Samuel García, el joven gobernador que voló demasiado alto
Cronología de la crisis de gobernabilidad en Nuevo León, desde el caso Debanhi a la intervención de la Suprema Corte
El giro de eventos que se vivieron anoche en Monterrey será seguramente el capítulo más oscuro de la historia política de Nuevo León y es también la mayor derrota en la meteórica carrera del gobernador y ahora exaspirante presidencial Samuel García. La confrontación política que se ha prolongado por más de un año entre Samuel García y sus opositores del PRI y el PAN alcanzó la noche del viernes su punto más crítico con la sorpresiva interven...
El giro de eventos que se vivieron anoche en Monterrey será seguramente el capítulo más oscuro de la historia política de Nuevo León y es también la mayor derrota en la meteórica carrera del gobernador y ahora exaspirante presidencial Samuel García. La confrontación política que se ha prolongado por más de un año entre Samuel García y sus opositores del PRI y el PAN alcanzó la noche del viernes su punto más crítico con la sorpresiva intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que dejó un saldo insólito de dos gobernadores en funciones en el Estado. Y algo más: la caída de quien se perfilaba como candidato presidencial de Movimiento Ciudadano.
La SCJN esfumó anoche los sueños presidenciales de Samuel García y su esposa, la influencer Mariana Rodríguez, conocida como la Fosfo Fosfo. Para ser elegible como candidato a la presidencia, García tenía que separarse de su cargo seis meses antes de la elección y ese plazo se cumplía hoy 2 de diciembre.
Por unos momentos García cumplió con el requisito constitucional para ser presidente. Una hora antes de la medianoche se separó de su cargo publicando un decreto en el Periódico Oficial del Estado y designó gracias a una suspensión de amparo como encargado del despacho a su secretario general de Gobierno, Javier Navarro. “Yo en cinco horas me voy a hacer la campaña, estamos muy contentos porque ya estamos en segundo lugar”, dijo un García desbordando optimismo. Sin embargo, minutos después, los planes de contender por la presidencia se frustraron por el revés de la Suprema Corte y Samuel se vio obligado a regresar al cargo de gobernador para evitar que sus opositores conformado por líderes del PRI y PAN tomaran el control de su Gobierno a través de Luis Orozco, vicefiscal designado como interino por el Congreso del Estado el pasado miércoles.
Caso Debanhi, el origen del conflicto político en Nuevo León
Para entender lo que pasó anoche en Monterrey tenemos que retroceder a octubre del 2022, cuando el Fiscal General del Estado, Gustavo Adolfo Guerrero, renunció a su cargo tras los cuestionamientos recibidos por el manejo en la investigación por la trágica muerte de la joven Debanhi Escobar ocurrida en abril del año pasado. La silla vacía en la Fiscalía desató una disputa por este puesto entre el gobernador Samuel García, perteneciente al partido Movimiento Ciudadano, y los líderes opositores del PRI y PAN que tienen el control del órgano investigador en Nuevo León. La pugna por la Fiscalía se convirtió en un punto de quiebre y puso fin a la alianza de García con sus opositores construida desde que este tomó protesta como gobernador de Nuevo León en octubre del 2021, tras ganar la elección ese año por amplio margen.
Desde entonces y a lo largo de más de un año, la confrontación política entre García y sus adversarios, los dirigentes del PRI y PAN, se fue intensificando con acusaciones, amenazas y denuncias penales. Para Samuel, los dirigentes del PRI y del PAN son parte de la “vieja política”, que por años han extendido su poder político en Nuevo León. Este conflicto se exacerbó tras la licencia que solicitó Samuel García para separarse de su cargo provisionalmente y contender por la presidencia de México bajo los colores de Movimiento Ciudadano. Se abrió una intensa batalla legal que puso a Nuevo León en medio de un choque de poderes nunca antes visto en la entidad y que anoche protagonizó un capítulo más.
AMLO: una mediación tardía para Samuel
La histórica jornada del viernes comenzó con una declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia mañanera donde dejó entrever la posibilidad de que su Gobierno actuara como mediador en el conflicto político en Nuevo León. “Si piden que participemos, lo haríamos”, dijo el mandatario. El ofrecimiento presidencial llegó a destiempo. Los dirigentes del Bloque Amplio Opositor han acusado que la candidatura presidencial de García está respaldada por el presidente López Obrador con el objetivo estratégico de restar votos a la candidata conservadora Xóchitl Gálvez, especialmente en el sector de la clase media y favorecer así a la candidata del partido oficial, Claudia Sheinbaum.
El llamado al diálogo del presidente no tuvo mucho eco: minutos después del pronunciamiento presidencial, el Poder Judicial del Estado, dominado por el PRI y el PAN, suspendió la licencia de seis meses concedida por el Congreso del Estado a Samuel García el pasado 25 de octubre y que entraría en vigor este sábado 2 de diciembre.
García en sus redes desconoció la competencia del Tribunal local para suspender su licencia. “Mi licencia es un derecho, no está sujeta a interpretación de ningún juez”, escribió Samuel. La batalla legal tuvo otro giro por la tarde: el Gobierno de Nuevo León informó de una nueva suspensión de amparo concedida por un juez federal de la Ciudad de México que suponía la revocación del nombramiento de Luis Orozco como gobernador interino y confirmaba a Javier Navarro como encargado del despacho para cubrir la ausencia de Samuel.
Hasta ese momento el semblante de Samuel García era de triunfalismo. “Apenas así dándoles unas tundas jurídicas para que aprendan... tengan para que aprendan al PRIAN y ahora vamos por Xóchitl”, declaró ante los medios.
El golpe total contra Samuel vino poco tiempo después: el Ministro de la SCJN, Javier Laynez, resolvió en exprés un recurso que presentó el Congreso del estado y validó como legal el nombramiento de gobernador interino y que había sido revocado ayer mismo por una suspensión de un juez de distrito de Ciudad de México.
“Quiero que me hagan entrega de la administración”
Minutos antes de la medianoche, Luis Orozco se apersonó en el Palacio de Gobierno para asumir como gobernador interino de Nuevo León.
Orozco había sido nombrado la noche del miércoles gobernador interino por el Congreso del Estado en una sesión donde se presentaron disturbios por parte de un grupo de simpatizantes encabezados por líderes de Movimiento Ciudadano. Con el nombramiento de Orozco como gobernador interino, el Congreso cumplía la orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que revocó por inelegible la designación que hicieron los diputados el 25 de octubre como gobernador interino del panista Arturo Salinas, entonces presidente del Poder Judicial del Estado. Orozco, funcionario ligado con Adrián de la Garza, el excandidato del PRI a la gubernatura y excontrincante en la elección del 2021, arribó a Palacio de Gobierno, pero se encontró con las puertas cerradas y amuralladas.
Después de esperar unos minutos, las puertas se abrieron y fue recibido por Gerardo Palacios Pámanes, secretario de Seguridad del Estado, quien le dio acceso a la sede del Poder Ejecutivo. Orozco ingresó a la sede del Poder Ejecutivo y se reunió en privado durante media hora con Javier Navarro, secretario general de Gobierno y con el jefe de la Oficina del gobernador, Miguel Flores. El gobernador con licencia, Samuel García, no se encontraba en el lugar. Iba en camino. En sus primeras declaraciones, el gobernador interino ofreció a Samuel García una transición sin sobresaltos y garantizó darle seguimiento a los proyectos prioritarios del Estado. “Oficialmente soy gobernador interino de Nuevo León desde los primeros minutos de hoy”, dijo Orozco desde las escaleras de acceso al Palacio de Gobierno. Orozco se mostraba tenso y molesto por no haber sido recibido por Samuel García en su oficina.
La entrevista fue interrumpida por el secretario general de Gobierno, Javier Navarro, para informarle al vicefiscal que el gobernador Samuel García había decidido reasumir el cargo y dejar sin efectos su licencia. “Quiero que me hagan entrega de la administración. Soy el gobernador interino”, le respondió Orozco a Navarro cuando este le ofreció una copia del acuerdo.
La presidencia: un sueño que se esfumó
Este sábado Nuevo León amaneció con un escenario inaudito: dos gobernadores en funciones, Samuel García por un lado, y el interino Luis Orozco, por el otro. La decisión de volver a la gubernatura de Samuel García fue considerada ilegal por el Congreso del Estado, que en este momento sólo reconoce como gobernador a Luis Orozco designado como interino.
“Dicen que Samuel García ya renunció a la candidatura a la presidencia, pero hoy Luis Enrique Orozco es el Gobernador de Nuevo León. No puede regresar hasta que el Congreso de Nuevo León acepte que ya no desea la licencia que solicitó”, escribió Carlos de la Fuente, coordinador del grupo legislativo del PAN.
La pugna Samuel versus PRIAN ha sumido a Nuevo León en un caos institucional, generando inconformidad y reclamos entre los habitantes del estado y organismos del sector privado, que han manifestado su preocupación por un posible desenlace violento y por los indicios de ingobernabilidad en el Estado.
La pugna política ya cobró factura en Samuel García y lo tumbó de la candidatura presidencial. El pasado 20 de noviembre Samuel García dejó la gubernatura de Nuevo León, designó como encargado a Javier Navarro y durante 10 días realizó una precampaña junto con su esposa Mariana Rodríguez visitando algunas ciudades de México.
Durante 10 días la pareja acaparó las críticas de la aspirante panista Xóchitl Gálvez y de aliados como el expresidente Vicente Fox y el empresario Claudio X. Gónzalez. El enfrentamiento en redes entre Samuel y Mariana con Vicente Fox terminó con la suspensión de la cuenta de X del exmandatario por referirse a la influencer como dama de compañía.
La mayoría de las encuestas ponen actualmente a Samuel en tercer lugar en la contienda presidencial, abajo de la conservadora Xóchitl Gálvez y de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum. Con el apoyo de su esposa, García enfocaba su estrategia de campaña en buscar el voto de los jóvenes que pertenecen a la generación Z y millennials. “En seis meses con tu ayuda voy a ganar la presidencia y en 10 meses vamos a tener por fin al primer presidente regio en la historia de México y el presidente más joven en la historia de nuestro país”, dijo García en un video que difundió la noche del viernes. Luego del fallo de la SCJN, donde validó el nombramiento de Luis Orozco como gobernador interino y que lo obligó a buscar reasumir el cargo, Samuel cerca de la una y media de la madrugada se retiró del Palacio de Gobierno sin dar declaraciones y visiblemente desencajado y molesto. El sueño de ser el presidente más joven de México y el primero de Monterrey se había esfumado.
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