El Gobierno colombiano preselecciona los aviones Rafale para sustituir a los Kfir
El Ejecutivo afirma que la oferta francesa para adquirir 16 cazabombarderos es la mejor en términos de costes, eficiencia y operatividad
El Gobierno colombiano ha preseleccionado este miércoles la propuesta de Francia para adquirir 16 aviones Rafale que sustituyan a los antiguos Kfir. “Es la mejor opción para el país en relación precio, eficiencia y operatividad”, afirmó el Ejecutivo en un comunicado. La inversión rondaría los 15 billones de pesos (3.148 millones de dólares al cambio actual) y comenzaría a pagarse dentro de cinco años.
Había tres opciones sob...
El Gobierno colombiano ha preseleccionado este miércoles la propuesta de Francia para adquirir 16 aviones Rafale que sustituyan a los antiguos Kfir. “Es la mejor opción para el país en relación precio, eficiencia y operatividad”, afirmó el Ejecutivo en un comunicado. La inversión rondaría los 15 billones de pesos (3.148 millones de dólares al cambio actual) y comenzaría a pagarse dentro de cinco años.
Había tres opciones sobre la mesa: los F-16 de Estados Unidos, los Rafale de Francia y los Gripen de Suecia. La incertidumbre se mantuvo hasta la mañana de este miércoles. Los suecos ofrecían las mayores garantías de transferencia tecnológica, algo que el presidente, Gustavo Petro, valora especialmente. Son los que adquirió Brasil en 2013, con la justificación de que la “transferencia de tecnología” era esencial para desarrollar la industria nacional. Pero tampoco estaban descartados los franceses, especialmente porque las relaciones bilaterales con el país implicado son importantes. La reunión en noviembre entre Gustavo Petro y el presidente del país europeo, Emmanuel Macron, evidenció la buena sintonía.
Los Rafale están considerados como uno de los aviones de combate más avanzados del mundo. Los fabrica el grupo Dassault, el mismo que proveyó los Mirage 5 que Colombia utilizaba antes que los Kfir. Francia ha tenido éxito en los últimos años en sus negociaciones para exportarlos, con adquisiciones por parte de países como Egipto, India, Qatar, Grecia y Croacia. Según el Gobierno colombiano, permitirán ahorrar alrededor de 7.000 dólares por hora una vez que entren en operación: “Una hora de vuelo de un avión Rafale es aproximadamente 30% más barata que la hora de vuelo de un Kfir”. Además, posibilitan mayor autonomía de vuelo y pueden aterrizar en pistas más reducidas, según destacó este miércoles el general del aire Guillermo León en Caracol Radio.
Los Kfir, comprados a Israel en los años 90, han sido los aviones insignia de la fuerza y han sido refaccionados ya dos veces. Quedan alrededor de 10 con capacidad de combate y representan menos del 10% de la composición total de la flota, pero tienen una importancia especial porque son los que se utilizan para defender el territorio nacional en caso de enfrentar ataques de otros países. Tienen capacidad de disparar a gran alcance contra otras aeronaves y vuelan a una altura mayor y con más velocidad que aviones como los Super Tucano, conocidos por haber sido utilizados en bombardeos a campamentos de grupos armados y, en general, más orientados al tipo de conflicto interno que ha vivido Colombia.
Colombia discute el reemplazo de los Kfir desde hace 15 años. Nicolás Urrutia, director asociado de Control Risks y experto en Defensa, explicó el martes por teléfono a este periódico que la renovación ya era impostergable: “En otros gobiernos era deseable, pero no era absolutamente obligatorio. Quedaba un ciclo de vida útil. Pero hoy ya no da para más”. En la misma línea se pronunció este miércoles el Gobierno, que resaltó los riesgos que implica mantener en funcionamiento unos aparatos que tienen más de 40 años. “Su operación es costosa y puede ser riesgosa. Colombia es hoy prácticamente el único operador de la plataforma Kfir. Eso quiere decir que no se producen aeronaves ni repuestos; es decir, es una capacidad insostenible”, lee el comunicado.
La dificultad para el Ejecutivo radica en justificar el gasto que implica la adquisición de estos aviones, en especial cuando el presidente, Gustavo Petro, se había opuesto en 2021 a reemplazar los Kfir. “La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante”, declaró en ese entonces respecto a las intenciones del Gobierno de Iván Duque de comprar aviones F-16 a Estados Unidos. Ahora ha dado un giro de 180 grados, que según los expertos no es inusual porque llegar a la Casa de Nariño da más información sobre las necesidades del país en términos de Defensa y potencia el pragmatismo.
Tras las críticas realizadas por rivales e incluso aliados de Petro como el presidente del Senado, Roy Barreras, el mandatario ha reforzado el argumento de que la compra de aviones no afectará la política social de su Gobierno. “No se gastará un solo peso de la reforma tributaria ni de la inversión social en aviones de combate. Las prioridades de mi gobierno son y serán la reforma agraria, hambre cero, la educación superior gratuita, el bienestar de las madres cabeza de hogar y los jóvenes del país”, resaltó en redes sociales. Algo similar consideró el ministro de Defensa, Iván Velásquez, que declaró que el objetivo es que los aviones comiencen a pagarse en cinco años, cuando el país se encuentre en “mejores condiciones económicas”.
Los detalles del contrato y el financiamiento aún no están finalizados. El Gobierno ha remarcado que se trata de una “preselección” que ahora deberá ser estudiada antes de aprobarse.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.