El Congreso hunde la reforma tributaria de Petro y obliga al Gobierno a reducir el presupuesto de 2025
Las comisiones económicas del Senado y la Cámara de Representantes votaron en contra de la ley de financiamiento que buscaba recoger 12 billones de pesos para completar la financiación del presupuesto de 2025
El Congreso de Colombia ha hundido en la noche de este miércoles la reforma tributaria presentada por el Gobierno de Gustavo Petro. Las comisiones económicas del Senado y la Cámara de Representantes negaron el proyecto de ley de financiamiento que buscaba recoger más 12 billones de pesos para completar el déficit del presupuesto de 2025. Con esta decisión, el Ministerio de Hacienda, en cabeza de Diego Guevara, tendrá que ajustar el monto que el Gobierno podrá destinar para el funcionamiento del Estado en un año preelectoral clave.
El proyecto iniciaba este miércoles su trámite, tras una semana de tardanza por la dificultad de lograr una ponencia que recogiera votos adicionales a las bancadas del Gobierno, que no tienen mayoría en ninguna de las cuatro comisiones, las terceras y cuartas del Senado y la Cámara. Los apoyos ni siquiera se lograron con una reducción en la ambición del proyecto, que bajó la meta de recaudo a 9,8 billones de pesos, lo que obligaba a recortar el monto de gastos para el próximo año. Ahora la reducción será mayor. De acuerdo con Planeación Nacional, esta decisión afectará el presupuesto de inversión de 26 sectores y de 86 entidades del Estado.
Al retraso en la presentación de la ponencia se sumaba que bastaba con que una sola de las comisiones votara en contra para que la reforma se hundiera, como ya había ocurrido hace unos meses cuando no aprobaron el presupuesto de 2025 presentado por el Gobierno. Pero el resultado de este miércoles fue todavía peor que en aquella ocasión: las mayorías de las cuatro comisiones apoyaron una ponencia del Centro Democrático para archivar el proyecto de ley. Ni siquiera se pudieron discutir los detalles del proyecto. El hundimiento se logró con la suma de los congresistas de los partidos opositores Cambio Radical y Centro Democrático, de los independientes Liberal, Conservador y La U, e incluso con votos del Partido Verde, que tiene sectores que apoyan al presidente. Los únicos que respaldaron la propuesta de Petro fueron los gobiernistas de la izquierda, el Pacto Histórico y Comunes, de la extinta guerrilla de las FARC.
Sirvió de poco la presencia del ministro del Interior y exsenador liberal, Juan Fernando Cristo, y de Alexánder López, director del Departamento Nacional de Planeación, que durante toda la tarde conversaron con distintos congresistas para intentar cambiar el sentido de algunos votos. Tampoco funcionó la salida del exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, salpicado por clientelismo en el escándalo de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD) y quien construyó la reforma. Ni siquiera la intervención del nuevo Ministro de Hacienda, Diego Guevara, ayudó a convencer a los parlamentarios antes de la votación. “La Ley de financiamiento es un proyecto que Colombia necesita. Las inflexibilidades en los rubros de deuda y funcionamiento, sumadas a un monto de inversión inferior a la deuda, hacen que su aprobación sea clave para la salud financiera del país”, dijo el hasta hace poco viceministro, minutos antes de que el Congreso hundiera el proyecto.
La reforma llegó a la votación con muy pocas posibilidades de sobrevivir por simple coherencia lógica: las comisiones que habían rechazado el presupuesto deficitario, argumentando la necesidad de no aumentar el déficit fiscal, tenían los mismos argumentos para negar una reforma que buscaba financiar ese hueco. Era evidente que allí el Gobierno no tenía las mayorías de su lado. De hecho, la semana pasada los partidos Conservador y Liberal publicaron dos comunicados en los que hacían explícito su rechazo a la propuesta. “El Partido Liberal no vota impuestos que graven la canasta familiar de los colombianos, la venta de un carro o una herencia familiar”, dice el documento publicado en la cuenta oficial de la colectividad dirigida por César Gaviria. “La reforma tributaria del Gobierno, disfrazada de reforma financiera, no tendrá un voto de nuestros congresistas liberales de las comisiones económicas, por considerar que es altamente nociva para la frágil economía de los colombianos. El bolsillo de los colombianos no soporta más impuestos”.
La caída de la ley de financiamiento es una dura derrota política y financiera para el presidente Gustavo Petro, que había insistido en la necesidad del proyecto para que el Estado pudiera aumentar sus gastos e inversiones y a la vez evitara el déficit. Hace unos días escribió en su cuenta de Twitter: “Pudiendo evitarlo, la oposición nos lleva al default, solo para ver si perdemos las elecciones del 2026. No les importa el bienestar de la gente”.
El senador del Centro Democrático y autor de la ponencia de archivo, Miguel Uribe, celebró la caída de la reforma en su cuenta de X: “Lo logramos, tumbamos la ley de financiamiento y salvamos los bolsillos de los colombianos”. El representante a la Cámara de Cambio Radical, Modesto Aguilera, también celebró el archivo de la reforma. “Derrotamos al nefasto gobierno de Gustavo Petro, no más impuestos para los colombianos, no más atropellos a la economía, no más abuso al bolsillo de nuestros ciudadanos. Lo prometimos y le cumplimos al país”.
Tras la votación, el ministro Guevara lamentó lo ocurrido, y culpó a los mismos congresistas que hace una semana sacaron adelante la mayor reforma descentralizadora en décadas, de ir en contra de las regiones. “El Congreso ha negado las posibilidades de inversión, el Congreso de la República ha negado los proyectos regionales (...) se ha hecho un recorte al presupuesto. Este no es un voto en contra del presidente Petro, sino es un voto en contra de las regiones”. El Gobierno venía de una serie de logros legislativos, incluyendo la aprobación de la ley de la jurisdicción agraria este martes y justamente esa reforma constitucional a las transferencias de recursos hacia las alcaldías y gobernaciones. El encargado de las finanzas públicas reiteró el compromiso del Ejecutivo con la disciplina fiscal y ha dicho que estudiarán el camino a seguir, que pasa por resolver la dificultad de tener un presupuesto parcialmente desfinanciado para 2025.
El ministro Cristo también lamentó el hundimiento del proyecto: “Lo lamentable de la decisión de hoy es que no se permitió la discusión”.