Rubén Moreira: “Queremos el regreso del Ejército a los cuarteles en cuatro años o antes″
El coordinador del equipo de seguridad de Xóchitl Gálvez detalla parte de la estrategia sobre el tema que la candidata propondrá en el último debate presidencial: de la desmilitarización de la Guardia Nacional hasta la construcción de una mega cárcel
El regreso paulatino del Ejército a los cuarteles en cuatro años y un presupuesto millonario de al menos 300.000 millones de pesos para lograrlo, es parte del programa de Gobierno que perfila Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, para combatir la inseguridad y regresar la paz al país. También son algunos de los dardos que llevará al tercer y último debate presidencial que se celebra este domingo, donde se incluirán como temas la seguridad y el crim...
El regreso paulatino del Ejército a los cuarteles en cuatro años y un presupuesto millonario de al menos 300.000 millones de pesos para lograrlo, es parte del programa de Gobierno que perfila Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, para combatir la inseguridad y regresar la paz al país. También son algunos de los dardos que llevará al tercer y último debate presidencial que se celebra este domingo, donde se incluirán como temas la seguridad y el crimen organizado. Rubén Moreira (Coahuila, 61 años), el político priista y coordinador de la mesa temática de seguridad, de las más importantes en la agenda de quien aspira a ser la primera presidenta en México, da detalles del avance de los trabajos sobre uno de los retos que deberá afrontar la próxima Administración, frenar y revertir la violencia en el territorio nacional. La ambiciosa propuesta de la oposición pasa por fortalecer, equipar y profesionalizar a las corporaciones policiacas de Estados y municipios, y quitarle a las Fuerzas Armadas la administración de obras civiles como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles.
Gálvez se ha fijado una estrategia multidimensional que requerirá de un paquete de reformas legales y constitucionales de gran calado para lograrlo. Su propuesta de 15 puntos pretende reestructurar la Guardia Nacional para que sea 100% civil, crear una policía de caminos y construir una mega cárcel que resguarde a los delincuentes de alta peligrosidad. En los casi tres meses de campaña la candidata ha pulido su propuesta. Ahora contempla la construcción de un tratado de seguridad de América del Norte para hacer efectivo el combate al narcotráfico de manera coordinada; así como cerrar el paso a los intentos del crimen organizado de influir en los procesos electorales y la creación de protocolos de seguridad para periodistas y defensores de derechos humanos.
En los cuatro años que le quedan al Ejército en las calles — la reforma constitucional de 2022 amplió su permanencia hasta 2028 en tanto se fortalecían a las coorporaciones civiles— Gálvez busca regresar la paz del país, asegura Moreira. La fórmula es sencilla: “voluntad y valor para enfrentar al crimen organizado”. Ha garantizado que no habrá víctimas colaterales y no se revivirá la llamada guerra contra el narco del sexenio de Felipe Calderón. “El Gobierno en turno no ha querido combatir la inseguridad por eso no lo ha logrado”, critica el priista.
Moreira se abstiene de dar demasiados detalles. Gálvez mostrará las cartas en el debate. En el último cara a cara entre los tres candidatos presidenciales se juega la decisión de muchos ciudadanos —suficientes para hacer la diferencia—, aquellos que aún no definen a quién darán su voto. Los cuestionamientos de Gálvez a su contrincante y puntera en las encuestas, Claudia Sheinbaum, no faltarán. Como en los dos primeros encuentros, la opositora insistirá en que su rival política responda los dardos que lance. Moreira confía en que la autenticidad y espontaneidad de la candidata le dé el triunfo en este último encuentro. La coalición opositora ha puesto su fe en que el llamado voto oculto cambie los pronósticos y la coalición gane el 2 de junio.
Pregunta. ¿Cómo avanzan los trabajos de la mesa de seguridad?
Respuesta. Hemos hecho consultas en el país, hay mucho material de experiencias de académicos. Tenemos una propuesta que en este debate será punto central. Hay temas que son sencillos de decir, pero que implican la voluntad que tiene Xóchitl [Gálvez] de enfrentar al crimen. Plantea una estrategia multidimensional que va desde el tejido social, pero entendido de una manera distinta, no como lo hace el presidente Andrés Manuel [López Obrador]. Hay que generar lazos de solidaridad, de respeto, de mejorar las regiones del país.
Requerimos policías municipales limpias, con salarios homologados; la construcción de grandes academias de policía para subsidiar a los municipios con poco dinero la formación de los mismos. Una ley de escalafón nacional. Requerimos policías estatales mejor pagados, con cuerpos de élite. Un tratado de seguridad de América del Norte donde colaboremos con información y formación; planes conjuntos de trabajo, cuidar las fronteras, cada quien de su lado, pero compartiendo información y evitando que entren las armas para acá y la droga a Estados Unidos, es una responsabilidad de todos. La protección de los periodistas y defensores de derechos humanos, queremos construir los protocolos con los periodistas y con los dueños de los medios de comunicación.
Lo primero y más importante es tratar de reducir inmediatamente la violencia. Para empezar [el Ejército] tienen un horizonte hasta el 2028. No puedes pasar de ese tiempo. Cuando termine el Gobierno de Xóchitl tenemos que tener paz e instituciones fuertes de seguridad, coordinación con los Estados con corporaciones fuertes y el Ejército a las tareas para las que fue creado.
P. ¿Cuatro años son suficientes?
R. Cuatro años es el horizonte, no te puedes pasar, pero se puede hacer mucho antes. Si tienes presupuesto hay que reclutar, capacitar, someterlos siempre a pruebas de control de confianza. Y lo más importante, el gobernador y el presidente tienen que decirles que salgan a detener a los delincuentes, hoy no se les dice esto. Es una tristeza ver que patean a policías y soldados.
P. ¿Es fácil quitarle todos los elementos del Ejército a la Guardia Nacional y preparar nuevos?
R. Hay que definir quién se quiere quedar. La orientación tiene que ser civil. La diferencia entre la forma en que actúa un Ejército y la forma en que actúa una policía es que el primero ataca enemigos, el segundo actúa contra miembros de la sociedad que han violado la ley.
P. ¿Qué deben hacer para cumplirlo?
R. Lo primero que hay que hacer es revisar el presupuesto y eso se hace en los primeros meses, poner reglas de operación y decirle a los municipios y Estados ‘te trasladamos este presupuesto siempre y cuando empieces a reclutar policías’; que sea un proceso correcto, los certifiques, digan cómo se van a mover, y cuáles son las metas a cumplir. Así se empieza.
P. ¿Cómo frenar la violencia en el país de forma inmediata?
R. Sabiendo actuar. ¿Cómo se logró la paz en Coahuila?, con policías. Pero diciéndoles que salgan a pescar a la gente. Te levantas temprano y dices: mira, estos son los objetivos que hay, hagan la investigación correspondiente y captúrenlos. Tienes que generar cuerpos de élite. No quiero parecer tan simple, pero así es.
P. ¿Combatir al crimen organizado implicaría revivir la guerra contra el narco?
R. La aplicación de la ley no es una guerra. La perspectiva de cómo se aplica la ley puede llevarnos a esa degeneración. Te fijas un objetivo, se tiene que capturar. ¿Dónde está la guerra? Es el cumplimiento de la ley.
P. ¿Cómo ha participado en la preparación de Xóchitl para el tercer debate?
R. Hay secretos ahí. Lo que puedo decir es que es un proceso largo y hay expertos para todo. Xóchitl es una mujer muy inteligente, es una mente matemática y no lo anda presumiendo.
P. ¿Los temas de este último debate son un fuerte para la candidata?
R. Sí, claro. Son temas donde Morena ha fracasado. Su candidata no puede ejercer la autocrítica, Xóchil es una mujer libre.
P. ¿Cuáles serán los principales activos de Xóchitl?
R. El principal es ser original, auténtica. Tiene la voluntad y el valor para enfrentar al crimen, enfrente no hay voluntad. Tiene la certeza de que la paz es posible.
P. ¿Cuánto presupuesto se deberá destinar a seguridad?
R. Hay que regresar los presupuestos federales a los Estados. Un Estado como México que tiene nueve billones de pesos de presupuesto puede destinar el recurso que quiera para regresar la paz. Con el mismo presupuesto que tiene la Guardia Nacional se puede reestructurar y regresar esos 50.000 millones que se le retiran a los municipios y a los Estados anualmente.
P. ¿Está hablando de unos 300.000 millones de pesos para seguridad?
R. Sí, unos 300.000 millones, de los cuales más de la mitad ya existen.
P. ¿Han previsto los daños colaterales que puede haber con el combate al crimen organizado?
R. No va a haber daños colaterales, el problema es que no se está actuando. Ahorita los daños son directos del Gobierno. Hay 200.000 muertes y 50.000 personas desaparecidas.
P. ¿Se contemplan reformas legales o constitucionales?
R. Sí, un paquete de reformas para establecer la Guardia Nacional como una instancia civil. Requerimos que la justicia penal esté homologada en muchos delitos, traemos broncas con tipos penales, tenemos que arreglarlo. Necesitamos mejores presupuestos, habrá que cambiar el presupuesto y reorientarlo al federalismo en materia de seguridad. Se van a requerir reformas. Si se logra el tratado con América del Norte en materia de seguridad, tendrá que ir al Senado.
P. ¿La participación de Xóchitl en el encuentro puede hacer un cambio en las encuestas?
R. El tema de las encuestas es muy difícil. La población oculta su voto, el Gobierno es represivo. Las encuestadoras se enfrentan a una realidad en territorio, gente de Morena desplegada a través del Gobierno. Hay un gran voto oculto. Hay muy buen recibimiento para nuestra candidata en territorio, vemos muchas manifestaciones en contra de Sheinbaum en aeropuertos, en restaurantes, abucheos. No estoy de acuerdo con algunas encuestas. La democracia mexicana tiene tres enemigos: el crimen organizado, la falta de neutralidad de las autoridades y el uso faccioso de las encuestas, que nadie sabe de dónde salen y nadie rinde cuentas.
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