Paola Pinilla, astrofísica: “Tuve que salir de Colombia para poder avanzar en mi carrera académica”

Desde muy chica, Paola Pinilla (Bogotá, 37 años) sabía que quería ser física. De niña su mamá le regalaba los VHS de la serie científica Cosmos de Carl Sagan y empezó a soñar con el espacio. Luego, cuando su hermano mayor empezó a comprarse revistas de astronomía, Pinilla entraba a su habitación a escondidas para leerlas. A su hermano no le gustaba que tocara sus cosas, pero unos veinte años más tarde, quedó claro esas lecturas prohibidas valieron la...

Desde muy chica, Paola Pinilla (Bogotá, 37 años) sabía que quería ser física. De niña su mamá le regalaba los VHS de la serie científica Cosmos de Carl Sagan y empezó a soñar con el espacio. Luego, cuando su hermano mayor empezó a comprarse revistas de astronomía, Pinilla entraba a su habitación a escondidas para leerlas. A su hermano no le gustaba que tocara sus cosas, pero unos veinte años más tarde, quedó claro esas lecturas prohibidas valieron la pena.

La semana pasada Pinilla, profesora adjunta e investigadora de astrofísica de University College de Londres —una de las mejores universidades del mundo— ganó, junto a su equipo de tres científicos, el premio Nuevos Horizontes de la Física 2024 por sus descubrimientos sobre la formación de los planetas. Recibirá 25.000 dólares por el galardón. Asegura que lo donará a una fundación de educación para niños de bajos recursos en Colombia, aunque todavía no sabe cuál.

Lo que empezó con una curiosidad por el espacio, la ha llevado por medio mundo. Salió de Colombia tras terminar una maestría en física, porque en el país no había un doctorado en astronomía. Más de una década después, ha vivido en cinco países y tres continentes distintos. Con un marido que conoció mientras se doctoraba en Alemania y dos hijas pequeñas, Elara y Maya, que la científica afectuosamente llama “sus chiquitas”, tiene su vida soñada. En una entrevista telemática con EL PAÍS, explica desde su casa en Londres que todo es gracias al “cielo tan bonito” que la ha hecho “soñar tanto”.

Pregunta. ¿Cómo se convirtió en una física reconocida?

Respuesta. No fue fácil. Nací en una familia de clase media bogotana. Desde muy pequeña siempre me gustó la ciencia, en particular la física. Cuando tenía 14 años ya sabía que quería dedicarme a ella, pero mis papás no entendían, querían que fuera ingeniera. En algún momento tuve que decirles “estudio física o no estudio”. Cursé el pregrado y la maestría en física en la Universidad de Los Andes. Luego tuve que salir de Colombia porque era imposible seguir la carrera de astronomía en el país, no existía. Empecé a moverme por muchos lugares. Hice mi doctorado en astrofísica en Alemania, donde empecé el tema de los planetas por el cual gané el premio. Después hice un postdoctorado en Holanda. De ahí me fui a Arizona, Estados Unidos, y tuve mi primera hija. Finalmente, tras otro paso por Alemania donde nació mi segunda hija, terminamos en Londres. Ahora trabajo en el instituto más grande del Reino Unido dedicado a las misiones espaciales y estoy formando mi propio equipo de investigación. Estoy muy contenta.

P. Ha vivido en muchos lugares. ¿Cuántos idiomas habla?

R. Inglés, español y un poco de alemán [risas]. Son los tres idiomas de nuestra casa. A las niñas les hablamos en nuestro idioma materno: su papá en alemán, yo en español y entre todos hablamos en inglés.

P. ¿Qué tan importante son los Premios Nuevos Horizontes en el mundo de la ciencia?

R. Es un premio otorgado por la Fundación Breakthrough Prize, que opera debido a personas como Mark Zuckerberg (el fundador de Meta) y otros millonarios que han donado mucho dinero a la ciencia. Son importantes porque reconocen los avances y los descubrimientos en diferentes áreas como las ciencias naturales, biológicas y físicas. También está la categoría de científicos jóvenes, que es la que ganamos con mi equipo. Les dicen “los Oscars de la ciencia” porque hay una gala en Los Ángeles con alfombra roja y mucho glamour. Van muchos famosos. Este año atendieron actores como Robert Downey Jr, por ejemplo.

P. ¿Piensa ir a la gala en 2024 para aceptar su premio?

R. Vamos a intentarlo. Todo depende porque la niña grande está en el colegio y no puede faltar.

P. ¿Cómo explicaría su trabajo a una persona que no sabe nada de física?

R. Mi investigación se enfoca en entender cómo se forman los planetas. Hace 30 años, los únicos planetas que conocíamos eran los de nuestro sistema solar. Pero en 1995, se empezaron a descubrir que había planetas alrededor de otras estrellas. Este descubrimiento hizo una gran explosión y se empezó a encontrar muchísima diversidad planetaria. Ahí entro yo. Con mi grupo investigo cómo se pueden formar todos esos planetas —ya conocemos más de 5.000. Trabajamos con telescopios y modelos computacionales que observan estrellas jóvenes, que se acaban de formar. Alrededor de ellas hay mucho gas y polvo. De ese polvo chiquitico, como el grosor del pelo, se forman los planetas. Yo investigo cómo ese polvo minúsculo pasa a ser piedritas, que luego se convertirán en planetas. Lo interesante es que cuando empecé estas investigaciones durante mi doctorado hice predicciones que solo ahora, con los nuevos telescopios de alta resolución que existen, estamos pudiendo confirmar.

P. ¿Quiere decir que acaba de ganar un premio por algo que había predicho hace más de una década?

R. Sí, exactamente.

P. ¿Si pudiera haber hecho su doctorado en Colombia, se habría quedado?

R. Es una buena pregunta. Desde que salí de Colombia me ha gustado mucho viajar y estar en otros países. Lo recomendaría totalmente porque te abre mucho los ojos. Ves cómo trabajan otras personas y te das cuenta de que como colombiano tienes muchas cualidades que puedes darle a la sociedad. Entonces, tú los ayudas a ellos y ellos te ayudan a ti. Y aprendes tanto de otras culturas... al final creo que lo hice bien, aunque extraño mucho a Colombia.

P. ¿Qué es lo que más extraña?

R. La gente. Una de las cosas que extraño mucho es ese espíritu trabajador que tiene el colombiano. Pienso que todos los colombianos son unos héroes trabajadores. En Colombia nos toca muy duro, y creo que eso hace que haya una conciencia de agradecimiento en todo lo que hacemos. Agradecemos mucho el día a día. Somos personas muy positivas.

P. ¿Piensa volver algún día?

R. No lo descarto. Ya con mis niñas creciendo en otros lugares es más dificil, pero pienso que es una posibilidad. De hecho, tuve la oportunidad de ir a un congreso de astronomía en Colombia en el 2017 y me abrió mucho los ojos. Nunca había hecho astronomía en Colombia. Entonces, fue muy interesante ver quiénes la estaban trabando y qué estaban haciendo. Además, existe una red para los astrónomos y estudiantes colombianos de la materia, la RECA (Red de estudiantes colombianos de astronomía). He tenido la oportunidad de estar en contacto con mis compatriotas, trabajar con ellos y supervisar proyectos. Me ha gustado.

P. ¿Como ve la astronomía colombiana?

R. La veo muy bien. Ha crecido muchísimo. He visto muchos colombianos en congresos internacionales que están haciendo un muy buen trabajo en muchas partes del mundo. Eso refleja que se está entrenando muy bien en Colombia. Además, algunos están volviendo y están formando sus propios grupos de investigación. Siento que los astrónomos de mi generación hacen muchos esfuerzos en Colombia para crecer.

P. Ha logrado los sueños que tenía de niña, ¿con qué sueña ahora?

R. Los sueños se adaptan con el tiempo. Soñé por mucho tiempo volverme profesora de alguna universidad y ahora lo soy en una de las mejores del mundo. Hoy día, mis sueños son más guiados por mis hijas. Quiero seguir haciendo muchas investigaciones y crecer mucho en las ciencias, pero más que nada quiero verlas crecer y que ellas mismas se desarrollen.

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