Gilberto Mora, el adolescente con talento descomunal para el fútbol
México hablará del juvenil de 17 años durante 2026 porque tiene en sus pies la oportunidad de deslumbrar en el Mundial
México ve con prudencia cuando emergen futbolistas jóvenes con chispas de talento. El fútbol mexicano tiene una lista larga de jóvenes que apuntaban a ser el catalizador de una o más generaciones y que terminaron dentro de una burbuja mediática sin conseguir una carrera memorable. El país busca encontrar la reencarnación de los Hugo Sánchez, Rafa Márquez o Andrés Guardado. Los mexicanos han creído en sus jóvenes con especial ahínco porque en dos ocasiones han ganado el Mundial de menores de 17 años (2005 y 2011). Se han ilusionado por otros jóvenes que al final nunca dieron el estirón. Sobran las razones para ilusionarse, pero no sobran los jugadores de élite.
La última perla, una que ha enamorado a más de una decena de exfutbolistas y entrenadores, es un niño con cabello de púas y con un imán al balón. Es Gilberto Mora (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 17 años). Apenas alcanza el 1,7 metros de estatura, la cara de niño y una mirada de un adulto que lo ha visto todo. Con 15 años y 10 meses debutó en Primera División, uno de los más jóvenes detrás de Víctor Mañón y Martín Galván, jugadores que ilusionaron tanto y que se perdieron en la jungla del fútbol. Lo hizo en uno de los clubes que acostumbran fichar en vez de desarrollar los nuevos talentos del futuro. Así brotó Mora del pasto sintético de la cancha de los Xolos de Tijuana. El entrenador que le debutó fue Juan Carlos Osorio, el entrenador de México que urdió la mayor victoria del país contra Alemania en el Mundial de Rusia 2018.
“Mi papá siempre me apoya, me dijo que me soltara. El profe Osorio también, que haga lo que sé hacer”, dijo Mora cuando debutó el 18 de agosto de 2024 en un partido contra Santos Laguna. Osorio se entregó a la misión de apoyar a los mexicanos. “Vi en Gilberto un talento natural, era un niño, pero en su proceso de maduración fisiológico todavía es muy vulnerable. Para mí lo fundamental son los controles de giro, donde en un solo movimiento es capaz de girarse y controlar”, contó el entrenador.
“Fue mágico verlo. Parecía un niño con un uniforme de adulto. Muchos decían en redes que había muchos Gilbertos Mora en el barrio, pero ni en el barrio ves un talento tan natural de 15 años jugando contra mayores. Tiene una sensibilidad para los espacios. Hay mediocampistas que nunca desarrollan un sentido de la asociación, del tiempo y espacio y él lo tiene”, explica a EL PAÍS Heriberto Muñoz, periodista de El Imparcial de Tijuana.
El debut, acompañado de una asistencia de gol, puso a todo el entorno del fútbol mexicano en alerta. No tardó nada, una semana, en anotar su primer gol en Primera División. Eso le permitió ser el más joven en marcar en toda la Liga MX. En enero de 2025, Javier Aguirre le llamó a la selección mayor de México para jugar un par de amistosos frente al Inter de Porto Alegre y al River Plate. Su buen fútbol le valió para ser llamado a la lista final de México para la Copa Oro, la cual terminaron ganando 2-1 a Estados Unidos. Mora fue revulsivo y clave. Todos los entrenadores de las categorías de menores querían trabajar con él. Fue Eduardo Arce, estratega de la categoría sub 20, quien le llamó para jugar de la categoría en Chile. Mora fue uno de los mejores del torneo: tres goles y dos asistencias. El nombre de Mora despegó hacia todo el mundo. Se empezó a hablar del seguimiento de reclutadores del Barcelona o del Real Madrid.
Rafaela Pimenta es la agente del actual goleador del Manchester City, Erling Haaland, y ahora también de Gilberto Mora. “Lo quieren todos. Los equipos hablan, quieren, pero es difícil tomar una decisión ahora [sobre fichar por otro equipo], porque estamos lejos del momento que pasará de Tijuana a otra cancha y en el trayecto hay muchas variables”, contó en una entrevista a El Universal. A Mora lo han intentado blindar en su club. El tema de las entrevistas a los medios es muy limitada e incluso le piden evitar dar declaraciones después de los partidos. “Ya no se para en zonas mixtas y lo hace con pena diciendo: ‘No puedo’. Cuando regresó del Mundial sub 20 lo llevaban como marcación de fútbol americano: dos guardias adelante, dos guardias detrás. Era medio exagerado el protocolo de seguridad. Lo veo un poco tímido. No es serio de que no quiera hablar, le da un poco de miedo. Hace cosas más impresionantes en la cancha que salir a dar declaraciones. En unos años nos dará unas buenas declaraciones”, asegura Muñoz.
El historiador del fútbol mexicano Carlos Calderón destaca que ha visto tres grandes debuts de jóvenes que ilusionaban y cumplieron. “Guillermo Ochoa tenía toda la pasta de ídolo por su seguridad y sus atajadas. Otro fue Andrés Guardado por su capacidad de tirar a gol desde larga distancia y, el más grande, Rafa Márquez que fascinó a Bora Milutinovic [exseleccionador de México]”, cuenta Calderón. “Desde que empecé a ver a Mora tiene algo diferente: la seguridad. Deben saber llevarlo y no aventarlo al ruedo, que no lo agranden y que no se le acerque gente nefasta como siempre ocurre con los futbolistas”, agrega. El padre, Gilberto Mora Olayo, también fue futbolista, aunque con menos talento y reflectores. Es actual entrenador de equipos inferiores de Tijuana y principal embajador de su hijo, al cual intenta proteger de todas las tentaciones.
Mora, al ser menor de edad, ha tenido que jugar con un uniforme distinto al de sus compañeros. No puede promocionar cervezas o casas de apuesta, pese a que su club, el Tijuana, se construyó gracias al dinero del casino Caliente, mismo que llevan en el pecho del uniforme. El juvenil debe usar un uniforme parchado con el logotipo de una fundación de ayuda de la empresa. En las tribunas y en las redes sociales piden “que nunca pruebe el Bacardí”, que no pierda el piso. No por nada fue una de las personalidades más buscadas en Google México en todo el año. Su actual entrenador es Sebastián Loco Abreu, quien le ha mimado y enseñado algunas de sus técnicas como el tiro a lo Panenka en un penalti. “Es muy inteligente porque él evita el contacto físico con los movimientos previos. Previo a que llegue el balón, ya sabe qué movimiento hacer”, dijo el uruguayo.
El Mundial de 2026 será el aparador para que Mora se exhiba ante el mundo, ante los verdaderos fenómenos del balón. “Yo creo que México puede ganar el Mundial. Estamos en casa, nos falta creérnosla y nada más eso”, dijo en noviembre. Es un jugador a contracorriente, de esos que escasean en el país.