Luis Donaldo Colosio: “En Nuevo León se ha creado un sentimiento muy antimorenista”
El candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Monterrey, puntero en las encuestas, aspira a liderar una renovación y asegura que “el PRI de Rodrigo Medina es el enemigo a vencer”
El domingo los mexicanos están llamados a elegir, además de la Cámara de Diputados y los gobernadores de casi la mitad de los Estados, a más de 20.000 cargos públicos locales y Monterrey es, junto con Guadalajara, la ciudad más importante en juego. Luis Donaldo Colosio (Sonora, 35 años) tiene todos los números, según las encuestas, para convertirse en el próximo presidente municipal. La candidatura de Movimiento Ciudadano que encabeza, sin embargo, se enfrenta a la omnipresencia de la estructura del PRI y e...
El domingo los mexicanos están llamados a elegir, además de la Cámara de Diputados y los gobernadores de casi la mitad de los Estados, a más de 20.000 cargos públicos locales y Monterrey es, junto con Guadalajara, la ciudad más importante en juego. Luis Donaldo Colosio (Sonora, 35 años) tiene todos los números, según las encuestas, para convertirse en el próximo presidente municipal. La candidatura de Movimiento Ciudadano que encabeza, sin embargo, se enfrenta a la omnipresencia de la estructura del PRI y el aspirante asegura, sin matices, que sus adversarios harán lo posible para no perder el poder incluso recurriendo a “todas las trampas posibles”.
Hijo del candidato presidencial asesinado en 1994, exdiputado en el Congreso de Nuevo León, Colosio ha afrontado esta carrera electoral junto a Samuel García, que busca convertirse en el próximo gobernador por el mismo partido con un discurso marcadamente regionalista. El joven político, con un estilo más prudente y reflexivo que su compañero, recibe a EL PAÍS en la sala de juntas de su casa de campaña para hablar de su proyecto y del alcance de estos comicios.
Pregunta. En sus actos insisten en lo que diferencia a Nuevo León en este proceso electoral. ¿Cuáles son las especificidades?
Respuesta. Esta es una elección enorme para el país. En el norte sí se está fraguando algo muy particular, porque en los últimos tres años el Gobierno federal ha tomado ciertas acciones y actitudes que han generado mucha animadversión. Primero que nada con el empresariado mexicano, cuyos principales representantes están aquí en Nuevo León. En general, el norte del país no ha recibido muy bien la política del Gobierno federal en los temas que se han jugado, por ejemplo, en materia de agua, con Nuevo León, con Coahuila, con Chihuahua, con Tamaulipas. Han generado muchas rispideces. Con respecto a la política fiscal también. No es solo de este Gobierno, pero este no solamente ha continuado con esa tendencia, sino que no se ha mostrado con mucha disposición de aperturar un diálogo para reestructurar el convenio fiscal o la fórmula. Hay una amalgama de circunstancias desafortunadas para el Estado de Nuevo León, por lo que se ha creado un sentimiento muy antimorenista, en donde la gente no quiere que las políticas públicas de Andrés Manuel Lopez Obrador permeen en el Estado. Hay una firme convicción de que cualquier cosa que salga de Morena es un peligro para el desarrollo. Es un sentimiento que hasta genera temor en el electorado, que la gente se vaya a la idea de que es preciso derrotar a Morena para que gane alguien más, cosa que es delicada.
P. ¿Por qué?
R. Porque puede llegar a ganar cualquiera y ese cualquiera puede llegar a ser realmente un peligro para el Estado de Nuevo León o para la ciudad de Monterrey. Porque al final del día Morena todavía no existe en Nuevo León como tal. Tiene un par de alcaldías, tiene diputados en el Congreso, sin embargo sus desempeños no han sido extraordinarios, sobre todo en el Congreso, y eso realmente no les va a generar tanta simpatías para volver a repetir como lo hicieron hace tres años sobre el efecto de la ola de Morena y de López Obrador. Muchos partidos se están aprovechando para capitalizar ese temor y ese enojo. Y a mí lo que me preocupa es que se está armando esta amalgama de todos unidos contra Morena y todo el mundo está diciendo hay que hacer lo que sea para que Morena no llegue, hay que frenar a Morena, y el presidente está mal y poca gente está hablando de propuestas.
P. ¿Y cuáles son sus propuestas esenciales para Monterrey?
R. La agenda de trabajo que presenté para Monterrey la construí con base en lo que las propias comunidades de nuestra ciudad exigían a la siguiente Administración. Básicamente, desarrollo económico para recuperarse rápido de la pandemia; seguridad ciudadana, porque no puede haber desarrollo sin seguridad; desarrollo humano, porque no hay policía que alcance, la inseguridad de raíz se la ataca con oportunidades; un rediseño urbano sustentable, porque el modelo de ciudad por el que se ha apostado fallidamente en las últimas décadas nos aleja las cosas de las personas y está diseñado para los vehículos y no para la gente. Y hay un quinto eje de desarrollo de un gobierno digital transparente y abierto para todas y todos donde la fiscalización ciudadana sea la ley y donde la retroalimentación ciudadana sea necesaria para mejorar.
P. Llama la atención la forma tan directa en que sugieren que el PRI podría “hacer trampas”... ¿En qué se basan?
R. Este PRI, el PRI medinista [en referencia al exgobernador Rodrigo Medina] representa la época más violenta y corrupta que ha vivido Nuevo León, al menos, en su historia contemporánea. Me preocupa mucho cómo este PRI y este PAN, que no representa al PAN que en su momento nació como un contrapeso, bailan en perfecta armonía el vals de la corrupción. Yo lo vi, lo viví en carne propia en el Congreso del Estado. Esas cosas son evidentes, son burdas. No se puede ser un pueblo de exigencias altas pero de memoria corta. Asociaciones con el crimen organizado, con gente que se dedica al lavado de dinero, al tráfico de influencias, gente que ha colocado en puestos clave a sus cuotas y cuates. Y la lista sigue. Es impresionante, porque estos mismos empiezan a meterle miedo a la gente, diciendo Movimiento Ciudadano está aliado con Morena, cosa que es totalmente falsa. Representa la tercera vía. El PRI y el PAN han demostrado una y otra vez que son corruptos e ineptos para gobernar. ¿Que tienen a gente buena? Sí, pero a esa gente buena no se les permite participar.
P. Movimiento Ciudadano se define como socialdemócrata. ¿Cómo lo define usted?
R. Hoy en día, al menos en México, la militancia o la simpatía hacia un partido político por razones ideológicas está más amorfa que nunca. Los documentos básicos son meras sugerencias pero no se siguen. Hay muy poca gente que se adhiera a un partido por congruencia ideológica, y a esa gente yo la respeto mucho. Sin embargo, a nivel ideológico, Movimiento Ciudadano representa a una corriente de la socialdemocracia renovada. Básicamente es centroizquierda.
P. ¿Cómo puede repercutir el resultado de las elecciones en Nuevo León en el resto del país?
R. Es difícil saberlo. No quiero especular, pero si la tendencia sigue como sigue y Movimiento Ciudadano logra consolidarse como la fuerza política del Estado, entonces se abre un nuevo frente en el tablero nacional, Nuevo León cobra mucha más fuerza y relevancia y a nivel nacional sacude a todo el tablero. Pero esos son ojos de expectativa. Me queda claro que para que realmente podamos ser jugadores genuinos en el tablero de la política nacional primero tiene que haber un desempeño adecuado. La elección nos permite entrar en esta etapa de prueba de nuestra valía y nuestra capacidad. Así lo veo yo.
P. ¿Cómo se ha sentido en esta campaña con la dupla de Samuel García? Ustedes parecen tener estilos o talantes distintos.
R. Completamente distintos, compatibles pero opuestos. Ha sido una gran experiencia. Desde un inicio se acordó que ambas campañas fueran autónomas, independientes. Eso le ha dado a Samuel total libertad para hacer campaña en todo el Estado sin tener que ser el paraguas de todos. Y a mí me ha permitido tener total libertad sin tener que estar necesariamente adherido a la campaña, a los actos o a las declaraciones de otras campañas. Ha sido una fórmula que ha funcionado, porque ambos tenemos luchas distintas. Él sí tiene ese peso y ese yugo de Morena, y en mi caso en Monterrey es el PRI de Medina el enemigo a vencer. Hay algunas batallas compartidas y nos hemos unido.
P. ¿Y a escala municipal teme esas “trampas” de las que hablan?
R. No tengo el temor, tengo la certeza de que lo va a hacer, no es especulación. Se lo firmo con un pagaré. Es su modus operandi. El PRI no inventó la corrupción, pero sí la sistematizó. El PRI de Medina la perfeccionó.
P. Usted asumiría, si se confirman las encuestas, una presidencia municipal de una Administración del PRI. ¿Cómo piensa cambiarla?
R. Todo proceso de transformación administrativa, el hecho de lidiar con factores reales de poder al interno del municipio, va a ser todo un reto. Hay que rehabilitar el sistema, pero la idea no es hacerlo para que rueden las cabezas, simplemente que la gente desempeñe mejor su función.
P. Usted es una figura política especialmente simbólica. ¿Cómo define su compromiso?
R. Mi compromiso es con mi gente. He conocido y he visto a mucha gente que está desmedida con ambiciones políticas, ambiciones de poder, ambiciones económicas o una amalgama de la tres. Mi ambición es social. No estoy obsesionado con un cargo o un puesto. Simplemente, si estoy preparado para cierto puesto y tengo la oportunidad de hacerlo, pido la confianza de la gente y si se me da, perfecto. Si no, no pasa nada. No me obsesiono con eso de quiero ser gobernador, quiero ser presidente. No, no va por ahí.
P. ¿Cuál es el horizonte económico que afrontan la ciudad y el Estado? Nuevo León es la tercera entidad que más PIB aporta a las arcas federales.
R. Eso es porque a los grandes contribuyentes el SAT les ha obligado a constituir su domicilio fiscal en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México, pero muchas de esas industrias son de Nuevo León. Es injusto que no se les haya dado la oportunidad de recuperar su domicilio fiscal primigenio. Por eso es la tercera. Sin embargo, el Estado de Nuevo León, a pesar de ser un territorio de grandes industrias, tiene una extraordinaria cultura emprendedora, y de hecho son las micro, pequeñas y medianas empresas las que generan muchísimo más flujo económico. Pero esta pandemia las azotó duro. Y todas las medidas adoptadas por el Gobierno fueron desastrosas. En Nuevo León se perdieron más de 80.000 empleos, más de 30.000 en Monterrey.
P. Sin embargo, hay un fenómeno de migración interna, mucha gente que viene a buscar trabajo. “Es aquí o Estados Unidos”, me contaba ayer un señor de Hidalgo.
R. Es el sueño regiomontano. Ya se acuñó hace tiempo. Muchísima gente partía con la intención de ir a los Estados Unidos, pero por la intransigencia del expresidente Donald Trump empezó a quedarse de este lado de la frontera. Y también hay gente que viene con la intención de llegar a Monterrey para hacer una vida mejor. Eso quiere decir que tenemos una gran ciudad que genera oportunidades para la gente. El hecho de que tengamos este crecimiento exponencial en población y migración nos da a entender que Monterrey es ese polo de desarrollo que queremos y puede mejorar.
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