COP30: México nunca ha logrado cumplir sus objetivos climáticos
El país actualiza su Contribución Determinada a Nivel Nacional para combatir el cambio climático rumbo a la cita global en Brasil
Esta semana, México presenta sus nuevas metas de mitigación de contaminación en la reunión anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Conferencia de Partes (COP30), que se celebra en Belém, Brasil. ¿El objetivo? Esta tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) es reducir las emisiones netas de dióxido de carbono al menos entre un 31% y 37% para 2035. “No hay tiempo que perder, cada retraso se traduce en pérdidas y daños irreparables, en vidas humanas, en ecosistemas devastados, en comunidades en riesgo”, declaró la secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, en la Sesión Plenaria de la Cumbre Climática de Líderes en Brasil. ¿El problema? Habrá que ver si esta vez el país logra cumplir sus objetivos. Hasta ahora, México no ha podido llegar a las metas de sus anteriores NDC.
La NDC es el plan con el que cada país muestra cómo contribuirá a lograr los objetivos marcados en el Acuerdo de París de 2015 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global por debajo de dos grados Celsius. Actualmente, las emisiones de gases de efecto invernadero rondan los 583 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al año, y el objetivo que se ha marcado México, en caso de no contar con ayuda internacional, es bajarlas a entre 364 y 404 millones de toneladas para el año 2035; mientras que, en caso de contar con cooperación internacional, la reducción andaría entre 332 y 363 millones de toneladas. Una meta ambiciosa, más si tenemos en cuenta que México no ha logrado cumplir con la primera NDC a la que se comprometió, mucho más baja.
En el documento Compromisos de mitigación y adaptación ante el cambio climática para el periodo 2020-2030, presentado en 2015, se marcaban una serie de objetivos de cara al 2024. En el sector energético, se contemplaba tener un 35% de generación con energías limpias, pero según el último reporte, México generó con energías limpias en 2024 sólo el 26.5% del total. Otra meta era reducir un 25% las fugas, venteo y quemas controladas de metano, pero estas solo bajaron un 8%. Tampoco se logró que la industria sustituya los combustibles pesados por gas natural, energías limpias y biomasa: los petrolíferos pasaron del 25% al 31%, de acuerdo a las diferentes ediciones del ‘Balance Nacional de Energía’.
El termómetro Climate Action Tracker, un proyecto científico independiente que rastrea la acción climática de los 39 países más la Unión Europea y la mide en relación con el objetivo del Acuerdo de París, evalúa el actuar de México como “críticamente insuficiente”. Este es su peor nivel, que comparte con otras nueve naciones como Estados Unidos, Rusia, Turquía o Argentina.
“La calificación de ‘críticamente insuficiente’ indica que las políticas y compromisos de México llevan a un aumento, más de que una bajada, de las emisiones; si todos los países tuvieran el enfoque de México, el calentamiento global excedería los cuatro grados”, dice el reporte. ”Se prioriza el uso de combustibles fósiles y las políticas e instituciones relacionadas con el cambio climático han sido desmanteladas bajo el discurso de la seguridad energética y la austeridad republicana”, añade.
Como puntos críticos clave, señalan los subsidios a los combustibles fósiles, que los presupuestos federales dedican cerca del 70% de los recursos etiquetados para combatir el cambio climático a la infraestructura de gas fósil o que se cancelaron las subastas eléctricas para energía renovables, entre otros. Destacan además de que en la actualización de las metas de 2022 daban como resultado niveles de emisiones mayores que la primera edición.
También recuerdan que ese año, cuando el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su “decálogo de las acciones en la lucha contra el cambio climático”, el punto siete era “se inició la modernización de seis refinerías, adquirimos una más en Texas, y estamos por inaugurar una nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, México”, y el ocho eran dos nuevas plantas coquizadoras para convertir el combustóleo en gasolinas.
Ahora que México presente las acciones para cumplir con su nueva NDC, es de suponer que Climate Action Tracker volverá a evaluar al país, ahora con la presidenta Sheinbaum a la cabeza, un perfil mucho más afín al sector ambiental que el de López Obrador.
De acuerdo a lo publicado por la Secretaría de Medio Ambiente, “la NDC 3.0 incorpora una nueva meta de reducción que pondrá a México en la trayectoria hacia cero emisiones netas para mediados de siglo”. No está claro cómo lo logrará, si México tiene una política expansiva en el uso de hidrocarburos, planes para buscar más reservas de petróleo usando fracturamiento hidráulico y, de sus 35 plantas de generación eléctrica en construcción, la inmensa mayoría usan combustibles fósiles, con una vida útil de al menos 30 años. Es decir, estarán en funcionamiento más allá de esa mitad de siglo en la que México se compromete a no lanzar a la atmósfera gases de efecto invernadero.