CARMEN MORÁN | Madrid
Las salas de lectura de las escuelas e institutos no responden a los requisitos que establecen los organismos internacionales. Según un estudio, les faltan fondos, espacio, tecnologías, presupuesto y personal a plena dedicación que permita su apertura más allá del horario escolar. Además, la mitad de los alumnos no las visita nunca.
MARTA AGUIRREGOMEZCORTA | Madrid
Algunos alumnos pisan por primera vez la Universidad desorientados y con lagunas de bachillerato que pueden convertirse en mares si no se pone remedio pronto. Son los suficientes como para que cada vez más facultades se planteen la necesidad de poner en marcha programas para contribuir a paliar este déficit académico y, de paso, facilitar su primer contacto con los estudios superiores.