José Mario Esparza, secretario del agua de Ciudad de México: “Hay agua suficiente pero tenemos que ser más eficientes”

La nueva dependencia contará con 15.000 millones de pesos el primer año para poner en marcha la modernización del sistema de abastecimiento de la capital y salvar de la escasez a nueve millones de ciudadanos

José Mario Esparza en su oficina, en Ciudad de México, el 16 de enero del 2025.Aurea Del Rosario

José Mario Esparza (Torreón, 40 años) es el primer secretario del Agua de Ciudad de México. Ingeniero industrial de formación, tiene una amplia experiencia en la gestión de infraestructura hidráulica y la gestión ambiental. En 2022 estuvo al frente del manejo de la crisis hídrica en Monterrey y durante más de 15 años se desempeñó como director general de Agua Potable y San...

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José Mario Esparza (Torreón, 40 años) es el primer secretario del Agua de Ciudad de México. Ingeniero industrial de formación, tiene una amplia experiencia en la gestión de infraestructura hidráulica y la gestión ambiental. En 2022 estuvo al frente del manejo de la crisis hídrica en Monterrey y durante más de 15 años se desempeñó como director general de Agua Potable y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Su incorporación al Gobierno de Clara Brugada busca marcar la diferencia con la gestión hídrica que hasta ahora hubo en la capital. Ciudad de México vive un profundo estrés hídrico que no resistirá mucho más. La nueva dependencia, con más dientes que el antiguo Sistema de Aguas de la ciudad (Sacmex), trata de buscar la diferencia. “[La nueva Secretaría] busca modernizar, instrumentar y automatizar nuestra red de distribución”, señala Esparza en entrevista con este diario.

La Secretaría de Gestión Integral del Agua ha sido diseñada como un organismo que gestione el agua de principio a fin. Eso significa en todo su ciclo. “Además de las actividades de organismo operador que se basan en la extracción del agua, su potabilización, su conducción, distribución, su medición de consumo, el drenaje, el tratamiento y la disposición; nos ocuparemos de vigilar los ciclos hidrológicos y como interactúan con los escurrimientos de los ríos”, explica el secretario.

La cuestión del agua es una bandera que levantan tanto la presidenta Claudia Sheinbaum como la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ante la situación crítica que atraviesan el país y la capital. México se prepara para afrontar su próxima sequía con recursos limitados, problemas en la red de suministro, fugas y casos de contaminación sin resolver en varias alcaldías. Un reto mayúsculo que podría llevar a Ciudad de México al límite y que ha convertido el acceso al agua en un tema de ricos y pobres. “Tenemos que tener una operación más eficaz y eficiente para que llegue el agua para todos sin distinción”, dice el secretario. El Gobierno de Brugada acaba de lanzar el programa Agua Bienestar que busca distribuir 20.000 garrafones al día a un costo de cinco pesos. México es uno de los países que más agua embotellada compra del mundo.

La nueva dependencia contará con 15.000 millones de pesos el primer año para poner en marcha la modernización de la que habla el secretario. Los esfuerzos irán dirigidos a una estrategia “con perspectiva de cuenca que mejore el acuífero con proyectos de infiltración de agua, a través de la recolección de lluvia”. Se estima que el 60% del agua que consumen los habitantes de Ciudad de México proviene de pozos. Sin embargo, la sobreexplotación del acuífero ha provocado que cada vez haya menos agua disponible y el hundimiento del suelo. “Aquí [en Ciudad de México] hay agua, pero tenemos que ser más eficientes y tener mejores proyectos”, subraya Esparza. “Invertir en cualquier proceso avanzado, el que tú me digas, es más barato que traer el agua con pipas como hasta ahora”, destaca. Las palabras del secretario se apoyan en datos recientes que muestran la subida del precio de las pipas en la capital y el lucrativo negocio que representa para un pequeño grupo que se beneficia de la escasez. En algunas de las alcaldías más afectadas, Iztapalapa por ejemplo, el agua llega solo entre dos y tres veces a la semana.

Clara Brugada se ha comprometido a rehabilitar 110 pozos y a reparar las plantas potabilizadoras y de tratamiento de aguas residuales para mejorar la calidad del agua que beben los capitalinos. Su Gobierno acaba de lanzar el programa Agua Bienestar que busca distribuir 20.000 garrafones al día a un costo de cinco pesos. “Uno de nuestros compromisos es que la ciudad tenga agua de mejor calidad”, reafirma Esparza. Para ello, el secretario insiste en que lo primero que hará en su gestión será una evaluación de la infraestructura que puede mejorarse. “No hace falta traer el agua de muy lejos, hay que hacer más eficientes nuestras fuentes de abastecimiento”, dice. Entre ellas está el mantenimiento, actualización de la infraestructura del sistema Cutzamala y la actualización de la cuenca y el cuidado del Bosque de Agua junto con Estado de México y Morelos.

La nueva Administración busca incrementar la cantidad de agua tratada. En la actualidad Ciudad de México solo recicla cerca del 15% de sus aguas residuales, una tasa muy baja en comparación con otras ciudades del mundo. “En Ciudad de México tenemos 27 plantas de tratamiento de agua residual. El caudal promedio producido estimado durante 2024 de todas las plantas es de poco más de 2.400 litros por segundo, sin embargo, en conjunto tienen un potencial de tratamiento de poco más de 5.600 litros por segundo”, señala el secretario. Esparza apunta también a una estrategia comercial. “Buscamos que el agua tratada tenga una segunda vida y sea utilizada por las empresas o para uso industrial”.

Alrededor del 40% del agua de Ciudad de México se pierde en fugas. Desde el Gobierno señalan la importancia de la sectorización para la detección más rápida de cualquier avería o toma clandestina. “Actualmente hay 450 sectores construidos, lo que representa un avance de 56% en la sectorización de toda la ciudad. El proyecto que se tiene para este año comprende el trabajo de mantenimiento entre los sectores ya existentes”, dice Esparza. Él y su equipo acaban de hacer pública la nueva línea H2O para denunciar cualquier falla en la red y la implementación del C5 del agua, un centro de monitoreo en tiempo real donde se supervisan las redes de agua potable, la distribución y la calidad.

Un combo de problemas para toda la zona conurbada de la capital con más de 20 millones de habitantes. El actual secretario considera fundamental volver más eficiente el cobro de los servicios de agua. “Así como existe una ineficiencia física del agua e ineficiencia en las pérdidas por fugas y tomas clandestinas, también hay una ineficiencia comercial. Tenemos que ser más eficientes en el cobro”, apunta. “Pedimos mucho el apoyo de la población para que paguen el agua”, agrega.

Resulta paradójico pensar que una ciudad que batalla tanto por el agua en las estaciones secas, se inunde tanto cuando llegan las lluvias. El secretario explica que otra de las prioridades en su gestión será recuperar cuerpos de agua superficiales en Xochimilco y dar mantenimiento a varias presas urbanas, como la presa Becerra en la alcaldía Álvaro Obregón o en la Magdalena Contreras que actualmente son utilizadas como auténticos basureros. “Hay que desazolvar estas presas para que hagan su función de retención, eviten afectaciones futuras y además ayuden a la infiltración”, explica Esparza. “El tema del agua tiene muchas aristas. Las cuencas, al igual que nosotros, los humanos, se ven afectadas si no tienen agua”, asegura el secretario.

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