Una masacre en el Bajo Cauca deja al menos cuatro muertos

El gobernador de Antioquia señala al Clan del Golfo como el responsable de atacar un centro poblado de Cáceres el miércoles por la noche

Soldados custodiando las vías en el Bajo Cauca antioqueño.Fuerzas Militares (EFE)

El centro poblado de San Pablo, en Cáceres (Antioquia), vivió el miércoles por la noche el asedio del Clan del Golfo. Hombres armados asesinaron al menos a cuatro personas, según ha confirmado este viernes el gobernador del departamento, Aníbal Gaviria. Entre los muertos se encuentra el líder de la asociación local de barequeros (mineros de subsistencia), Luis Miguel Echavarría, cuyo cuerpo quedó tendido en la calle durante más de un día porque los victimarios no permitían su...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El centro poblado de San Pablo, en Cáceres (Antioquia), vivió el miércoles por la noche el asedio del Clan del Golfo. Hombres armados asesinaron al menos a cuatro personas, según ha confirmado este viernes el gobernador del departamento, Aníbal Gaviria. Entre los muertos se encuentra el líder de la asociación local de barequeros (mineros de subsistencia), Luis Miguel Echavarría, cuyo cuerpo quedó tendido en la calle durante más de un día porque los victimarios no permitían su levantamiento. Según el Ejército, el hostigamiento hizo que fuera imposible ingresar al pueblo hasta la mañana de este viernes.

El gobernador ha indicado en una rueda de prensa que la hipótesis de las autoridades es que la masacre fue producto de un enfrentamiento entre el Clan del Golfo, el grupo narcotraficante más grande de Colombia, y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Asimismo, ha informado que solo se ha podido identificar el cuerpo de Echavarría y que las autoridades trabajan en reconocer los tres restantes.

El jefe de la Séptima División del Ejército, Óscar Murillo, ha señalado que las tropas se enteraron de los asesinatos cuando estaban estacionadas a 7,5 kilómetros de San Pablo. Emprendieron el camino hasta el centro poblado, pero fueron atacadas en el camino y debieron tomar refugio. Recién lograron entrar al pueblo el viernes por la mañana, cuando volvieron a ser hostigadas. Según Murillo, encontraron que alrededor de 200 personas se habían confinado por temor al grupo armado.

La Corporación Comité de Derechos Humanos Jesús María Valle Jaramillo, una asociación local afiliada al Congreso de los Pueblos, relató los hechos en un comunicado que emitió el miércoles. De acuerdo con la organización, los atacantes llegaron el miércoles en la noche uniformados y con brazaletes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC; el nombre que suele usar el Clan del Golfo para referirse a sí mismo) e intimidaron a la población. “En sus acciones de terror perpetran seis asesinatos”, afirma una denuncia pública que también señala el confinamiento de la población y el cierre de establecimientos que proveían las conexiones de internet y de teléfono. No se menciona un enfrentamiento con el ELN.

La Defensoría del Pueblo ha lamentado este viernes en un comunicado el asesinato de Echavarría y ha confirmado que su cuerpo no se había podido mover tras el asesinato. También ha remarcado que los habitantes habían quedado confinados en una escuela local y que tenían un acceso limitado a alimentos. “Hace tres semanas habíamos advertido sobre la crítica situación que atraviesan los habitantes de 33 veredas del municipio de Cáceres y lamentablemente [la denuncia] no ha sido atendida con la celeridad que demanda”, declaró el defensor, Carlos Camargo.

A principios de este mes, la entidad que dirige Camargo había alertado sobre la difícil situación de seguridad. “Las comunidades confinadas en sus propios territorios están pasando hambre, ya que viven en medio de todos los actores armados. Allí hay presencia del ELN, de las disidencias de las FARC y de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como AGC”, apuntó la Defensoría. Según la entidad, las afectaciones son principalmente al sector minero, lo que a su vez repercute en el transporte y en el comercio de la región. “Las comunidades están temerosas de denunciar la grave situación, pues argumentan retaliaciones de los actores armados”, se lee en un comunicado del 2 de agosto.

Newsletter

El análisis de la actualidad y las mejores historias de Colombia, cada semana en su buzón
RECÍBALA

El Bajo Cauca es una región estratégica para grupos armados como el Clan del Golfo y el ELN. La minería ilegal de oro es una actividad importante en la zona y facilita el lavado de dinero por parte de las organizaciones criminales. Además, existen amplias plantaciones de coca en municipios como Tarazá y en zonas como el Nudo de Paramillo.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.

Sobre la firma

Más información

Archivado En