Davivienda, BBVA y los bancos del Grupo Aval bajan los intereses y se suman a la carrera de los ‘plásticos’
La entidad de la ‘casita roja’ ha informado que aplicará tasas del 20% efectivo anual en sus tarjetas de crédito clásicas con cupos de hasta 4 millones de pesos
El banco Davivienda bajará a partir de mañana 11 de marzo las tasas de interés en sus tarjetas de crédito clásicas al 20% efectivo anual, una drástica caída de más de 20 puntos que se suma a la decisión del Banco de Occidente, BBVA y Bancolombia, que, al mismo hilo, informó ayer de que pasaría a cobrar una tasa del 25% efectivo anual. Decisiones que sirven para anticipar una fuerte batalla financiera para captar usuarios y reactivar el mercado del dinero en pl...
El banco Davivienda bajará a partir de mañana 11 de marzo las tasas de interés en sus tarjetas de crédito clásicas al 20% efectivo anual, una drástica caída de más de 20 puntos que se suma a la decisión del Banco de Occidente, BBVA y Bancolombia, que, al mismo hilo, informó ayer de que pasaría a cobrar una tasa del 25% efectivo anual. Decisiones que sirven para anticipar una fuerte batalla financiera para captar usuarios y reactivar el mercado del dinero en plástico entre las grandes entidades financieras colombianas.
En sintonía con las declaraciones del presidente de Bancolombia, el máximo responsable de Davivienda, Javier Suárez, también explicó que la medida constituye un apoyo a las “familias colombianas”. E hizo hincapié en que es un estimulo para los productores agropecuarios, quienes son la “fuente de alimentos al alcance de todos”. Detrás de sus palabras está la inquietud que han generado los picos en la cotización de los alimentos, una de las variables para comprender el fenómeno inflacionario que llegó al 13,3% en febrero, un indicador inédito desde marzo de 1999.
Las palabras del presidente de Davivienda apuntan a que la reducción también comprende las mismas tasas anuales para las tarjetas agropecuaria y cafetera. Una gestión que busca estimular la compra de recursos e insumos agrícolas en el campo, cada vez más costosos y en el centro de las preocupaciones de la administración Petro, que ya ha impulsado planes de reembolso en la compra de fertilizantes y otros suministros, así como subsidios para pequeños productores.
El presidente Petro, que cerró el miércoles un acto de entrega de tierras para campesinos en Montería, al norte del país, ha reiterado su satisfacción por esta oleada de rebajas en el sector financiero: “Buena medida de bajar las tasas de interés por la banca privada. Así se mantendrá sólido el sistema financiero y las posibilidades de detener el estancamiento económico aumentarán”, publicó en su cuenta de Twitter.
Desde la Asociación Bancaria de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), su presidente, Jonathan Malagón, ha respaldado los llamados del Gobierno a bajar las tasas de interés bancario para los usuarios. En una publicación en su cuenta de Twitter, Malagón señalo que a pesar del “encarecimiento de la liquidez y de las altas tasas de política monetaria”, está a favor de la iniciativa para encarar esta coyuntura. La asociación, añade en un comunicado de prensa, suscribe los objetivos del oficialismo “en términos de financiamiento de la economía popular”, en alusión a uno de los proyectos del Ejecutivo para potenciar a pequeños negocios y microempresas que no tienen acceso a los mercados de crédito. Se trata, sin embargo, de una tesis que no todos los analistas económicos y financieros comparten.
Las maniobras del sector bancario comportan cierto margen de riesgo y podrían estar en el punto de mira, matizan los analistas: “Está muy bien que estos bancos compitan en la oferta de sus tasas de interés en las tarjetas de crédito”, señala el académico de la Universidad de los Andes Oskar Nupia, “en principio es bueno para el mercado financiero, y ojalá pasara con otras tasas de interés. Pero hay que vigilar de cerca el consumo, porque si no lo controlamos, la inflación se va para arriba”. Un punto de riesgo latente y que, probablemente, puede ir en contra del recetario escogido por el Banco de la República para enfriar los niveles de consumo y así equilibrar la alta inflación. El banco central ha aumentado los tipos 11 puntos porcentuales desde 2021 y hoy alcanzan un 12,75%.
Ante esas subidas graduales del Emisor, los bancos ajustaron en paralelo y al alza sus tasas de interés promedio hasta rozar una media anual del 39,6%, según la Superintendencia Financiera. Lo cierto es que desde círculos financieros subrayan la singularidad de lo que está sucediendo, ya que más de uno apunta que se trata de tasas de interés incluso menores que las que tuvo el país en plena pandemia y en período de recesión.
Dentro de la campaña de incentivos de Davivienda, el banco ha informado que los plásticos con cupos inferiores a los 4 millones de pesos, lo que abarca a alrededor de un 40% de los clientes del banco, serán los beneficiarios de estos anuncios. El banco del logo de la casita roja, que es el segundo o tercero por cuota en el mercado, llegó a tener tasas efectivas anuales del 46% en sus plásticos.
“Las tarjetas de crédito siempre tuvieron las mayores tasas, cercanas a usura”, explica el analista financiero Sebastián Arango, “pero si te fijas los bancos no están tomando estas medidas con todos sus productos”. El objetivo, afirma, es arrebatarle mercado a otras entidades en una coyuntura de desaceleración en el crédito bancario. Por eso el escogido ha sido el crédito de consumo de corto plazo, que en su opinión es un producto muy accesible y donde mejor se puede incentivar el consumo.
También añade que los bancos “captaron muy buena liquidez después de la crisis de 2008, pero al final no se pueden quedar con toda esa plata porque los negocios no consisten solo en captar. Tienen que empezar a colocar. Entonces creo que es una línea estratégica que han escogido para salir de ese exceso de dinero que tienen”.
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