Furia en el edificio: unos vecinos se rebelan contra un propietario violento que los tenía atemorizados

En una noche de rebelión, los residentes queman los vehículos del militar John Leo Rocha, que los intimidaba y los amenazaba de muerte

A la izquierda, el exmilitar colombiano John Leo Rocha, y a la derecha, dos de sus vehículos vandalizados por sus vecinos, en imágenes compartidas en redes sociales.

Las imágenes son impactantes. Entre gritos y la oscuridad de la noche, un grupo de personas martillea un carro hasta romper los cristales y el parabrisas. Luego, tras dejarlo destruido, le dan una vuelta de campana, ponen una motocicleta ―también destrozada― encima del capó y le cubren de grafitis. Parece una obra de arte moderno, pero en realidad se trata de otra cosa. “Cobarde”, escriben una y otra vez. Es el mensaje que los vecinos del conjunto residencial Heliconias de Faca...

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Las imágenes son impactantes. Entre gritos y la oscuridad de la noche, un grupo de personas martillea un carro hasta romper los cristales y el parabrisas. Luego, tras dejarlo destruido, le dan una vuelta de campana, ponen una motocicleta ―también destrozada― encima del capó y le cubren de grafitis. Parece una obra de arte moderno, pero en realidad se trata de otra cosa. “Cobarde”, escriben una y otra vez. Es el mensaje que los vecinos del conjunto residencial Heliconias de Facatativá (Cundinamarca) quieren mandar a John Leo Rocha, el militar en retiro que, según ellos, lleva cinco años aterrorizándolos. En otro video de esa misma noche se ve cómo agentes de la policía sacan a Rocha del edificio y lo meten —por su seguridad― en un vehículo blindado, mientras la comunidad aplaude y vitorea. Eso quieren sus vecinos, que se vaya.

Esta escena dramática, que ocurrió el pasado lunes 20 de noviembre, ha conmocionado al país y se ha viralizado en redes sociales. En los días posteriores, varios residentes del edificio han explicado en medios de comunicación el porqué detrás de esta furia incontenible. “El señor es una persona vengativa, agresiva. Anda armado y toma represalias por todo”, denunció Jhonathan Obregón en Noticias Caracol. “Por el simple hecho de que no le cambiaron un bombillo, amenazó de muerte a una celadora en el conjunto”, agregó. Es una agresión que, supuestamente, quedó grabada.

En un video captado por una cámara de seguridad y difundido en X, se registró el momento. A Rocha se le ve furioso. Es un hombre grande, musculoso, con peinado militar. Da vueltas por la mesa de trabajo de la guardia mientras le espeta una serie de palabrotas. “Hijueputa”, “gonorrea”, le grita, y golpea su computador repetidamente con todas sus fuerzas. Luego, Rocha se acerca, le apunta en la cara y la amenaza. “No la quiero volver a ver en este hijueputa conjunto. Te lo juro por mi cristo, si usted vuelve, le vengo a buscar”, se le escucha decir.

Fue la gota que derramó el vaso, según Obregón. Explicó que después de cinco años de convivir con los brotes violentos de Rocha, los vecinos no aguantan más. “No hay empresa de seguridad que quiera prestarnos el servicio”, lamentó. Alexánder Pinzón, otro residente de la unidad, reveló en el mismo medio la petición de la comunidad a las autoridades. “Lo que solicitamos en este momento, tanto a la Alcaldía como al Estado mismo, es una orden de captura contra este señor”, proclamó.

Detenciones pasadas

No es la primera vez que Rocha tiene problemas con la justicia. Según la Fiscalía General de la Nación, ha sido detenido en dos ocasiones. La última fue en 2019, cuando, ya en retiro, él y cuatro personas más intentaron ingresar a la escuela de Comunicaciones Militares de Facatativá, vestidos con uniformes del Ejército. A los cinco se les impuso una anotación por vestir prendas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, un delito que, de acuerdo con el código penal, tiene una condena de 48 a 108 meses en prisión y una multa millonaria.

Su primera detención ocurrió ocho años antes. En 2011, oficiales de la Policía de Facatativá lo capturaron luego de que lo encontraran disparando un arma de fuego al aire, afuera de una tienda de barrio. De acuerdo con un testigo, Rocha estaba de cumpleaños y se había descontrolado. En un video de la detención, grabado dentro de la estación de Policía y difundido por Noticias Caracol en ese entonces, se le escucha al militar defenderse. “Yo no hice nada, ¿yo maté? No estoy haciendo nada, mi mayor. Estoy en un permiso, en una orden de la VII Brigada. Yo no estoy viendo que usted esté respaldando al Ejército Nacional, usted está respaldando a estos gran hijueputas policías”, grita. Doce años más tarde, sigue en problemas por sus brotes agresivos.

Este lunes, en medio de su desesperación y sin el respaldo que solicitan de la Policía, los vecinos respondieron a las repetidas violencias de Rocha de la única manera que se les ocurrió: con más violencia. Destruyeron su carro, su moto y su jeep. El día después, con más calma, una residente del conjunto ofreció una solución menos agresiva para poner fin a esta convivencia no deseada: comprarle su departamento. “Si quieren que se vaya, que le paguemos los 91 millones de pesos (unos 22.000 dólares) que le costó el apartamento”, sugirió Sol Donato en Noticias Caracol. “Hasta se puede volver un jardín para los niños”, agregó, esperanzada.

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