El necesario alivio migratorio
Solicité al Gobierno de Estados Unidos el otorgamiento del estatus de Salida Forzosa Diferida para los más de 200.000 colombianos que actualmente se encuentran sin autorización en ese país
La visita a Colombia del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, para trabajar en asuntos relacionados con flujos migratorios y promoción de visas regulares, abre una nueva oportunidad para avanzar en un tema, de vital interés, para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos.
En el marco de la agenda migratoria integral bilateral, recientemente solicité al Gobierno de los Estados Unidos el otorgamient...
La visita a Colombia del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, para trabajar en asuntos relacionados con flujos migratorios y promoción de visas regulares, abre una nueva oportunidad para avanzar en un tema, de vital interés, para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos.
En el marco de la agenda migratoria integral bilateral, recientemente solicité al Gobierno de los Estados Unidos el otorgamiento del estatus de Salida Forzosa Diferida o DED (por su sigla en inglés) para los más de 200.000 colombianos que actualmente se encuentran sin autorización en ese país, viviendo en condiciones lamentables, bajo el miedo y expuestos a ser objeto de explotación. Este instrumento se suma al trabajo el Gobierno Petro-Márquez adelanta hacia un mayor acceso a visas no-migrantes, el trámite ágil de visas de turismo y a una eventual eliminación de la misma para los ciudadanos colombianos.
La figura del DED es una potestad presidencial que se decreta a través de una orden ejecutiva y establece unos criterios para diferir la repatriación de ciertos inmigrantes con estatus irregular con la posibilidad de acceder temporalmente a una serie de beneficios. Por lo general, estos incluyen un permiso de trabajo transitorio, que suele ser de 18 meses y que puede ser extendido en el tiempo, esta extensión se encuentra sujeta a las decisiones de política exterior de los Estados Unidos.
Este tipo de medida en escenarios de transición del conflicto en los que existe un acuerdo de paz, como es el caso colombiano, ya tiene antecedentes. En el año 2003, en Liberia se firmó el Acuerdo de Paz Integral dando inicio al proceso de transición que gestó elecciones libres y la normalización de las condiciones políticas en ese país en el año 2006. Teniendo en cuenta las particularidades de la transición hacia a la paz, la administración de George W. Bush otorgó, en el año 2007, el DED a los ciudadanos Liberianos indocumentados en los Estados Unidos ofreciéndoles la posibilidad de un regreso digno a su país, en contribución a la construcción y consolidación de la paz.
El precedente fijado por Liberia, ofrece grandes posibilidades de éxito para la solicitud de Colombia y garantizar el alivio migratorio a través del DED a la población irregular colombiana en los Estados Unidos, es de mutuo interés para la avanzar en la agenda de gestión migratoria en el hemisferio.
Esta solicitud obedece, además, a que Colombia está implementando su política de paz total y derechos humanos, que busca la convivencia pacífica, la protección de los derechos y libertades de los individuos y el ofrecimiento de medidas en favor de grupos discriminados o marginados, independientemente de donde se encuentren. De igual manera, esta medida transitoria, busca fijar condiciones para un retorno digno brindando garantías en el exterior.
La carta que se ha enviado al Gobierno de Estados Unidos, por instrucción del presidente Petro, es una invitación a implementar el principio de corresponsabilidad entre los pueblos y a brindar vías de protección para aquellos colombianos que viven en los Estados Unidos. Esta solicitud, fundamentada en el Plan Nacional de Desarrollo de Colombia, busca conectar a los colombianos en el exterior con las grandes transformaciones a las que le está apuntando esta nueva administración.
Adherido al interés compartido con Estados Unidos de fomentar una migración ordenada, regular y segura, el Gobierno colombiano está fortaleciendo su modelo de arquitectura institucional para lograr la plena integración de los casi 2.5 millones de migrantes venezolanos regularizados y la apertura y gestión fronteriza. Así mismo, a nivel internacional estamos liderando las conversaciones hemisféricas para dar soluciones sustentadas en el acceso a vías legales, protección, integración y mecanismos para la financiación de la respuesta de los países de acogida, tránsito y retorno.
Para el Gobierno Petro-Márquez, buscar medidas innovadoras alejadas de las viejas recetas para atender la problemática alrededor de los flujos actuales en la región, hacen parte del conjunto de condiciones habilitantes para alcanzar la paz en el hemisferio.
El fin último de esta petición de DED a colombianos en irregularidad en Estados Unidos, es que esta población regrese a nuestro país en condiciones dignas. No me cabe la menor duda que con la aplicación de las políticas migratorias adecuadas, esta población maximizará sus aportes al desarrollo y la prosperidad de ambas naciones y de la región.
Estados Unidos es un país con el cual tenemos relaciones muy estrechas. Este país me abrió las puertas, me acogió hace muchos años y he experimentado y sido testigo de las contribuciones culturales, económicas y sociales de los colombianos a esta nación. El DED como mecanismo de alivio migratorio, será sin duda una medida central para en el camino de transición hacia la paz total.
De la misma forma, he sido testigo y reconozco el apoyo y la colaboración que Estados Unidos le ha brindado a Colombia. Compartimos valores y objetivos de profundización de nuestras democracias y de búsqueda y consolidación de paz y prosperidad para nuestros pueblos. Por esta razón y juntos, a través de un abordaje simétrico de corresponsabilidad, tenemos la oportunidad de contribuir a la creación y aplicación de nuevos paradigmas en el hemisferio que privilegien la migración regular y la protección de los derechos humanos de la población desplazada y migrante.
La nuestra es una invitación a definir e implementar acciones concretas, más allá del reciclaje de medidas fallidas del pasado. Buscamos construir soluciones conjuntas con el potencial de convertirse en un ejemplo de creatividad y de concurrencia de voluntad política para implementar soluciones innovadoras para toda la región.
Es al mismo tiempo, un ejercicio de reafirmación de un compromiso mutuo para fomentar la paz, la resiliencia y el desarrollo sostenible transformador que permita encontrar nuevos caminos para responder a nuevos retos y así asegurar un mejor futuro para nuestro hemisferio y para nuestros países. Un futuro más humano, un futuro de cambio por la vida.
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