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Las protecciones de las tarjetas de crédito se amplían al “Compre Ahora, Pague Después”

La modalidad de pago sin intereses no ha hecho más que crecer desde hace cuatro años y el 13% de las transacciones terminan en disputa

Un anuncio de Klarna, en una imagen de archivo.
Un anuncio de Klarna, en una imagen de archivo.Daniel Harvey Gonzalez (Getty Images)

¿Ha comprado una televisión o quizá unos boletos de avión y ha acordado pagarlo en cuatro plazos sin intereses? No es el único. El “Compre Ahora, Pague Después” (Buy Now, Pay Later, BNPL) es una modalidad de pago que no ha hecho más que crecer en Estados Unidos desde hace cuatro años y es popular entre consumidores de toda la banda de ingresos, a pesar de que la protección de sus usuarios es baja.

La Oficina de Protección al Consumidor Financiero (CFPB, por sus siglas en inglés) acaba de decidir que estos servicios de prestamistas de BNPL como PayPal, Affirm, Afterpay, Zip o Klarna son iguales que un proveedor de tarjetas de crédito, como Visa o American Express, y eso significa que sus usuarios tienen las mismas protecciones y derechos.

Los logos de Afterpay, Affirm, Paypal Credit y Klarna.
Los logos de Afterpay, Affirm, Paypal Credit y Klarna.Getty Images

Eso incluye la investigación de disputas de una compra por parte de los prestamistas cuando así lo pida el consumidor. Los prestamistas deben parar los requerimientos de pagos hasta que se resuelva el contencioso, es decir, no hay obligación de seguir pagando por parte del cliente mientras se lleva a cabo la investigación.

También se garantiza el reembolso del producto que se haya devuelto porque haya llegado dañado o el servicio que se haya cancelado. Adicionalmente, se obliga a que los consumidores reciban facturas con periodicidad en las que se expliquen las comisiones o cargos que haya similares a los que se reciben cuando se usan las tarjetas de crédito. Se acaban así las obligaciones de pagar la totalidad de un producto devuelto antes de un reembolso, las posibles comisiones por las devoluciones o que una prestamista se desentienda de una queja.

En sus investigaciones, la CFPB ha descubierto que el 13% de las transacciones con este modelo de pago terminan en disputa con derecho a reembolso. En las cinco empresas que se han investigado, solo en 2021 los consumidores disputaron o devolvieron compras por valor de 1.800 millones de dólares. “El hecho de no proveer protecciones para disputas puede crear caos para los consumidores cuando devuelven mercancías o se encuentran con otra dificultad en las facturas”, señalan desde esta Oficina de protección al Consumidor. Cabe recalcar que antes de la decisión por parte de la CFPB, algunas entidades que ofrecen pagos BNPL ya brindaban dichas protecciones.

Estas garantías para los consumidores, que entrarán en vigor en dos meses, no afectan de momento a una cuestión clave para esta industria: el hecho de que estos prestamistas, empresas de tecnología financiera o Fintech, no tienen que reportar esta forma de pago a Experian, TransUnion y Equifax, los burós de crédito que hacen seguimiento de la gestión de la deuda de los consumidores y lo reflejan en sus informes de crédito. La CFPB está estudiando esta posibilidad.

Sin intereses, pero puede salir caro

Hace unos meses, un informe de la Reserva Federal de Nueva York indicaba que aunque este sistema de pago es muy popular, “los hogares financieramente frágiles tienen una probabilidad desproporcionada de usar el BNPL”. Según este supervisor bancario, estas familias lo usan con frecuencia para hacer comprar relativamente pequeñas “que no serían asequibles de otra manera”. Los hogares más estables financieramente tienden a usarlo menos, cuando les permite evitar el pago de intereses. Este producto es muy popular entre la comunidad latina, negra y las mujeres, además de los consumidores que ganan entre 20.001 y 50.000 dólares al año.

Los reguladores de la industria financiera han alertado de que cualquiera puede ser un usuario regular de Comprar Ahora y Pagar después, sobre todo si se usan las aplicaciones de las entidades prestamistas o se instalan como plug-ins en los buscadores para las compras en Internet. Y aunque no se pagan intereses, sí hay comisiones por pago retrasado, por ejemplo. Y si a eso se junta que no tenga suficiente dinero en su cuenta para hacer frente al pago y se haga un sobregiro, entonces las comisiones le pueden llegar de los dos lados.

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