El FBI coloca entre los más buscados a ‘El Chapo’ Isidro, señor de la guerra en Sinaloa y viejo enemigo de ‘El Chapo’ Guzmán
Las autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa de cinco millones de dólares por información acerca del capo, que entra en la lista de los 10 objetivos prioritarios de la agencia
La Oficina Federal de Investigación (FBI) del Gobierno de Estados Unidos ha incluido este martes al narcotraficante mexicano Fausto Isidro Meza Flores, El Chapo Isidro, a su lista de los diez prófugos más buscados. El Chapo Isidro, de 42 años, es señalado por las autoridades estadounidenses de ser el líder de una organización transnacional responsable de traficar con importar grandes cantidades de heroína, metanfetamina, cocaína, fentanilo y marihuana hacia ese país. En México, El Chapo Isidro es un viejo conocido. Capo ya en la época del grupo de los Beltrán Leyva, enemigo de El Chapo Guzmán desde hace décadas, es considerado también uno de los señores de la guerra en Sinaloa, que lleva casi cinco meses siendo el escenario de una batalla intestina entre facciones del cartel.
El FBI asegura que el Chapo Isidro es el líder de los Meza Flores, “una organización de narcotráfico de gran magnitud, fuertemente armada, radicada en Sinaloa”. Y el dueño del cargamento de más de una tonelada de dosis de fentanilo decomisado en diciembre pasado y catalogado como el más grande en la historia de México, con más de 20 millones de dosis de esa droga. Además, en un documento hecho público este martes, recuerda que el pasado ya desde 2012 tiene cuentas pendientes con los tribunales estadounidense por narcotráfico y posesión de armas. Por estas causas, las autoridades ofrecen una recompensa de cinco millones de dólares a quien de información sobre cómo llegar a este narcotraficante.
Según otro documento oficial, el Departamento del Tesoro incluyó al Chapo Isidro y a algunos integrantes de su familia —esposa, padre, tíos— en su la lista de cabecillas del narcotráfico a quienes puede bloquear y embargar sus bienes. También rescata que Meza Flores ha cobrado importancia en los últimos años, primero, como rival acérrimo de El Chapo Guzmán, y luego, tras el arresto del capo, “como su potencial reemplazo” en la región.
Sus orígenes
Isidro Meza Flores comenzó su carrera en la década de los noventa, como pistolero del cártel de Juárez y con la tutela del entonces líder de esa agrupación, Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos. Tras la muerte de este, en una cama de un hospital en Ciudad de México en 1997, se unió a los hermanos Beltrán Leyva, a quienes permaneció fiel tras su ruptura con el cártel de Sinaloa liderado por Guzmán, con quien compartía mote, algo de lo que —aseguran algunas fuentes— llegó a presumir con orgullo.
Sin embargo, la ruptura en 2008 de los Beltrán Leyva con el cártel de Sinaloa lo cambió todo. Los hermanos culparon a El Chapo de la captura de Alfredo Beltrán y decidieron cobrar venganza asesinando al hijo de Guzmán Loera, Edgar Guzmán López, lo que desencadenó en Sinaloa una guerra entre ambas facciones. Fue entonces, cuando Meza Flores cobró un papel cada vez más importante dentro de la organización, a la que era fiel, hasta llegar a aliarse con Vicente Carrillo —entonces líder del cártel de Juárez—, hermano de Amado Carrillo, para forjar un vínculo estratégico.
Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional, apuntan también a que otra de estas alianzas clave del Chapo Isidro, ya al frente del cártel de los Beltrán Leyva, fue con Caro Quintero, uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, para reforzar su presencia en el norte del país. Meza Flores fue detenido cuatro veces entre los años 2011 y 2015 y apareció en 19 averiguaciones previas, la mayoría de ellas por delincuencia organizada.
Además, su nombre saltó a los medios y reflectores, cuando entre el 10 y el 11 de julio de 2014, un enfrentamiento entre fuerzas federales y miembros de la célula Los Mazatlecos —fundada también por Meza Flores y en ocasiones referida como un sinónimo al cártel de Guasave— dejara a 12 de sus integrantes muertos, entre los que se encontraba el jefe de los gatilleros del Chapo Isidro, en el norte de Sinaloa. El entonces coordinador de seguridad del Estado, Moisés Melo, reveló unos días después del enfrentamiento que los operativos tenían como objetivo la captura de Meza Flores, quien ya estaba en la mira de las autoridades estadounidenses.
Señor de la guerra en Sinaloa
Sinaloa ha sido azotada por la violencia y la inseguridad desde aquel 25 de julio de 2014, cuando Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, fueron detenidos tras aterrizar en Nuevo México. La inesperada captura de El Mayo, que no había pisado la cárcel en cinco décadas de carrera criminal, fue celebrada por Estados Unidos como “un golpe al corazón” del Cartel de Sinaloa y provocó un terremoto mediático y político en México.
En medio de especulaciones sobre una supuesta rendición pactada y su deteriorado estado de salud, Frank Pérez, el abogado de Zambada, aseguró en un comunicado que su cliente había sido traicionado por Guzmán López, su ahijado, y secuestrado para ser entregado en Estados Unidos. La versión de El Mayo disparó las alertas en Sinaloa, ante los temores de una venganza y un enfrentamiento violento entre su facción del cartel y Los Chapitos, los herederos de El Chapo. Las sospechas estaban bien fundadas. Durante los siguientes meses, los dos grupos han protagonizado una batalla en la que la población civil ha quedado atrapada, harta de los asesinatos, secuestros y desapariciones.
Algunos medios locales y fuentes de Seguridad han señalado que, mientras las dos agrupaciones se deterioran en una narcoguerra que parece no tener final, el Chapo Isidro busca, desde su escondite, el momento para reaparecer y retomar liderazgo. Una fuente ligada a la Mayiza aseguró al portal CrashOut Media que Mayito Flaco —hijo de Zambada— creó un “consejo de guerra” a principios de septiembre pasado con dos nuevos socios: José Gil Caro Quintero, sobrino de Rafael Caro Quintero, y el Chapo Isidro. Ambos son viejos enemigos de El Chapo. Según esta versión, la gente de El Chapo Isidro se comprometió a enviar 200 sicarios y Caro Quintero a otros 150 para “fumigar a Los Chapitos”.
En diciembre pasado, en medio de las celebraciones navideñas, el cártel de Guasave fue también protagonista de varias festividades: las narcoposadas. Despensas, juguetes, dulces y alimentos sin límite fueron repartidos en varias comunidades del municipio; fiestas animadas por bandas musicales que entonaron narcocorridos protagonizados por quienes dotaron de los recursos para la celebración. En imágenes recuperadas por el medio, bolsas de alimentos, motocicletas, muebles y otros utensilios, fueron puestos en plazas públicas con la etiqueta “Empresa de Guasave”, presuntamente por órdenes del Chapo Isidro.