La protesta ‘No Kings’ contra el Gobierno de Trump se apodera de las calles de Estados Unidos: estos son los derechos de los manifestantes
La Unión Americana de Libertades Civiles aclara que el derecho a expresarse libremente aplica a todas las personas, independientemente de su estatus migratorio o ciudadanía
La voz de protesta contra la Administración Trump vuelve a hacerse sentir de costa a costa este sábado 18 de octubre bajo la consigna No Kings (Sin Reyes). Fue el pasado 14 de junio cuando este movimiento vio luz con el impulso de cinco millones de estadounidenses que colmaron las calles del país para oponerse al Gobierno liderado por el republicano, al que acusan de “autoritario y expansivo”. El nombre de la manifestación reivindica el carácter democrático de los valores fundacionales de la nación.
En esta segunda ronda, se han convocado más de 2.500 marchas y manifestaciones independientes a lo largo del país, que lleva semanas con la llama del descontento encendida. Ciudades como Portland y Chicago han vivido las últimas semanas intensas jornadas de protesta contra la política migratoria de Washington. En este sentido, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha difundido una guía sobre los derechos que amparan a los manifestantes para la expresión pública de sus demandas.
Espacios permitidos para protestar
La Primera Enmienda de la Constitución garantiza el derecho a protestar pacíficamente en espacios públicos como aceras, calles y parques, conocidos como “foros públicos tradicionales”. También es posible manifestarse en plazas públicas cercanas a edificios gubernamentales, siempre que no se bloquee el paso ni se interrumpa la jornada de trabajo de los funcionarios. Esto cambia si los manifestantes deciden concentrarse en lugares que son propiedad privada. En estos casos, el propietario es quien admite la actividad o no.
Permiso para manifestar
No se requiere un permiso para protestar en las calles siempre que no se obstruya el tráfico ni la libre circulación de los peatones. Si esto llegara a suceder, la policía tiene la potestad de pedir que el área sea liberada por razones de seguridad. Es importante aclarar que tanto los manifestantes como posibles contramanifestantes tienen el mismo derecho a expresarse libremente. En este sentido, las fuerzas del orden público deben tratarlos por igual. “La policía puede mantener separados a los grupos antagonistas, pero tiene que permitirles estar a la vista y al oído entre sí”, indica ACLU. Por otro lado, dependiendo del Estado, los manifestantes podrán o no cubrir sus rostros. En algunos territorios, leyes estatales lo prohíben.
Fotos y videos tomados durante una protesta
Todo manifestante que se encuentre legalmente en un espacio público tiene derecho a fotografiar o grabar cualquier cosa que tenga a su vista, incluyendo las actividades de la policía y agentes federales. Solo en propiedad privada puede restringirse los registros audiovisuales. Asimismo, la policía no puede confiscar ni pedir revisión de fotos y videos sin una orden judicial. Tampoco pueden borrar información bajo ninguna circunstancia.
Los límites de la policía
Si existe la amenaza inminente de disturbios o una interrupción del tráfico, las fuerzas del orden pueden disolver una protesta, pero antes deben dar a los presentes un aviso con el tiempo del que disponen para retirarse, informarles sobre las consecuencias de desobedecer esta petición y una ruta de salida despejada. No se pueden realizar arrestos sin cumplir con estos tres pasos.
Los organizadores de No Kings han recalcado que un principio fundamental del movimiento es el compromiso con la protesta no violenta, y piden a los participantes mantener un comportamiento cívico y evitar cualquier tipo de confrontación. La Primera Enmienda no protege actos de protesta que se vuelvan violentos o que impliquen destrucción de la propiedad.
Recomendaciones si el derecho a protestar es vulnerado
La ACLU aconseja anotar todo lo que se recuerde, incluyendo los números de placa, información de la patrulla y la agencia policial involucrada. También es necesario recopilar la información de contacto de los testigos. Cualquier lesión causada por las autoridades debe ser fotografiada. Acto seguido, debe presentarse una queja por escrito a la división de asuntos internos de la agencia o a la junta de quejas civiles.
Todos los derechos descritos anteriormente aplican a todos los manifestantes sin importar su estatus migratorio o ciudadanía. Sin embargo, las comunidades más vulnerables deben saber que los arrestos injustificados suelen ser más graves cuando se trata de los inmigrantes.