Se apaga la estrella de Julieta Fierro: muere la astrónoma y referente de la divulgación científica a los 77 años
La reconocida investigadora y profesora contribuyó a llevar la ciencia a todos los públicos con sus libros, conferencias, publicaciones y premios
La reconocida astrónoma mexicana Julieta Fierro ha fallecido este viernes a los 77 años. La Universidad Nacional Autónoma de México, a la que estaba vinculada como investigadora y divulgadora científica, ha informado de su muerte. La comunidad académica y los entusiastas de la ciencia mexicanos lamentan la pérdida de un referente que consiguió contagiar su entusiasmo por el conocimiento del universo con un lenguaje amable para todos los públicos.
Fierro era un ícono de ciencia en México con un currículum imposible de resumir, pero ella lo hacía en una línea: “Me dedico a la divulgación”. A lo largo de su vida, llegó a publicar 41 libros en los que lleva a sus lectores por apasionantes viajes a través de los universos, las galaxias y las nebulosas para hablar de vida extraterrestre, las curiosidades del sonido o la luz y hasta de la posibilidad futura de ver asentamientos humanos en Marte. Era su lucha incansable por popularizar el conocimiento y llevar la astronomía a todo el mundo, desde adultos curiosos a los niños a través de cuentos infantiles.
Con su inagotable entusiasmo y una amabilidad desbordante, Fierro conseguía hablar de los intrincados y complejos problemas del universo con poesía y trasformaba los enigmas del espacio en un juego de niños. En sus conversaciones, solían preguntarle por el aspecto que ella creía que tendrían los extraterrestres. Fierro respondía con brillo en los ojos que probablemente serían criaturas submarinas o de color morado, como las bacterias que habitan en las alcantarillas que no necesitan oxígeno. También explicaba con pasión la edad de las estrellas, el origen de los protones y cómo la luz rebota en el espacio.
Abandonó su sueño infantil de ser trapecista de niña para estudiar Física en la Facultad de Ciencias de la UNAM y después coronar su educación con una maestría en astrofísica. Fierro siempre destacaba que su trabajo ha sido posible gracias a tener acceso a una educación pública, gratuita y de calidad. Durante su etapa de estudiante, vivió de cerca el movimiento estudiantil de 1968 y la represión política que marcó a los jóvenes de la época.
Se embarcó en la investigación de la mano de Manuel Peimbert Sierra, profesor-investigador emérito de la UNAM especializado en astronomía. Con él llevó a cabo las mediciones de abundancias químicas en varios lugares claves de distintas galaxias para determinar su evolución, las condiciones en las que se formaron y la manera en que las estrellas procesan el material. Con el tiempo, se alejó de la academia para poder dedicarse a divulgar su pasión por los secretos del cosmos.
Su trayectoria la llevó a acumular cuatro doctorados honoris causa y una silla en la Academia Mexicana de la Lengua. Las medallas que acumulaba incluían el premio Kalinga de la UNESCO, la medalla de oro Primo Rovis del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste y el Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico en los EUA. Ha sido presidenta de la Comisión de Educación de la Unión Astronómica Internacional y han bautizado con su nombre escuelas, planetarios, laboratorios, bibliotecas, sociedades científicas y hasta una especie de luciérnaga, la Pyropyga julietafierroae. Los últimos años los dedicó a ser investigadora titular del Instituto de Astronomía de la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias, sin desatender las reiteradas invitaciones para dar conferencias y contagiar a los asistentes su amor por la ciencia.
Cuando la nombraron para el Sistema Nacional de Investigadores en el máximo nivel, Fierro recibió la noticia con orgullo y lo atribuyó a su trabajo como divulgadora científica. “Ojalá más popularizadores cuenten con becas de este estilo, pues así los tomadores de decisión tendrían mayores elementos para apoyar a la ciencia y la población en general recibirá este medio de educación continua durante toda su vida”, llegó a escribir en su perfil de la UNAM.
Nunca fallaba en contestar con sinceridad tajante las preguntas políticas sobre la situación de México en educación, investigación e igualdad de las mujeres. Defendía sin pelos en la lengua el aborto y criticaba con dureza al expresidente Andrés Manuel López Obrador por la imputación de 31 investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que fueron acusados de delincuencia organizada por la Fiscalía. Sus ideas progresistas incluían crear guarderías en preparatorias y universidades para que las madres jóvenes no abandonaran los estudios. También se posicionaba abiertamente a favor de una ley de eutanasia que permitiera una muerte digna, instalar paneles solares en los desiertos de México y legalizar las drogas.
En una de sus últimas apariciones públicas, en el Hay Festival de Querétaro, a principios de septiembre, le preguntaron para qué sirve la astronomía. Fierro, con su cabellera blanca y una sonrisa imborrable, respondió que para ella la disciplina que eligió para dedicarle su vida entera servía para encontrarse a sí misma y para “regresar a los orígenes de la humanidad, de las cosas y de la naturaleza”.
Los libros más relevantes de la rockstar de la ciencia
Astronomía, para qué (Sexto Piso). En este libro la astrónoma explica la relevancia y las aplicaciones prácticas de la astronomía en la vida cotidiana. Editado por Sexto Piso, cuenta con poemas de Angelina Muñiz-Huberman.
Los retos de la astronomía (Academia Mexicana de la lengua). Escrito para jóvenes y editado por los CCH de la UNA, explica la formación de estrellas y galaxias y la búsqueda de vida extraterrestre con un lenguaje atractivo.
La evolución química del universo (Fondo de cultura económica). Coescrito con Manuel Peimbert fue publicado por el FCE en la emblemática colección "La Ciencia para Todos". Este libro es ideal para conocer a fondo de qué se trata el universo, desde su origen y desarrollo hasta la materia y energía oscuras, los elementos químicos, las galaxias, los planetas y la formación de la vida.
Nebulosas planetarias (Fondo de cultura económica). La hermosa muerte de las estrellas. En coautoría con Silvia Torres fue publicado por FCE y explica cómo funcionan las nebulosas planetarias, esas envolturas de gas que expulsan las estrellas como el Sol en su fase final de vida. El libro ahonda en que al estudiar estas nebulosas se puede entender el futuro del Sol y de gran parte del universo.
Galileo y el telescopio, 400 años de ciencia (Edilar). Explica cómo el científico revolucionó la ciencia moderna con sus observaciones de la Luna, los satélites de Júpiter, las manchas solares y la Vía Láctea. Fue escrito de la mano de Héctor Domínguez y publicado por Uribe y Ferrari Editores.
Cartas astrales: un romance científico del tercer tipo (Alfaguara). El libro narra la historia de dos jóvenes estudiantes que, a través de un chat y correos electrónicos, se comunican con acertijos para explicar conceptos científicos como física y astronomía. Coescrito con Adolfo Sánchez Valenzuela y publicado por Alfaguara.
El libro de las cochinadas (ADN Editores). De manera humorística aborda funciones corporales y actividades “cochinas”, como mocos, pedos, sudores, esenciales para el ser humano, con el objetivo de desmitificar y aceptar las funciones biológicas. En coautoría con Juan Tonda fue publicado por ADN Editores. Tiene más de 100.000 ejemplares vendidos en México.