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Ghulam Sakhi, el policía que mató a tiros a tres españoles el miércoles en la antigua base española de Qala-i-Naw, fue detenido hace un año porque la inteligencia afgana sospechaba que tenía vínculos con la insurgencia. "Había muchos informes que apuntaban a que tenía conexiones con los talibanes y por eso fue detenido.
EFE
Los tres españoles asesinados el miércoles en Afganistán fueron despedidos ayer: el capitán José María Galera, en Tarazona de La Mancha, donde el presidente castellanomanchego, José María Barreda, lamentó la pérdida de "uno de los nuestros"; el alférez Abraham Leoncio Bravo, en Aranda de Duero (Burgos); y el intérprete Ataollah Taefik Alili, en el auditorio de Cuarte de Huerva (Zaragoza).
"No hay quien me mueva". Con este envite se presentó ayer Francisco Camps, el presidente de la Generalitat valenciana, imputado por cohecho pasivo impropio relacionado con la trama corrupta Gürtel, ante sus fieles, en el arranque de la precampaña electoral. Esteban González Pons no se quedó atrás y ratificó la frase que todos los asistentes a la cena de inicio del curso político del PP.
La pugna de las primarias del PSOE de la Comunidad de Madrid derivó ayer, por primera vez, en una polémica de calado político nacional, porque los dos candidatos discreparon sobre la fortaleza del Gobierno y de José Luis Rodríguez Zapatero. Primero, Tomás Gómez se adhirió en Radio Euskadi a unas palabras del lehendakari pidiendo a Zapatero que muestre más fortaleza.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dejó ayer a la vista que acudirá con los colmillos afilados a la negociación de los Presupuestos Generales con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Más allá de formulaciones económicas, el PNV pondrá encima de la mesa planteamientos y exigencias de un tenor muy distinto.
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