El primer día como soldadas del Ejército de Colombia
Un contingente de 1.296 mujeres en todo el país se unen a la institución militar, que desde hace más de 20 años solo recibía hombres
El Ejército de Colombia ha recibido a su primer contingente femenino que prestará el servicio militar, después de 20 años de recibir solo hombres. Paula Espinel fue asignada al batallón de la Guardia Presidencial y este viernes fue su primer día como soldada en Bogotá. En la mañana, antes de la ceremonia militar de recibimiento, todas madrugaron para hacerse una prueba de embarazo. Paula cuenta que las citaron casi de madrugada y después de los exámenes las llevaron en un bus hasta el cuartel, cerca ...
El Ejército de Colombia ha recibido a su primer contingente femenino que prestará el servicio militar, después de 20 años de recibir solo hombres. Paula Espinel fue asignada al batallón de la Guardia Presidencial y este viernes fue su primer día como soldada en Bogotá. En la mañana, antes de la ceremonia militar de recibimiento, todas madrugaron para hacerse una prueba de embarazo. Paula cuenta que las citaron casi de madrugada y después de los exámenes las llevaron en un bus hasta el cuartel, cerca a la Casa de Nariño. Allí estarán 82 de las 1.296 mujeres que este fin de semana se unieron al Ejército.
“No collares, no maquillaje y siempre agua fría”, enumera la joven de 20 años algunas de las reglas que está dispuesta a seguir desde este viernes. El interés por unirse al Ejército de Colombia ha sido “masivo” entre las mujeres, según la institución, debido a las oportunidades que ofrece, como la remuneración económica, el entrenamiento físico y la formación militar. Nayeli Pinto dejó su trabajo haciendo zapatos para vincularse a las filas. Dice que sus compañeros le dijeron que estaba “loca” cuando les contó que iba a prestar servicio militar y en su familia su mamá no estuvo muy contenta.“En mi casa no hay un solo militar. Mis papás creían que con tres hijas mujeres se iban a salvar, pero a mí siempre me gustó esto”, dice Nayeli. Antes de postularse al Ejército intentó siete veces en la Policía. “Nunca pasé”, recuerda decepcionada, pero dice que ahora está feliz: “Esto es un sueño. Al fin lo que yo quería”, asegura, junto a su novio y su familia, que la despiden con una tristeza que no pueden disimular.
El director de reclutamiento del Ejército, el coronel Alexánder Rojas, ha señalado de “éxito” la respuesta de las mujeres a su convocatoria. “Se tenía previsto incorporar por contingente unas 1.200, pero gratamente el primer día se cumplió la meta total del año y muchas quedaron aplazadas para las tres convocatorias restantes”, dijo a El Tiempo. En Montería, por ejemplo, había 30 cupos y se presentaron 300 personas.
Las 82 que estarán en la guardia presidencial compartirán el mismo dormitorio. Un salón largo ocupado por varias hileras de camarotes, como el de los hombres, será su lugar de residencia por un año. Sobre las camas, encontraron el uniforme camuflado que deberán vestir a partir de ahora. En el piso, las botas de combate. Pero ninguna de ellas irá a combate. Las labores para las mujeres en el Ejército son sobre todo administrativas. Aunque a algunas como a Nayeli les encantaría ir a la batalla. “Me gustan las armas”, dice sonriendo.
Aunque en los últimos años se han establecido cuotas para la selección de mujeres en las escuelas de formación de oficiales y se han creado programas de formación específicos para mujeres, su papel en el Ejército sigue siendo limitado. Ocupan apenas el 10% de las fuerzas militares.
Todas aseguran estar aquí porque quieren. El servicio militar que prestan por un año es voluntario. En diciembre de 2022, el Ejército anunció que abriría plazas para mujeres después de 20 años de haber aceptado solo hombres. En enero se presentaron más de 5.000 y este mes ha ingresado el primer contingente femenino, de jóvenes entre los 18 y 23 años.
“Nos tenemos que cuidar entre todas”, afirma Greisy Tenjo, cuando habla de la minoría que son dentro del batallón. Cuando se postuló para ingresar el Ejército esperaba un trabajo en lo que estudió, salud laboral, pero cuando quedó seleccionada cambió de planes y se mudó de La Esmeralda, en Norte de Santander, a Bogotá. “Un tío me llamó para preguntarme si estaba decidida, yo le dije: ‘¡hágale!”. “No es fácil estar lejos de mi familia, pero estar aquí es lo que quería”, dice la joven de 18 años.
El Ejército ha explicado que retomó la inclusión de mujeres luego de 20 años para “fortalecer” su papel dentro de la institución, donde apenas hay 1.212 oficiales y 973 suboficiales mujeres. Las que han entrado este viernes serán designadas en labores administrativas, atención en establecimientos de sanidad militar, labores de seguridad en los cantones y preservación del medio ambiente, ha dicho la institución.
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