El Tribunal de Bogotá condena a más de 13 años de cárcel a Aída Victoria Merlano por colaborar en la fuga de su madre
La hija de la condenada exsenadora Aida Merlano Rebolledo ha sido sentenciada en segunda instancia, con una pena mayor a la inicial
Una segunda Aida Merlano va a la cárcel. Aida Victoria Merlano Manzaneda, hija de la condenada exsenadora Aida Merlano Rebolledo, ha sido sentenciada en segunda instancia este jueves a 13 años y ocho meses de cárcel por su participación en la cinematográfica fuga de su madre de un consultorio médico en 2019. La influencer de 23 años es una conocida figura en Colombia; tiene más de 5 millones de seguidores en Instagram y es p...
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Una segunda Aida Merlano va a la cárcel. Aida Victoria Merlano Manzaneda, hija de la condenada exsenadora Aida Merlano Rebolledo, ha sido sentenciada en segunda instancia este jueves a 13 años y ocho meses de cárcel por su participación en la cinematográfica fuga de su madre de un consultorio médico en 2019. La influencer de 23 años es una conocida figura en Colombia; tiene más de 5 millones de seguidores en Instagram y es pareja del conocido y transfóbico influenciador Westcol. En 2022 había sido condenada, en primera instancia, a siete años de prisión domiciliaria por el mismo hecho. Tras apelaciones de su defensa y de la Fiscalía, el Tribunal Superior de Bogotá ha vuelto a fallar en su contra, y con una sanción más onerosa.
El Tribunal confirma el hecho central que había dictaminado un juzgado penal de Bogotá: Merlano hija jugó un papel fundamental en la huida de su madre, quien fue condenada en septiembre de 2019 a más de 16 años de prisión por delitos electorales. El 1 de octubre de ese año, varios guardias del Instituto Penitenciario y Carcelario (INPEC) trasladaron a la excongresista desde la cárcel El Buen Pastor, al norte de Bogotá, a un consultorio para una revisión odontológica. Durante la cita, el doctor salió de la sala y Merlano se descolgó por una ventana con una cuerda amarrada a una silla del consultorio, cayó al andén, se subió a una moto y huyó a Venezuela. Permaneció oculta en el país vecino hasta que las autoridades venezolanas la capturaron en 2020, en Maracaibo. Fue extraditada a Colombia y procesada tres años más tarde, luego de que el presidente Gustavo Petro restableciera relaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro.
El juez de la primera instancia encontró que Merlano hija “habría ingresado [al consultorio] los elementos indispensables para la fuga. Entre ellos la soga por la cual descendió del piso tercero del edificio y los guantes que para ello utilizó. Elementos que entraron al lugar en un maletín color negro”. Según la sentencia, Aída Victoria y su hermano menor de edad ingresaron al centro médico antes de la cita de su madre, y escondieron la maleta con los elementos en el baño. El odontólogo Javier Cely estuvo en la mira de la Justicia tras la huida, pero las autoridades descartaron la posibilidad de su participación. Las dos Aida Merlano insistieron durante el juicio en que Cely no tuvo nada que ver con el escape, y el Tribunal confirmó su absolución.
El abogado de la familia Merlano, Miguel Ángel Del Río, siempre ha negado que los hijos de la excongresista participaron de la fuga. Alega que la planeó un “clan del departamento del Atlántico”, refiriéndose a los Char, que han mandado en ese departamento desde inicios de los 2000s. “Ni su hija, ni el odontólogo tenían nada que ver con la organización. Ellos [los Char] tenían todo organizado. Ella [Aida Merlano madre] ya llevaba todo cuando salió de la cárcel y las dragoneantes del INPEC nunca la revisaban. Por eso se llevó eso así”, dijo a medios en 2022. Justamente, el actual alcalde de Barranquilla y heredero del poder del clan familiar, Alejandro Char, es el examante de la otrora congresista. Tras la decisión del Tribunal, Del Río ha anunciado que buscará que la Corte Suprema de Justicia anule la condena, para lo que tiene el camino de una demanda de casación.
Aunque este case se ha cerrado, Aida Victoria tiene otro pendiente. Espera ser juzgada nuevamente, esta vez por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La justicia la acusa de montar una empresa para ocultar los activos de su madre, quien lleva casi toda la vida conviviendo con la corrupción y el clientelismo en el Caribe colombiano. Su hija enfrenta una posible condena de entre 6 y 10 años por este delito. Por su parte, la mamá también espera ser juzgada por la fuga.
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