El Gobierno exige al ELN definir su voluntad de paz en una nueva crisis de los diálogos

La delegación del Ejecutivo en la mesa reitera su deseo de resolver los problemas en las negociaciones, pero acusa a su contraparte de usar “mentiras y tener una actitud “arrogante”

Vera Grabe habla en el quinto ciclo de diálogos con el ELN en Ciudad de México, el 17 de diciembre.Isaac Esquivel (EFE)

La delegación del Gobierno de Colombia en la mesa de diálogos con el ELN ha exigido este viernes a la guerrilla que aclare si tiene voluntad de paz. En un breve comunicado, que respondía a otro que el grupo armado había emitido más temprano, la representación del Ejecutivo en las negociaciones, encabezada por Vera Grabe, insistió en su voluntad de resolver las diferencias que surjan en el proceso. Sin embargo, dice que como respuesta han recibido “mentiras” y una actitud “arrogante” de la dirección guerrillera. “Luego de dos años de diálogo, el ELN aún no ha respondido la pregunta de si está dispuesto o no a transitar la paz, o si por el contrario concibe este proceso como una oportunidad para su fortalecimiento militar”, dice el texto.

En el escrito, la delegación añade: “No es cierto que el Acuerdo 28 [el primer punto de la agenda de paz que cerraron en mayo] no haya sido firmado por la totalidad de la Delegación del Gobierno”. También desmiente que no exista una resolución presidencial que reconozca “de manera explícita” el carácter político de la guerrilla y su condición de “organización armada rebelde”. Además, aclara que considera que el grupo armado no ha respondido si está dispuesto a construir “el camino de las transformaciones sociales” que se acordaron en el acuerdo firmado hace dos meses.

La delegación, por ende, deja en manos de la guerrilla la decisión de seguir “construyendo acuerdos” con el Gobierno. Sin embargo, advierte: “Llegó el momento en que el ELN le aclare a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional si tiene o no un inequívoco propósito de llegar a la paz”. También espera que la guerrilla decida si quiere “descongelar los trabajos de la mesa de diálogos” y renovar el cese el fuego monitoreado y verificado en aras de la construcción de la paz. “Para construir este camino se requieren dos. Seguimos a la espera de que el ELN decida hacer lo propio”.

El texto del Gobierno es una respuesta a un comunicado que emitió el ELN este mismo viernes por la mañana en el que enumera supuestos incumplimientos del Gobierno en las negociaciones, y acusa al presidente Gustavo Petro de cometer un “acto de perfidia”, por presuntamente permitir el envío de agentes de inteligencia militar al departamento de Nariño para desplegar un “proceso de desmovilización contra el Acuerdo de México”. Además, la guerrilla señala al Ejército de “hundir” el proceso de paz con “numerosos actos de guerra” que, según el grupo armado, demuestran su objetivo de perseguirla y eliminarla. “¿Qué sentido tiene que desde el Gobierno llamen al ELN a firmar nuevos acuerdos si no cumplen los anteriores?”, se preguntan.

A pesar del tono de ultimátum del comunicado de la delegación del Gobierno, el senador Iván Cepeda, miembro de ella, ha insistido en que el Ejecutivo siempre ha mostrado disposición de avanzar con los diálogos: “Hemos citado a la delegación del ELN a que reanudemos a la mayor brevedad las conversaciones y el trabajo de la mesa. Ahora: el ELN muestra una posición frente a esa voluntad nuestra que, lo hemos dicho, es arrogante. Y para avanzar en esto se requiere que le diga al país claramente cuál es la continuidad de este proceso. Por parte nuestra hay toda la voluntad, y ahí está así expresado en el comunicado”, dice por teléfono.

Cepeda, uno de los legisladores más cercanos al presidente Petro, reconoce que ha habido momentos “muy críticos” a lo largo de las negociaciones, pero considera que la única salida posible para el conflicto en Colombia es el diálogo: “El país ha visto que sí hay avances. Hemos logrado 28 acuerdos con el ELN, lo que nunca se había alcanzado con ese grupo, cerrar un primer punto en la agenda pactada, como también prolongar un cese el fuego por cerca de un año. Así que es necesario valorar esos logros y esperamos que el ELN lo entienda. Pero hay necesidad de definiciones, y esas definiciones se tienen que dar en este punto del proceso”.

Por otra parte, acerca de la crisis de confianza de la opinión pública frente a la mesa, el senador cree que es “perfectamente normal”, ya que es imposible resolver un conflicto armado de seis décadas como el de Colombia sin dificultades o tropiezos. “Pretender que una confrontación que tiene una historia tan larga se resuelve de manera automática, sin tropiezos, es iluso. Pero obviamente hay que avanzar, hay que mostrar con hechos no solamente con frases, con gestos meramente formales que se está en el camino de resolver este conflicto”. Además, afirma que, en los dos años de negociaciones, cuando ambas negociaciones se han empeñado en lograr acuerdos, sacarlos adelante y cumplirlos, así se ha hecho.

El nuevo desencuentro entre el Gobierno y el ELN, que han pasado ya por varias situaciones tensas a lo largo de los diálogos de paz, ocurre tres días después de que la guerrilla, que había renunciado a secuestrar, fuera señalada de raptar a al menos 18 personas en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela en el que ese grupo armado ejerce un gran control territorial desde hace años. Según las personerías de los municipios de Tame y Puerto Roldán, entre los plagiados había tres menores de edad. Este viernes, la guerrilla negó su responsabilidad en el secuestro. Además, coincide con el caso de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), cuyo exdirector Olmedo López aseguró ante la justicia que intentó conseguir dinero a través de la entidad para salvar las negociaciones de paz. Las acusaciones han sido desmentidas por el Gobierno nacional.

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