urgencia o de relevancia inmediata? “El tema de narcotráfico y la descertificación de Colombia, ¿no es un tema de relevancia inmediata?”, preguntó con ironía el presidente. “Y si me remonto a la alocución que hice de temas de la salud, el robo por billones en la salud, ¿no es de relevancia inmediata? ¿No es de interés público?”.

Mauricio Vera, miembro de la Comisión de Contenidos Audiovisuales, concuerda en parte con esta crítica del presidente. “El fallo habla de reducir las alocuciones a lo urgente, como un terremoto o una calamidad. Pero para un gobierno lo urgente también puede ser, digamos, la reforma a la salud, así la oposición no esté de acuerdo que eso es urgente. En política definir qué es lo urgente es más complejo”, dice. Por esa misma razón la CNC impugnó el fallo, porque no considera que deba ser la entidad la que controle, exante, una alocución sin conocer el contenido de lo que se diga. Dicho esto, Vera sí concuerda con el tribunal en que las alocuciones del presidente han sido excesivamente largas y eso sí amenaza la pluralidad informativa. “Las personas se quedan sin posibilidades de otra oferta”, añade.

Petro criticó brevemente que se le pidiera acortar sus palabras, pero sobre todo atacó al CNC como un lugar que está constituido por comisionados que vienen de gobiernos anteriores. “Ellos no son elegidos popularmente, son heredad del pasado, entonces quieren asumir la censura sobre un presidente que fue elegido”, dijo. En realidad son nombrados tras un concurso de méritos en el que tienen que probar una larga trayectoria en el sector. Luego, añadió Petro, si bien uno de los comisionados debe venir del gobierno actual, no le han aprobado a sus candidatos. EL PAÍS supo que al menos uno de los dos postulados no contaba con las credenciales para el cargo. Pero, incluso si se hubiera aprobado la postulación, este comisionado del Gobierno no puede tener un lugar de decisión en la sala que controla los contenidos audiovisuales. Es decir, la sala que ha regulado la alocución del presidente.

En todo caso, Petro aprovechó la ocasión para defender su habilidad como orador y comunicador, una que describe explícitamente como una herramienta contra las dinámicas de los medios privados. Sus alocuciones, dijo, sirven para contrastar “la información mentirosa” de los medios. Cuando Morris le preguntó si por ser tan buen orador es que es tan popular, el jefe de Estado respondió con orgullo: “Se llama un don comunicacional, seductor, cuando trato de explicar de mi corazón, de mi conocimiento, lo que veo de la realidad colombiana”.

Petro ya llevaba al menos 52 alocuciones en lo que lleva de mandato, mucho más que cualquiera de sus predecesores, y no tiene tono de querer ponerles freno. La presión de la decisión del Consejo de Estado sobre la Comisión de Regulación, un organismo independiente en el que ninguno de los comisionados ha sido propuesto por el actual Gobierno, ha surtido efecto. No obstante, con una legislación pendiente de redactarse, y la impugnación por decidirse, el debate sobre los límites entre la censura y el derecho a la información sigue abierto.

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