La cotización del dólar frente al peso colombiano brinca a las 4.200 unidades tras los movimientos telúricos en los mercados mundiales
Las acciones en la Bolsa de Tokio se descuelgan y provocan un efecto dominó en Nueva York. Las aprehensiones por la ralentización de la economía estadounidense sacuden al sistema
Un sacudón en la Bolsa de valores de Tokio, con la descolgada (13,5%) más abrupta de sus acciones en 37 años, ha causado zozobra este lunes en los mercados de capital mundiales. Sobre las diez de la mañana, la Bolsa de Nueva York reaccionaba y el índice Nasdaq caía un 3,2%, por una parte, mientras el S&P 550 lo hacía un 2,5%. Los vientos de inquietud por los devaneos de la economía estadounidense, cuyo mercado de trabajo no arrojó buenos resultados en su última medición, han derivado a su vez en un aumento de la cotización oficial del dólar frente al peso colombiano. Cada billete verde se llegó a canjear a más de 4.200 pesos.
Se trata de un incremento inesperado de 200 pesos en una mañana que abre múltiples interrogantes sobre la reacción en cadena del sistema. “A esta hora somos la segunda moneda más devaluada de la región. Por ahora todo es muy negativo en la Bolsa local y hay mucho nerviosismo en los mercados. La tendencia es que esto siga al alza y se puede generar un movimiento muy rápido hacia los 4.340″, explica Juan Pablo Vieira, director de la banca de inversión JP Tactical Trading.
El experto y analista financiero Andrés Moreno Jaramillo recuerda por su parte que el fantasma de los números rojos ya flotaba sobre Wall Street desde hace unas semanas. “La pregunta no es por qué cae, si no por qué estaban tan empinados. Las acciones de las tecnológicas en Estados Unidos se estaban negociando 30 veces lo que valen en libros. En Colombia, para darte un parámetro, la mayoría de la Bolsa se negocia en promedio al 0,7% o 0,8%. En Estados Unidos se estaba negociando al 30%”.
Jaramillo valora por lo pronto como positivo el sacudón: “Las acciones estaban muy sobreextendidas. Había precios muy altos y está bien que se corrija para que haya nuevos compradores que entren al mercado. Me parece buenísimo que haya nuevos actores tomando utilidades en este momento en el que están bajando las tasas de interés. Para mí, cuando las acciones caen es momento para comprar, y cuando suben es para vender”. Se trata, en últimas, de las tuercas que mueven un mercado de valores que, para muchos analistas, parece haber olvidado con facilidad las lecciones del pasado reciente.
No en vano el denominado “indicador del miedo” de Wall Street, una suerte de termómetro que calibra el nivel de ansiedad de los inversores en el distrito financiero de Nueva York, superó el pico registrado tras la quiebra del Sillicon Valley Bank en 2023. Y a pesar de que esta vez el epicentro ha sido en Japón, resulta improbable no recordar el humo dejado por la cadena de quiebras y la crisis financiera mundial de 2008, cuando una burbuja de raíz inmobiliaria desató la peor crisis desde el crash de 1929.
Por su parte, el Colcap, el índice de precios en la Bolsa de Valores de Colombia, se ha mantenido a la baja. A las 11.30 había caído dos puntos y medio. Un registro considerado como importante por Andrés Restrepo, gerente de la Bolsa de Valores de Colombia: “Obviamente no de las magnitudes que estamos viendo afuera. La primera razón es que las tecnológicas son las que están cargando el mayor peso y nosotros por la estructura de la economía colombiana no tenemos esa exposición tan grande porque no tenemos la participación de ese tipo de empresas en nuestro mercado”.
Las acciones en el mercado, especialmente alicaído tras la pandemia, se han transado unas seis veces por debajo de las utilidades a lo largo de este año. “Esto quiere decir que, básicamente, si la Bolsa vale 600 pesos, las utilidades de todas las compañías en Bolsa valen 100. Entonces, usted se demora seis años en pagar con las utilidades de las empresas lo que le valen las empresas. Eso es muy bajito”, detalla el gestor financiero Felipe Gómez.
Y si bien el mercado bursátil, debido al desaliento en sus operaciones, no está tan expuesto, todos los analistas están pendientes a la evolución de estos desajustes sobre la economía. “Nuestra economía importa más de lo que exporta, tenemos un déficit comercial”, explica el analista financiero Rafael Tovar, “por eso en el momento en el que hay una devaluación del peso vamos a tener un aumento de precios en el mercado colombiano”.
Un asunto que, continúa Tovar, no ayuda para el proceso de desinflación que el país ha recorrido desde principios de 2022: “El Banco de la República tendrá que subir las tasas de interés y los créditos se encarecerán de nuevo. Eso me parece sorpresivo. Hay que ver cómo reaccionan los neobancos. Son muchos temas que habrá que analizar porque hay mucho ruido, mucha incertidumbre, los inversores se están resguardando en los activos con menor riesgo”.
Juan Pablo Vieira también contrasta los titulares de la gran prensa anglosajona, donde se replican sustantivos como “pánico” o “turbulencia”, al hecho de que en los momentos de crisis los grandes inversionistas ya están aprovechando la caída para comprar lo que adjetiva como “unas gangas impresionantes”. Se refiere a grandes multimillonarios e inversores avezados: “Los indicadores son de miedo, pero tipos como Warren Buffet ya vendió, por ejemplo, una participación muy importante de Apple. Cuando ya tienen una caja tan fuerte, aprovechan estas caídas para buscar compras importantes en acciones”.
Todos estos movimientos también han agravado los problemas para el valor de las criptomonedas, un mercado digital que aún no ha sido regulado en Colombia ni en otros países: “En nuestra región tenemos a El Salvador, donde es de curso legal, pero también Bolivia, donde está prohibido. Esta semana amanecemos aún más en rojo y la cotización del Bitcoin cayó por debajo de los 50.000 dólares cuando hace un mes veníamos en un promedio de 61.000 o 62.000 dólares”, explica el consultor financiero en activos virtuales Luis Eduardo Daza.
Colombia, de acuerdo con Daza, ha crecido en la esfera cripto. “Con las expectativas de caída, la gente se está pasando de monedas volátiles como Bitcoin a monedas estables. Mucha gente ya debe haber salido mientras pasan estas semanas en rojo”. Los sobresaltos financieros de esta mañana, que como un ataque repentino de hipo ponen a temblar a un sector especialmente sensible a la incertidumbre, no están engarzados con los hechos de la política local.
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