Los pendientes de Fabio Ochoa y Chupeta, los capos con pista abierta para volver a Colombia
Aunque las autoridades no han confirmado si hay órdenes de captura vigentes contra dos de los narcotraficantes extraditados hace décadas en Estados Unidos, sus nombres reposan en varios expedientes activos
La historia de los grandes carteles de narcotráfico, famosa especialmente por el cartel de Medellín que, capitaneado por Pablo Escobar, desafió al Estado colombiano en los años 80 y 90, sigue en puntos suspensivos con la extradición de varios capos. Eso puede cambiar en las próximas semanas, pues dos de ellos, Juan Carlos Ramírez Abadía, Chupeta, exlíder del cartel del Norte del Valle y Fabio Ochoa Vásquez, excapo del cartel de Medellín, terminaron de cumplir sus condenas en Estados Unidos, donde han llegado a acuerdos de colaboración para dar información de redes de narcotráfico transnacionales. Por eso, su regreso al país parece inminente. Los dos tienen en común, además de esa historia y esa posibilidad latente, que aparecen mencionados en expedientes abiertos en la justicia colombiana.
La llegada sobre la que había más certeza era la de Fabio Ochoa, el menor de varios hermanos que formaron parte de las directivas del Cartel de Medellín. Fue extraditado en agosto del 2001 por narcotráfico, y quedó en libertad el pasado 4 de diciembre. El director de la policía colombiana, William Salamanca, dijo públicamente que el capo iba a aterrizar en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, el 12 de diciembre pasado. Sin embargo, un requerimiento en un juzgado de Tampa (Florida), frenó la deportación. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha dicho que alista una reunión con la Fiscalía para determinar si el exnarcotraficante tiene pendientes con la justicia colombiana, y cuáles son.
Uno de los expedientes abiertos en los que está mencionado es el caso del empresario de la aviación Luis Guillermo Ángel Restrepo, quien tiene pendiente una imputación por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito por, supuestamente, haber girado fondos del narcotráfico para cubrir los honorarios de sus abogados. La Fiscalía ya completó 15 años investigando la legalidad de ese dinero y la imputación está frenada desde mayo pasado. Aunque sobre el empresario no hay ninguna condena, ha sido objeto de varios señalamientos. Entre ellos están las declaraciones de 2013 de Diego Murillo Bejarano Don Berna, antiguo jefe de la banda criminal de La Oficina de Envigado, que nació de los grupos sicariales a las órdenes del Cartel de Medellín. El luego jefe paramilitar declaró ante la justicia que Guillo Ángel era el piloto de los Ochoa.
En el caso de Chupeta, uno de los expedientes más recientes tiene que ver con el capítulo colombiano de la trama de corrupción transnacional de Odebrecht. Su nombre llegó a ese expediente luego de que Noticias Caracol señaló a Hernando Mario Restrepo, un empresario ganadero de Antioquia que supuestamente participó del entramado de corrupción, de haber hecho su fortuna a la sombra de Chupeta. Esas acusaciones se formalizaron luego de las declaraciones ante la Corte Suprema de Justicia de Juan Carlos El Tuso Sierra, otro narco extraditado.
En un asunto relacionado, la Corte Suprema tiene abierta una investigación contra el excongresista Otto Bula, sobre la supuesta injerencia del narcotráfico en campañas regionales. En su momento, tres magistrados viajaron hasta Estados Unidos para entrevistar a Chupeta, especialmente interesados en indagar sobre la relación del Cartel del Norte del Valle, al que pertenecía el extraditado, con Bula.
Por último, el Juzgado Primero Penal de Cali tiene en sus manos varios procesos para extinguir el dominio de bienes incautados a varios narcos, incluyendo a Ramírez Abadía. La puja en este tipo de procesos suele ser larga, pues la prueba del origen ilícito de los recursos para adquirirlos puede ser complicada, y los incentivos para recuperar auténticas fortunas son grandes.
Chupeta fue uno de los narcos más reconocidos en el país, entre otras, por las cirugías estéticas faciales a las que se sometió intentando evadir la justicia. Llegó extraditado a Estados Unidos en 2008, a pagar una condena por narcotráfico. Su abogado, Paul Nalven, se refirió a ese expediente en octubre pasado en una entrevista en La W. En ella confirmó que Chupeta ha colaborado con la justicia estadounidense, entregando información sobre las redes de narcotráfico mexicanas. Otro defensor de Ramírez, el abogado estadounidense Alexei Schacht, declinó responder sobre el regreso del excapo, así como sobre las cuentas pendientes que pueda tener en Colombia.