Esquizofrénico a causa de la mili
ORIOL GÜELL | Madrid
Cuando el joven alicantino José Vicente Insa, de 17 años, se fue en 1988 a hacer la mili como paracaidista voluntario a Madrid, la vida le sonreía. Cuando volvió un año después era un enfermo de esquizofrenia que nunca podría trabajar. Ahora, tras diez años de duros pleitos judiciales, el Tribunal Supremo le ha dado finalmente la razón.