Carlos Fernando Galán: “Necesitamos superar la pelea de egos que tiene jodida a Bogotá”

EL PAÍS y Hora 20 de Caracol Radio entrevistaron a los tres candidatos punteros a la Alcaldía de Bogotá. El líder en las encuestas defiende la necesidad de un “cambio responsable”

Carlos Fernando Galán reparte volantes en Bogotá, el 19 de octubre de 2023.Chelo Camacho

Carlos Fernando Galán (Bogotá, 46 años) llega a todos lados enfundado en una chaqueta roja y con una serenidad contagiosa. A horas de las elecciones de este domingo, en una entrevista con EL PAÍS y Hora 20 de Caracol Radio argumenta que encuentra aciertos y errores en la administración de la alcaldesa Claudia López y propone un “cambio responsable” para la ciudad.

Pregunta ¿Cómo está proyectando estas últimas 48 horas de campaña...

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Carlos Fernando Galán (Bogotá, 46 años) llega a todos lados enfundado en una chaqueta roja y con una serenidad contagiosa. A horas de las elecciones de este domingo, en una entrevista con EL PAÍS y Hora 20 de Caracol Radio argumenta que encuentra aciertos y errores en la administración de la alcaldesa Claudia López y propone un “cambio responsable” para la ciudad.

Pregunta ¿Cómo está proyectando estas últimas 48 horas de campaña?

Respuesta. Son momentos críticos y estamos enfocados en preparar el domingo, es fundamental cuidar los votos. Buscamos 18.000 testigos electorales, uno por mesa. La MOE ha alertado sobre situaciones de riesgo en algunos puestos de votación en localidades como Ciudad Bolívar, Usme o Bosa.

P. ¿Qué tipo de riesgos?

R. No nos han aterrizado el detalle, pero vamos a estar muy vigilantes. Tenemos un grupo de 7.000 u 8.000 testigos que estamos complementando con líderes políticos, candidatos al Concejo. Es fundamental. Yo me voy a escribir como testigo en una mesa a la que voy a llegar a las 4 de la tarde para acompañar el conteo

P. ¿Quién está detrás de esos riesgos?

R. No hay información concreta, pero siento que había una estrategia pensando que la segunda vuelta estaba garantizada. Aunque seguramente la haya, como crecimos en las encuestas y estamos al borde de ganar en primera, aumentan los riesgos.

P. Duramos dos días con un paro de taxistas que piden la reducción del precio de la gasolina o sacar a Uber ¿Qué haría usted?

R. Considero acertada la posición de la alcaldesa y la Secretaría de Movilidad de negarse a dialogar en medio de un bloqueo. Eso no se puede permitir, no lo vamos a aceptar. Ahora, en la gasolina el Gobierno Nacional ha incumplido sus promesas, por lo que los taxistas tienen inquietudes válidas sobre una decisión que no depende del Distrito. En el otro tema sí tiene un rol, porque la Alcaldía y la Policía vigilan la operación del transporte público individual. Bogotá y el país no pueden seguir lavándose las manos con una tecnología frente a la cual sería absurdo luchar. Lo que hay es que regular, entendiendo a los taxistas que pagaron 80 o 100 millones de pesos por un cupo para operar, deben seguir unas reglas y pagar seguros, cuando otros que no cumplen nada de eso. La Nación debe regular esas plataformas para equilibrarlas con los taxistas. Nadie se opone a que se regule.

P. Los alcaldes definen la tarifa que cobran los taxis ¿La subiría?

R. Creo que eso hay que definirlo con un estudio técnico, pero no descarto hacerlo porque el aumento de la gasolina impacta los costos de los taxistas. Pero la clave está en regular todo el transporte público individual en Bogotá y en Colombia.

P. ¿Qué haría si crece el desempleo y eso afecta particularmente a los jóvenes y las mujeres, como ha ocurrido en el pasado?

R. Hay un riesgo grande que el año entrante crezca el desempleo en Bogotá. Este año las ventas y las licencias de construcción ha caído en cerca del 60% y el impacto en el empleo se verá en 2024. Tenemos que reaccionar. Además, la Nación cambió la forma como se distribuye el subsidio de vivienda y Bogotá prácticamente no va a recibir subsidios de vivienda de interés social. Entonces propongo tener un proyecto de subsidios distritales, que cuesta alrededor de 200.000 millones de pesos por cada 10.000 viviendas. Eso nos permitiría reactivar el sector y generar empleo; cinco puestos por cada vivienda. Es parte de una estrategia contracíclica para lo que viene.

En segunda instancia, vamos a crear un sistema de emprendimiento con un componente para acompañar a los jóvenes en la ideación y el desarrollo de sus proyectos, donde tienen grandes dificultades. Y el sistema de distrital de cuidado — un acierto de la administración de Claudia López que hay que continuar y que fortalecer — debe avanzar para que las mujeres que lo utilizan puedan conseguir un empleo o construir un emprendimiento. En la política de mujer y género le vamos a apostar a avanzar en la autonomía económica.

P. Frente al emprendimiento hay una preocupación: nuestro ecosistema empresarial es mayoritariamente de pequeñas empresas, muchas veces no formalizadas ¿Cómo romper con esa fragilidad?

R. Las microempresas generan la mayoría del empleo y tienen graves riesgos. El 80% de las empresas que se crean muere en los primeros tres años. Para eso propongo fortalecer el pago por resultados para emprendimientos. Es pagarle a un operador que apoye a un emprendimiento cuando está en su ideación, en su desarrollo y en su arranque, que lo ayude a acceder a capital semilla o a conocer a inversionistas. Pero parte del pago dependa de los empleos que genere el emprendimiento, sujeto a que sean sostenibles, a que se mantengan por lo menos un año.

P. Uno de los lemas de su campaña es “Bogotá camina segura”. El problema de seguridad es muy grande y además las URI, creadas para las capturas iniciales, pero en las que las personas terminan detenidas por meses, tienen un hacinamiento de hasta el 277% ¿Qué va a hacer?

R. La política actual ha fallado en entender las dimensiones del problema y eso se ve en su implementación. En Bogotá están operando grandes bandas delincuenciales, que controlan los mercados ilegales. Los ladrones, los fleteros, los distribuidos de droga terminan vinculados con esas organizaciones que controlan mercados como el de celulares robados, el de bicicletas robadas, el de la extorsión. Se requiere un fortalecimiento de la investigación criminal, de la inteligencia, con un trabajo mucho más cercano con la Dijin. Una de mis apuestas principales es cambiar ese enfoque para perseguir las bandas en su integralidad. Propongo, por ejemplo, un convenio con la UIAF para perseguir las rentas de esos mercados ilegales.

P. Eso implica un trabajo conjunto con los alcaldes vecinos, porque muchos de esos mercados superan los límites geográficos de la ciudad.

R. Sin duda. Ya la Policía está organizada en lógica metropolitana. La Fiscalía también tiene que coordinarse con la lógica del área metropolitana. Y tenemos la región metropolitana, que tiene el reto de salir adelante porque no se ha sumado a Soacha, y sin el municipio más poblado no tiene sentido. Tenemos que generar confianza para que lleguen más municipios, demostrando que ni Bogotá ni Cundinamarca va a llegar a imponerse. Eso se hace con proyectos específicos; prioricemos proyectos de movilidad, seguridad.

P. Un tema de gran preocupación es el manejo de basuras. La Procuraduría alertó que el relleno sanitario de Doña Juana sólo tiene capacidad hasta para el 2025 ¿Cómo enfrentarlo?

R. Efectivamente, a la licencia ambiental le quedan dos años más o menos. Hay quienes dicen que se puede extender ampliando el relleno con un polígono adicional, pero eso tiene un impacto en la población. Bogotá están enviando más de 6.500 toneladas de residuos al día al relleno. Es demasiado. Apenas logramos reciclar un 15% o 16% de lo que se genera.

Tenemos que hacer varias cosas. Uno, el esquema de recolección actual —al que le quedan unos años y no se puede cambiar todavía— no está operando bien. Se debe hacer más control y vigilancia, para que los operadores cumplan y, cuando no, se sancionen. Segundo, hay que garantizar la dignificación de los recicladores. Son unos 25.000 organizados, que dicen que los ciudadanos solo separamos en la fuente un 3% o 4% de las basuras. Esa falla requiere un cambio cultural; si no colaboramos, no vamos a resolver el problema. Eso incluye reducir lo que consumimos para generar menos residuos, reciclar mucho más y separar más en las casas. En la nueva licitación que hagamos, debemos incorporar un incentivo real al reciclaje.

También tenemos que trabajar en que los residuos que no se van a poder reciclar, puedan ser utilizados para generar energía. Doña Juana ya genera biogás y hay estudios que indican que, con una inversión adicional, podría cubrir todo el alumbrado público de Bogotá. Pero debo ser sincero con los ciudadanos: es irrealizable que en dos años dejemos de producir las 6.500 toneladas de residuos que van al relleno, como dice la licencia ambiental. Es uno de los chicharrones más grandes que tenemos porque nadie quiere tener un relleno al lado. Este se mantienen porque no está en Usaquén o Suba; Bogotá no ha actuado igual con Usme porque es una ciudad desequilibrada.

P. Pasemos a temas más políticos. Sus contendores lo señalan de recibir toda clase de apoyos, clientelistas o no. Ha ampliado el abanico de quienes lo respaldan frente a hace cuatro años ¿Dónde pone el límite? ¿Qué compromisos ha asumido para lograr esos apoyos?

R. Yo represento a una mayoría de ciudadanos que quieren un cambio en Bogotá, pero un cambio responsable, con la capacidad de reconocer aquello que va bien y continuarlo, y corregir lo que va mal. Eso ha llevado que muchos actores políticos me acompañen. Todo ha sido por encima de la mesa, todo, sin un compromiso distinto a sacar adelante proyectos importantes para Bogotá. Por ejemplo, me he sentado con concejales a hablar del tema de discapacidad y me han pedido que profundice la política para los cuidadores. O la concejal María Victoria Vargas, que me conoce porque fuimos concejales en dos oportunidades al tiempo, me dijo ‘Mijo, yo sé su compromiso con la lucha contra la corrupción, sé que usted denunció el cartel de la contratación, quiero que priorice eso también en su gobierno’.

P. ¿La han pedido cosas a las que usted haya tenido que negarse?

R. No, quizás porque me conocen, saben cómo he actuado en el Concejo. Entonces, nadie me plantea una cosa irregular. Sí priorizar temas, lo que tiene todo el sentido. Pero decir que tengo, digamos, un acuerdo con alguien cuando Juan Daniel Oviedo, por ejemplo, se sentó con Germán Vargas Lleras a pedirle apoyo programático…

P. ¿Está acusando a Oviedo?

R. No, sentarse no implica nada indebido. Tampoco hay nada indebido en que el concejal Julián Sastoque lo esté apoyando. Todos los candidatos tienen respaldos de actores políticos. Creo que Bogotá tiene que recuperar el valor de la política bien hecha, responsable, seria. Claro, si hay una denuncia concreta frente a un candidato que me acompañe, estoy dispuesto a acompañar la denuncia, a pedir que eso se aclare y a rechazar el apoyo. Pero en esta campaña están usando todo tipo de trucos para generar un manto de dudas general, y eso es un error. Mi apuesta es unir a Bogotá, reconocer a diferentes actores que nos han venido a acompañar del verde, del liberal. En mi partido, el Nuevo Liberalismo, tenemos una lista fuerte al Concejo, que ojalá acompañen también los ciudadanos.

P. Usted tiene apoyos del Partido Verde, del que es la actual administración distrital, y otros candidatos dicen que usted es tiene el apoyo Claudia López ¿Qué le reconoce a esta administración y que cambiaría?

R. Le reconozco, como ya mencioné, el sistema distrital de cuidados. Es importantísimo. Es un acierto tan real que lo están replicando en otros países. Mi apuesta es fortalecerlo, ampliarlo. Jóvenes a la U es otro proyecto muy positivo de esta administración, que le ha llegado a 36.000 jóvenes con becas en universidades públicas y privadas. También hay que continuarlo, fortalecerlo. Igual Todos a la U, otro proyecto importante de esta administración.

¿Qué creo que ha fallado? Ya hablamos de la falla clara en seguridad. Creo que ha fallado en vigilar a los operadores de aseo. Creo que se demoró muchísimo frente a obras demoradas. Los contratistas empezaron a hacer con un plan tortuga en obras como las de valorización — que, hay que decir, fueron contratadas por la anterior administración— , varias tardaron y terminaron prácticamente abandonadas. Se requería ejercer mucha más vigilancia. También falló en una mejor articulación con los diferentes actores. Por ejemplo, en seguridad hubo choques permanentes con diferentes actores y eso impidió que la política fuera más acertada. Ahí hay que hacer un cambio.

Me critican diciendo que no fui el principal opositor de Claudia López. Yo creo que Bogotá no necesita eso, Bogotá necesita alguien con la capacidad de reconocer cuándo un actor, que en este caso fue contrincante mío [en las elecciones de 2019], acierta, y cuándo falla. Si gano la Alcaldía este domingo o en la segunda vuelta, tengo la capacidad de reconocer qué aciertos tienen Juan Daniel Oviedo o Rodrigo Lara en sus programas, destacarlos y asumirlos. Necesitamos es las mejores soluciones mejores para Bogotá y no quedarnos en una pelea de egos. Eso no le sirve a Bogotá, es lo que, con todo respeto, nos tiene jodidos.

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