Petro y López Obrador convocan al resto de presidentes a replantear la política contra las drogas
México acepta la invitación de Colombia para convertirse en un país garante en las negociaciones con la guerrilla del ELN
Colombia y México convocarán al resto de América Latina a cambiar el enfoque de la fallida guerra contra las drogas, una de las obsesiones de Gustavo Petro. El presidente colombiano, de visita en la capital mexicana, había anticipado que le quería proponer este viernes a su homólogo Andrés Manuel López Obrador realizar una gran conferencia de mandatarios de la región en torno a una reforma profunda, y un comunic...
Colombia y México convocarán al resto de América Latina a cambiar el enfoque de la fallida guerra contra las drogas, una de las obsesiones de Gustavo Petro. El presidente colombiano, de visita en la capital mexicana, había anticipado que le quería proponer este viernes a su homólogo Andrés Manuel López Obrador realizar una gran conferencia de mandatarios de la región en torno a una reforma profunda, y un comunicado conjunto de las cancillerías ha confirmado, sin grandes detalles, que tendrá el propósito de “rediseñar y replantear la política de drogas”.
El Gobierno mexicano también aceptó sumarse como país garante a la mesa de diálogos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), señala el comunicado. Luego de un encuentro de varias horas que calificó de “fecundo”, Petro celebró en sus redes sociales que habían llegado a “acuerdos concretos” en términos de soberanía, integración, desarrollo y migración. “Si tuviese que resumir en una palabra cómo es la relación entre nuestros pueblos y con el Gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, diría: hermandad”, escribió por su parte López Obrador. Ambos acompañaron sus publicaciones con fotos de su encuentro en los pasillos el Palacio Nacional, en medio de pinturas y murales de Diego Rivera.
La primera visita oficial de Petro como jefe de Estado a México se da en medio del avance de las izquierdas en América latina, un nuevo eje progresista apuntalado por la victoria electoral de Lula da Silva en Brasil. También se produce en vísperas del reinicio de los diálogos en Ciudad de México entre el Gobierno venezolano y la oposición que buscan ponerle fecha a unas elecciones presidenciales con garantías para todos. Tanto Petro como López Obrador se han empleado a fondo para conseguir que las partes se vuelvan a sentar en la mesa. El colombiano, que acaba de superar el umbral de sus primeros 100 días en el poder, promueve también que Venezuela regrese al sistema interamericano de derechos humanos.
En el entramado diplomático de la región, Petro ha puesto la Cancillería colombiana al servicio de la paz, y avanza en la “normalización” de las relaciones con la vecina Venezuela, después de años de tensiones. El Gobierno de Nicolás Maduro, por su parte, es uno de los países garantes del proceso de paz con la guerrilla del ELN, junto a Cuba y Noruega. Los delegados en esa mesa de diálogos, que arrancó esta semana en Caracas, anunciaron este mismo viernes que han invitado justamente a México, Brasil y Chile a incorporarse al proceso como nuevos países garantes. La aceptación de México abre la puerta para que sea sede de próximos ciclos de negociaciones.
Petro, que ya había sostenido el jueves a su llegada a Ciudad México un encuentro con la comunidad colombiana, ha dicho que la migración, la política antidrogas y la crisis climática son las agendas que América Latina debe construir. Esos fueron los principales temas que discutió con López Obrador. En sus dos discursos con más eco internacional, ante la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre climática de Egipto, el líder colombiano ha calificado sin rodeos de fracaso tanto la lucha contra el cambio climático como la “irracional” guerra contra las drogas, dos temas de alcance global que le obsesionan.
El presidente de Colombia, el mayor productor mundial de hoja de coca y de cocaína, reclama con insistencia un vuelco en los esfuerzos antinarcóticos. Petro ha pedido dejar de criminalizar a los eslabones más débiles de la cadena, los cultivadores de coca, y enfocar los esfuerzos en golpear a las organizaciones criminales que se lucran del narcotráfico. Ese llamado ya ha obtenido el respaldo de la Comisión Global sobre Política de Drogas, a la que pertenecen tanto los expresidentes colombianos César Gaviria (1990-1994) y Juan Manuel Santos (2010-2018) como el mexicano Ernesto Zedillo (1994-2000), y también del Grupo de Puebla, que reúne a dirigentes progresistas de Iberoamérica.
El también exalcalde de Bogotá fue declarado este viernes huésped distinguido de la Ciudad de México y se encontró con la alcaldesa Claudia Sheinbaum, que parte como favorita en la lista de posibles sucesores de López Obrador. El sábado, visitará el consulado en la capital mexicana para abordar las denuncias de viajeros colombianos que dicen haberse sentido secuestrados por las autoridades migratorias. El llamado cuartito de los aeropuertos mexicanos, donde las personas son retenidas antes de ser admitidas o devueltas a sus países, ha provocado desde hace tiempo fricciones con varios países sudamericanos. Bogotá ha protestado en varias ocasiones por las inadmisiones, que en este año suman casi 22.000 colombianos.
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