Antonio Sanguino, ministro de Trabajo: “No vamos a retirar la reforma laboral. Si quieren hundirla, que asuman la responsabilidad política”
El exsenador y antiguo presidente del Partido Verde afirma que si la discusión de la reforma laboral se desbloquea en la Comisión Séptima, el Gobierno no tendría que acudir a la consulta popular
El ministro de Trabajo de Colombia, Antonio Sanguino Páez, sufrió este martes una fuerte derrota política que lo tomó por sorpresa: 8 de los 14 congresistas que integran la Comisión Séptima del Senado firmaron una ponencia para archivar la reforma laboral que se discutirá la próxima semana en el Congreso. Esa decisión, que hunde virtualmente el proyecto de ley, generó la furia del presidente Gustavo Petro y lo llevó a proponer una consulta popular para que los ciudadanos decidan si están de acuerdo con esa reforma y la sanitaria. Aunque aún no se sabe con certeza qué preguntas se incluirían, Sanguino (Ocaña, Norte de Santander, 59 años) se arriesga a lanzar dos: “¿Está de acuerdo usted con que la jornada laboral en Colombia empiece a las 6 de la mañana y termine a las 7 de la noche?”, “¿Está de acuerdo con recibir una remuneración por horas extra, festivos y dominicales?”. El exsenador y antiguo presidente del Partido Verde confía en que la mayoría de los 22 millones de trabajadores del país responderían que sí. Sin embargo, reconoce que si la discusión de la reforma laboral se desbloquea en el Senado, el Gobierno no tendría que acudir a las urnas. “No nos vamos a aferrar a una consulta de manera caprichosa”, dice en entrevista con EL PAÍS.
P. ¿Cómo analiza la decisión de los ocho senadores de firmar la ponencia de archivo de la reforma laboral?
R. Quedé con cierta desazón. Desde que asumí el ministerio del Trabajo empecé a dialogar con todos los senadores y senadoras de la Comisión Séptima porque una de mis responsabilidades es el trámite de la reforma laboral. Había un ambiente muy positivo para que se consolidaran los acuerdos concertados en la Cámara y para discutir lo que todavía generara inquietudes. Concurrí a todas las audiencias públicas que convocó la Comisión y a las cinco mesas técnicas, y este martes se publicó el concepto de viabilidad financiera del Ministerio de Hacienda que pedían varios congresistas. Existía un diálogo muy fluido, acompañado del compromiso de varias senadoras de presentar ponencias alternativas, con modificaciones. Así lo hizo Norma Hurtado, del Partido de la U. Fue la única que cumplió su palabra empeñada.
P. ¿Quiénes incumplieron?
R. Las senadoras Berenice Bedoya del partido ASI y Lorena Ríos de Colombia Justa y Libre habían planteado que no iban a firmar la ponencia de archivo con la que las estaban presionando el senador liberal Miguel Ángel Pinto. Él fue el autor intelectual y material del hundimiento de la reforma a la salud en el pasado. Al final sí firmaron e incumplieron su palabra.
P. ¿Lo tomó por sorpresa la decisión?
R. El martes llegué a la Comisión Séptima porque la presidenta, Nadia Blel, me había dicho que iba a anunciar las ponencias para que el miércoles arrancara la discusión. Pero, oh sorpresa, cuando entré no había nadie, la comisión no estaba sesionando. Aplazaron una hora el inicio y luego le informaron al secretario que se cancelaba. Minutos después aparecieron como escondidos, subrepticiamente, como si fuera un operativo clandestino, los senadores que llevaban la ponencia de archivo con ocho firmas, incluyendo las de estas dos senadoras.
P. ¿Siente que hubo traición?
R. Siento que hubo una actitud desleal en el debate público. Fui congresista y uno tiene que decir sí, cuando va a votar sí, y saber decir no. Esto degrada el debate parlamentario.
P. ¿Cómo fue la reunión con el presidente Petro, y el ministro del Interior, Armando Benedetti?
R. Inmediatamente se supo la noticia, el presidente nos citó a Palacio. Nos reunimos durante dos horas. Allí, con las distintas alternativas, revisamos qué partes del proyecto original podemos expedir por decreto y cuáles podemos llevar a una consulta popular. En una democracia, el pueblo es el depositario del poder. El poder de los senadores y de los funcionarios públicos es prestado, limitado, así que decidimos proponer una consulta popular para destrabar las reformas bloqueadas institucionalmente por esta exigua mayoría de ocho senadores que quieren decidir sobre los derechos de los 22 millones de colombianos que constituyen nuestra fuerza laboral.
P. ¿Qué puntos de la reforma se van a incluir en los decretos?
R. Estamos examinando el paquete. No me quiero anticipar sin tener el suficiente respaldo legal, pero ya hay borradores de por lo menos siete decretos. Pueden ser más. Esperaría que el martes, cuando hay convocadas movilizaciones de trabajadores, podamos presentarle al país los decretos.
P. ¿Van a retirar las reformas del Congreso?
R. Ayer decidimos que siguen. Aún puede ocurrir que estas senadoras que firmaron el archivo rectifiquen su posición y decidan, por ejemplo, acompañar una ponencia alternativa. Ese puede ser un punto importante que recibiríamos con agrado, y que evitaría una decisión nefasta y antidemocrática, propia del filibusterismo, como sería el archivo de la reforma. Los senadores que tengan objeciones podrían coincidir en la ponencia alternativa.
P. El senador Pinto ha dicho públicamente que estaría de acuerdo en acompañar una reforma que incluya pocas cosas, como los aumentos de las horas extra y nocturnas y de los dominicales y festivos. Propone que el Gobierno retire esta reforma y radique una nueva, más corta ¿Lo han pensado?
R. No. Si él creía eso debió haber debatido democráticamente la reforma, pero se empecina en que tenemos que retirarla. No lo vamos a hacer: si quieren hundirla, que lo hagan y asuman la responsabilidad política con los 22 millones de colombianos que constituyen la fuerza laboral. Es una posición mezquina del señor Pinto. Lo que me sorprende es que senadoras Lorena Ríos y Ana Paola Agudelo, sobre quienes tengo una opinión positiva porque respeto su trabajo parlamentario, hayan terminado a la cola de un señor tan gris como Pinto.
P. Entonces, ¿si los senadores reconsideran su decisión de archivar la reforma y le dan trámite, no se haría la consulta popular?
R. Si la discusión se desbloquea no tendríamos la necesidad de acudir a la consulta. No nos vamos a aferrar a ella de manera caprichosa. La consulta surge por el bloqueo institucional de esta mayoría exigua y espuria de ocho senadores de la Comisión Séptima.
P. La aprobación de la reforma en la Cámara fue hace más de seis meses, ¿no era tiempo suficiente para asegurar uno o dos votos en la Comisión Séptima del senado?
R. Si a ti una persona te dice sí, lo primero que haces es confiar su buena fe y en su palabra. No te imaginas que te diga sí, pero en realidad vote no. Eso no es leal. Nunca me había pasado. Estas prácticas degradan el escenario parlamentario. Si lo engañan a uno, imagínense como engañarán al ciudadano de a pie. Eso se llama demagogia, decir una cosa y hacer otra.
P. ¿Ha hablado con las senadoras después de la decisión?
R. Me encontré con Berenice Bedoya, le dije que estaba muy sorprendido y que era muy poco serio lo que había hecho. Espero que rectifique su posición, igual que las demás senadoras. No le neguemos al país este debate. ¿Cuál es el temor? Al final lo que han hecho es poner a un lado el Gobierno y el pueblo, y al frente a un grupo de congresistas.
P. ¿Cómo van a aterrizar la consulta popular?, ¿qué preguntas se van a incluir?
R. Estamos en eso. Yo he estado pensando que una pregunta muy bonita, muy convocante sería “¿Está de acuerdo usted con que la jornada laboral en Colombia empiece a las 6 de la mañana y termine a las 7 de la noche y que reciba una remuneración por horas extra, festivos y dominicales?, ¿si o no?”
P. Parece muy difícil lograr que 13 millones y medio de personas salgan a votar.
R. 15 millones de colombianos pueden decir que sí. El senador Pinto va a votar que no, como él se gana 50 millones de pesos y no trabaja los dominicales ni festivos, no le importa. Una de las preguntas de la consulta anticorrupción sobre bajar el salario de los congresistas obtuvo 12 millones de votos. Creo que la reforma laboral se puede volver muy popular con la consulta.
P. ¿Cree que esta eventual consulta es una oportunidad para empezar anticipadamente la campaña electoral al Congreso y Presidencia de 2026?
R. Si es así, el senador Pinto y su gente se convirtieron en nuestros jefes de campaña.
P. ¿Qué van a hacer si la Plenaria del Senado niega la consulta?
R. Yo quisiera ver a los senadores diciéndole no a que el pueblo se exprese, quisiera verlo.
P. ¿Está de acuerdo con la escisión del Partido Verde?
R. Sí, hay que aprobar la escisión. Eso es como las relaciones tóxicas, es mejor terminarla y terminarla bien. Ya hay mayorías consolidadas para que este lunes se vote la escisión. No tiene sentido seguir aparentando un matrimonio feliz. Si las compañeras, que son minoría, cinco congresistas, se quieren ir, pues bien idas. Y que se ubiquen en el lugar político que quieran, pero no en el Partido Verde.