Petro refuerza la esperanza de la Paz total en Buenaventura
Después de más de un año y medio de guerra urbana, la ciudad portuaria recibe una delegación del gobierno que busca mantener la actual tregua entre dos bandas criminales
La ciudad portuaria de Buenaventura ha vivido dos diciembres en medio de la violencia. Dos bandas criminales de esta ciudad del litoral pacífico, Los Shottas y Los Espartanos, se declararon en guerra el 30 de diciembre del 2020 y dejaron, en los 21 meses siguientes, más de 250 muertos. En octubre de este año, sin embargo, la violencia se congeló: las bandas acordaron una tregua y expresaron su deseo para integrarse a la política de Paz Total del Gobierno de Gusta...
La ciudad portuaria de Buenaventura ha vivido dos diciembres en medio de la violencia. Dos bandas criminales de esta ciudad del litoral pacífico, Los Shottas y Los Espartanos, se declararon en guerra el 30 de diciembre del 2020 y dejaron, en los 21 meses siguientes, más de 250 muertos. En octubre de este año, sin embargo, la violencia se congeló: las bandas acordaron una tregua y expresaron su deseo para integrarse a la política de Paz Total del Gobierno de Gustavo Petro. “Nos da alegría que hoy el puerto de Buenaventura pueda hacer su alumbrado en paz”, dijo allí la vicepresidenta Francia Márquez, el miércoles, cuando la mayoría de las ciudades del país inauguran su alumbrado navideño. Los ciudadanos, que vivieron más de un año y medio sin salir en las noches, esperan brindar en nochebuena por una Buenaventura en paz.
“Aquí nace un faro para alumbrar las posibilidades de Colombia”, dijo el presidente Petro frente a un público mayoritariamente joven y afro colombiano que gritó ‘No más violencia’ o ‘Buenaventura libre’. El presidente calificó la tregua allí como un caso inédito en la historia de Colombia, por intentar un acuerdo que no es de guerrilleros o grupos paramilitares con el poder nacional, sino uno para salir de una guerra urbana entre bandas criminales.
“El Gobierno cobija, protege, un proceso de negociaciones entre dos agrupaciones que poco tienen de políticas, en el sentido clásico de la palabra”, dijo el presidente. “Pero tiene mucho de organización juvenil excluida, armada, organizaciones que se han matado entre sí, que llevaron a Buenaventura a ser una de las ciudades más violentas del mundo, y que hoy inician un proceso de confianza en un gobierno que ha hablado de Paz Total”.
Petro celebró que la ciudad lleve 85 días seguidos sin homicidios. Esperando que este laboratorio de paz se consolide dijo “esto se extenderá a Barranquilla, Cartagena, Montería, se extenderá a Tumaco, se extenderá a las barriadas populares de Medellín, de Cali, de Bogotá”. Se dirigió a los miembros de las dos bandas, que no pueden revelar sus identidades porque hay órdenes de captura en su contra pero que estaban escuchando su discurso: “Son 1760 jóvenes a los que hoy les damos un abrazo, el gran abrazo de la paz”, les dijo.
El presidente, la vicepresidente, y el Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda, viajaron el miércoles a Buenaventura para reforzar esta apuesta de paz urbana que enfrenta un camino con difíciles obstáculos. El Gobierno tiene la compleja tarea de tratar a las dos bandas de forma distinta a la guerrilla del ELN o las extintas FARC porque no tienen el carácter político que jurídicamente les permitiría entrar en un proceso de justicia transicional. Como bandas criminales, tendrían que someterse a la justicia, lo que implica menos beneficios penales.
“Estamos ahora en un escenario de creación de confianza”, dijo Rueda, el alto comisionado, en rueda de prensa, al aclarar que en Buenaventura hay negociaciones de paz equivalentes a las que ocurren en Caracas con el ELN. “Aquí no hay ningún tipo de negociación, aquí es un diálogo en el sentido de construir los mecanismos más adecuados e idóneos, conforme a la constitución y la ley, para que ellos y ellas transiten al estado de derecho. Eso significa transformaciones sociales muy específicas en los barrios donde ellos habitan”, añadió, recordando que estas bandas son locales, de jóvenes entre 14 y 30 años que quieren oportunidades de estudio y trabajo. “No son extraterrestres, son habitantes de estos territorios”.
Rueda prefirió no mencionar en qué fecha se iniciarán formalmente los diálogos y descartó que se estén considerando excarcelaciones de miembros de las bandas. Dijo que “la sostenibilidad de la tregua es la construcción de muchas partes”. Partes como el sector empresarial, que podría abrir empleos dignos para que los miembros de las bandas vuelvan a la vida civil. “Sin eso, esta tregua será insostenible”, dice Rueda.
A Buenaventura también viajó la Alta Consejera para la Juventud, Gabriela Posso, que se comprometió a que la ciudad sea “uno de los mayores beneficiados” del programa Jóvenes en Paz, una iniciativa que quiere ofrecer subsidios a jóvenes condicionados a que no delincan, con el objetivo de encontrar para ellos oportunidades de empleo o estudio.
El miedo de la oposición es que en Buenaventura se está cocinando indultos a nivel masivo y el temor entre algunas víctimas es que sus victimarios no pasen por la justicia. “Las víctimas han sido las más comprometidas en este país con la paz”, reiteró la vicepresidenta Márquez, además de explicar que la Unidad de Víctimas implementará un programa especial de reparación en el puerto.
Lo que Petro, Márquez y Rueda fueron a reiterar es que no entienden la paz como un proceso que pasa solo por una mesa de negociación en la que se discuten cuestiones jurídicas. La Paz Total, en su visión, es un proceso en el que debe haber una mesa social para acabar con la pobreza y desigualdad que ha tiene a miles de jóvenes sin posibilidades de estudiar o conseguir un empleo digno.
“Una parte de la paz es el conflicto armado, la violencia, pero otra parte de la paz total implica transformar las estructuras que llevaron al conflicto armado, y eso es inversión social, es cerrar las brechas de inequidad y desigualdad”, dijo la vicepresidente. Bajo esta visión, la Paz Total quizás no pueda ofrecer rápidamente un marco jurídico para las bandas criminales pero sí ofrecer recursos para que se cumpla el Plan Especial para Buenaventura, un plan de desarrollo consensuado hace varios años que solo avanzó 6% en el Gobierno pasado, de acuerdo a Márquez.
A la Paz Total de Buenaventura le faltan más caminos sinuosos por recorrer. Además de la seguridad jurídica y de los recursos, en la zona rural del municipio siguen activas el ELN y el frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC —el grupo que hace dos días asesinó a 6 soldados en el Cauca, al sur de Buenaventura. La tregua es frágil, y más en esta ciudad donde los grupos armados se han reciclado desde finales de los años noventa. Pero este miércoles, Buenaventura prende velas navideñas y su alumbrado urbano con renos y pinos. Celebra que este diciembre, al menos, será menos oscuro.
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