La actividad del volcán Nevado del Ruiz aumenta mientras avanza la evacuación de niños
Las autoridades colombianas siguen trabajando en un plan para la eventual evacuación y atención de la población en caso de una erupción
El nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue en nivel naranja, y así podría permanecer por varias semanas, según indicó el Servicio Geológico Colombiano (SGC). Dentro de esa alerta se pueden dar pequeños cambios de su actividad sísmica, uno de sus indicadores de actividad, y este domingo 16 de abril “mostró un leve aumento en el número de sismos respecto al día anterior”, de acuerdo con el más reciente boletín publicado por la entidad.
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El nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue en nivel naranja, y así podría permanecer por varias semanas, según indicó el Servicio Geológico Colombiano (SGC). Dentro de esa alerta se pueden dar pequeños cambios de su actividad sísmica, uno de sus indicadores de actividad, y este domingo 16 de abril “mostró un leve aumento en el número de sismos respecto al día anterior”, de acuerdo con el más reciente boletín publicado por la entidad.
La actividad sísmica está asociada con el fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico y estuvo caracterizada por pequeños temblores en el cráter Arenas, asociados a la actividad del domo (protuberancia o montículo) de lava ubicado en el fondo del cráter.
“En caso de que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo”, señala el boletín extraordinario del SGC. El documento explica que para declarar un retorno al nivel amarillo se requiere un tiempo prudencial en el que observen tendencias que permitan inferir la posible disminución de la actividad.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), por su parte, continúa haciendo seguimiento a la actividad del volcán desde el Puesto de Mando Unificado, donde este lunes se coordinaron acciones preventivas con otras entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, que coordina la UNGRD. Se abordaron tres temas principales: las cifras y las acciones para evacuar a la población; la capacidad de los albergues temporales, en caso de que sean necesarios; y el avance de las intervenciones en las vías de evacuación.
A través de su cuenta de Twitter, Luis Fernando Velasco, consejero presidencial y director encargado de la UNGRD, señaló “como dato interesante” que “aunque (la) evacuación no es lo ágil que quisiéramos, sí se ve un crecimiento de la evacuación de niños que estaban con sus familias en zona de riesgo” que están siendo ubicados en casas de familiares.
Desde el pasado 30 de marzo, cuando por primera vez en 11 años el SGC declaró el nivel naranja de actividad del volcán, las autoridades permanecen alerta aunque han hecho un llamado a la calma. Desde ese día, la Red Hospitalaria del Tolima está en alerta roja, con lo que se activaron los planes de contingencia en todo el departamento, con énfasis en los 14 municipios que hacen parte del área de influencia del Nevado.
Los de mayor tensión son los cinco municipios con cabeceras ubicadas en un radio de 15 kilómetros alrededor del volcán, una montaña de 5.321 metros de altitud en la cordillera central colombiana (parte de los Andes), entre los departamentos de Tolima y Caldas.
Se trata de las poblaciones de Casabianca, Herveo, Murillo y Vistahermosa, en territorio tolimense, y de Villamaría, en Caldas, departamento cuyo sistema hospitalario está en alerta naranja. Por la existencia de un riesgo mayor, este 14 de abril la UNGRD presentó las rutas de evacuación para estas cinco poblaciones.
El Nevado del Ruiz ha tenido erupciones menores en los últimos diez años, pero fue el 13 de noviembre de 1985 cuando su explosión ocasionó la que es considerada la peor catástrofe natural de la que se tenga registro en Colombia, cuando el mayor flujo de lava y lodo descendió por el río Azufrado y se unió al flujo de río Lagunilla. Abajo, en la boca del cañón, se encontraba la otrora próspera población de Armero, que fue arrasada por la avalancha en su tránsito hacia el valle del Magdalena. Se calcula que murieron cerca de 25.000 personas.