El deterioro del mercado laboral
2010 quedará como el año en el que la economía española escapó, a duras penas, de la Gran Recesión. Pero también, como el año en el que la tasa de paro se instaló en el 20%. Además, la última cosecha estadística de la Encuesta de Población Activa (EPA) certifica lo que no fue: para dar por acabada la brutal destrucción de empleo que acompaña a la crisis habrá que esperar.
SARA BALIÑA Y JOSÉ A. HERCE
Los inversores de Criteria se acostaron el jueves con una empresa de participaciones industriales de La Caixa y despertaron ayer con una sociedad que en breve tendrá el negocio bancario y asegurador de la primera caja catalana. El mercado aplaudió ese cambio.
Richard Fuld, ex presidente del ex banco Lehman Brothers, pasó por el Congreso de EE UU hace unos meses para explicar la debacle de esa entidad sin una sola disculpa. Sir Fred Goodwin, primer responsable del cataclismo y posterior rescate del Royal Bank of Scotland reclamó tras su cese una pensión escandalosa sin musitar nada parecido a un mea culpa.
La recuperación siguió su curso en EE UU, con una aceleración de seis décimas del crecimiento en el cuarto trimestre, a una tasa anualizada del 3,2% (2,8% sin anualizar), gracias al repunte del consumo privado y de las exportaciones. Eso permitió cerrar 2010 con una tasa media de crecimiento del 2,9%, la más alta en cinco años.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) quiere hacer caja con las participaciones minoritarias que aún tienen en grandes empresas y que pueden aportar importantes recursos para mejorar la cuentas de resultados del grupo público.