22 fotosMUJERES DESAPARECIDASEl último adiós de Jael Monserrat tras cuatro años de su desapariciónJaqueline Palmeros, madre buscadora fundadora del colectivo ‘Una luz en el camino’ ha encontrado los restos de su hija en el Ajusco, en el sur de Ciudad de México Emiliano Molina Erika RoseteCiudad de México - 03 feb 2025 - 05:15CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinComentariosJaqueline Palmeros (en el centro) buscó durante más de cuatro años a su hija Monserrat Uribe Palmeros, desde su desaparición en 2020, en Iztapalapa, en Ciudad de México. Sus restos han sido localizados en el Ajusco, en el sur de la capital, tras varias búsquedas que la madre llevó a cabo al lado del colectivo que ella misma fundó ‘Una luz en el camino’. En la imagen, Jaqueline y algunos compañeros analizan una muestra de tierra en el lugar donde fueron localizados los restos.Emiliano MolinaPalmeros, de 42 años, fue la responsable de trazar el plano de búsqueda en el sitio del Ajusco de difícil acceso, donde los restos de su hija fueron localizados el pasado noviembre. En la imagen, miembros del colectivo ‘Una luz en el camino’ acompañan a Palmeros en una oración.Emiliano MolinaTras la identificación de los restos, las autoridades capitalinas confirmaron el 17 de enero a Palmeros y a su familia que los hallazgos pertenecían a su hija, Monserrat, quien tenía 21 años de edad en el momento en el que desapareció, después de subirse a un coche en la alcaldía Iztapalapa, en 2020. En la fotografía, varias personas continúan en las jornadas de búsqueda que la familia convocó, días después de ser notificada.Emiliano Molina“Buscas queriendo encontrar, pero jamás te imaginas que tú misma vas a encontrar a tu hijo o tu hija. Ninguna madre merece recoger los restos de sus hijos en ningún lugar”, ha declarado Jaqueline Palmeros, solo unos días después de que la Fiscalía de Ciudad de México le confirmara que los restos que ella encontró pertenecían a su hija. En la imagen, una persona buscadora sostiene la identificación de un hombre hallada en el lugar.Emiliano MolinaDos integrantes del colectivo de búsqueda que Palmeros fundó solo unos meses después de la desaparición de Monserrat, ‘Una luz en el camino’, se abrazan en medio de una jornada de búsqueda. “El Gobierno nos roba hasta la identidad, y pensé: aquí el único que me va a ayudar es Dios”, dice Palmeros, cuando recuerda el momento en el que decidió conformar un colectivo de madres buscadoras.Emiliano MolinaLos pasados 27, 28 y 29 de enero, se llevaron a cabo jornadas de búsqueda para rescatar la mayor cantidad de restos que pudieran pertenecer a Monserrat para darle sepultura. Sin embargo, no se obtuvo ningún hallazgo positivo. En la imagen, se analizan algunos objetos rescatados de la tierra.EMILIANO MOLINAJaqueline Palmeros, con la camiseta con la imagen de su hija Monserrat, durante una de las jornadas de búsqueda antes de la ceremonia de sepultura. “Todo el tiempo estuve con la esperanza de encontrar a mi hija con vida. Todo desaparecido tiene que ser buscado con presunción de vida, sobre todo porque habíamos tenido información de que podía haber estado en situación de trata, o en otras circunstancias, menos sin vida”, ha relatado Palmeros, en los días previos.Emiliano MolinaRestos óseos y algunas prendas y objetos encontrados durante los tres días de búsqueda en el Ajusco, en el sur de Ciudad de México. Según Palmeros, este sitio de difícil acceso, lleno de barrancas, ha sido usado durante muchos años para arrojar los cuerpos de decenas de personas para desaparecerlas.Emiliano MolinaDos miembros del colectivo ‘Una luz en el camino’ escarban la tierra y buscan indicios de restos o pertenencias.Emiliano MolinaUna fotografía de Monserrat Uribe Palmeros sobre un adorno de flores, durante un homenaje con sus restos, frente a la Glorieta de las Mujeres que luchan, en Ciudad de México, el pasado 31 de enero.Emiliano MolinaMomentos del homenaje realizado en la Glorieta de las Mujeres que luchan, en el que Jaqueline Palmeros ofreció un emotivo mensaje a quienes la acompañaron. En enero de 2022, un hombre y una mujer (Adriana “N” y Miguel “N”), fueron vinculados a proceso, señalados por su presunta responsabilidad en la desaparición de Jael Monserrat. Después de un año fueron declarados inocentes y liberados por una jueza.EMILIANO MOLINAEl ataúd con los restos de Monserrat Uribe, el pasado 31 de enero, en Ciudad de México. A la joven la citaron en un lugar dos personas que había conocido por su trabajo, en un call center —Adriana “N” y Miguel “N”— el 24 de julio de 2020. Más tarde, y gracias al registro de varias cámaras —extraviado por las mismas autoridades a cargo de la investigación— se sabe que se subió a un coche con ambas personas y desapareció entre Eje 5 y La Viga. Tenía 21 años y era la madre de dos pequeños de entonces cuatro y dos años de edad.Emiliano MolinaJaqueline Palmeros, en una de las jornadas de búsqueda previas al entierro de su hija. Palmeros ha recordado todas las cosas que policías y personas a cargo de la investigación le dijeron durante esos primeros días en los que acudió a denunciar la desaparición de su hija. Como la recomendación de que desistiera porque “seguramente estaba todavía de fiesta”, o cuando quisieron convencerla de que se trataba de “una desaparición voluntaria”.Emiliano MolinaLa familia de Jael Monserrat participa en el homenaje del pasado viernes en Paseo de la Reforma, en Ciudad de México.Emiliano MolinaUnos días después de ser notificada de los resultados genéticos, Jaqueline Palmeros aseguraba que no dejaría su labor como madre buscadora, y que seguiría acompañando a sus compañeras del colectivo que la han acompañado durante estos años. En la imagen, mujeres de su colectivo la contienen en uno de los días de búsqueda.Emiliano MolinaEl ataúd en el que descansan los restos de Jael Monserrat Uribe Palmeros, durante la ceremonia que familiares, amigos y colectivas, llevaron a cabo el pasado 31 de enero. Emiliano MolinaAunque la búsqueda de su hija ha terminado, Jaqueline Palmeros asegura que continuará con la búsqueda de justicia para que los responsables del feminicidio de su hija sean castigados. En la imagen, mujeres participan en la ceremonia de Jael Monserrat.Emiliano MolinaEl colectivo 'Una luz en el camino' está conformado por más de 50 personas que han encontrado, en estos años de trabajo conjunto, a unas 35 personas, algunas con vida, y también a otras de nacionalidades distintas a la mexicana. Palmeros asegura que, aunque ha cobrado fuerza el colectivo, todavía quienes lo integran, no tienen aún apoyos suficientes para sostener a sus familias. “O buscas a tus seres queridos o te pones a trabajar”, dice.Emiliano MolinaJaqueline Palmeros y su familia, se abrazan frente a los restos de Monserrat, en la ceremonia del pasado 31 de enero, en Ciudad de México.Emiliano MolinaMomentos en los que se gritaron consignas de justicia, de apoyo y de respaldo entre las madres buscadoras que integran el colectivo ‘Una luz en el camino’, que formó Jaqueline Palmeros y otras mujeres, en 2021.Emiliano MolinaPelmeros arroja flores a la tumba de su hija, Jael Monserrat.Emiliano MolinaJaqueline Palmeros ha asegurado que además de pedir justicia por el caso de su hija, también desea que las autoridades brinden ayuda a las familias de quienes integran colectivos como el de ella. Señala que dentro de esas familias en ‘Una luz en el camino’ hay unos 60 niños y niñas en estado de orfandad que no reciben ayuda ni respaldo de nadie.Emiliano Molina